07 Junio 2020
OVERORAPTOR. Hace 90 millones de años existió esta especie con alas.
Era un saurio, sí... pero con alas. No podía volar, no; pero sí hacer movimientos semejantes a los de las aves modernas durante el vuelo. Tiene 90 millones de años y lo encontraron paleontólogos del Museo Argentino de Ciencias Naturales (Lacev-MACN-Conicet) al sur del embalse Ezequiel Ramos Mexía, en Río Negro, según informó la Agencia CTyS-UNLaM. Era un animal con patas semejantes a las de un raptor, pero con alas en la parte superior del cuerpo, por lo que su hallazgo ayudará a comprender cómo fue que los dinosaurios fueron evolucionando a través del tiempo y cómo surgieron las aves. Lo llamaron overoraptor.
Federico Agnolin, investigador del MACN y de la Fundación Azara, destacó que lo que más les sorprendió fue que las patas eran como las de un raptor, pero los miembros superiores eran muy largos y robustos, parecidos a los de las aves modernas.
“Las aves no son más que dinosaurios emplumados que viven hoy, comparten el planeta Tierra con nosotros y tuvieron origen en dinosaurios con aspecto de velocirraptores”, describió Fernando Novas, jefe del Lacev-MACN.
La transición
Habían encontrado en 2013 una pequeña garrita y otros restos, pero en 2018, con financiación de National Geographic Society y de Coleman Burke, pudieron realizar una nueva campaña y rescatar más elementos.
“Hallamos parte del brazo o ala (no sabíamos cómo llamarla en este momento), vértebras de la cola, el pie casi completo, parte de la cadera... Todo nos da información anatómica muy novedosa”, relató el paleontólogo Federico Brissón Egli, también del MACN.
“Cuando estudiamos en detalle el overoraptor nos dimos cuenta de que era capaz de aletear: nos habíamos encontrado con un paso previamente desconocido entre los dinosaurios raptores y las aves; estábamos justo en el medio”, resaltó Agnolin.
“Este animal resultó pertenecer a un nuevo grupo de dinosaurios del Hemisferio Sur; seguramente rápido, ágil y, como todos sus parientes, carnívoro. Esperamos regresar a este yacimiento para encontrar más restos de esta especie y así dilucidar más aspectos sobre la vida de estos pequeños dinosaurios”, apuntó Matias Motta, becario del Lacev.
Gondwana, presente
Ya se habían encontrado dinosaurios que marcaban la transición hacia las aves. “Se conocían formas pequeñas, como el buitreraptor, hallado en otro yacimiento de Río Negro; otras especies de tamaño intermedio como el unenlagia, de masa corporal semejante a la de un ñandú; y formas mucho más grandes y peligrosas como el austroraptor, de aproximadamente cinco metros de largo”, describió Novas, pero -señaló- todos pertenecían al grupo de los unenlágidos, que eran ágiles y caminaban en las patas traseras.
“Al contrario de lo que asumimos en un comienzo, el overoraptor no es integrante de la familia de los unenlágidos, sino de otro grupo que incluye a una especie de Madagascar llamada rahonavis - precisó Novas-. Sudamérica y África comparten una rica y larga historia geológica; seguramente, restos de especies relacionadas al overoraptor y rahonavis empiecen a surgir en otras localidades gondwánicas, aquel supercontinente del Hemisferio Sur, que venía fragmentándose desde millones de años antes de que viviera esta especie que damos a conocer” .
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