30 Mayo 2020
TRAGEDIA. Sergio Denis nunca se recuperó de su caída en el Mercedes Sosa.
La causa judicial abierta hace 14 meses por la caída de Sergio Denis al foso del teatro Mercedes Sosa, que le causó un daño neurológico que derivó en su muerte este mes, cambió de manos y de carátula.
El deceso del músico hizo que la documentación pasase al despacho de la fiscala Adriana Giannoni, cuya primera medida fue renombrarla como “homicidio culposo”. Hasta el momento del fallecimiento, la pesquisa era por “lesiones gravísimas”. Esta nueva definición está sustentada en lo prescripto por el artículo 84 del Código Penal Argentino, que habla de la responsabilidad de quien “por imprudencia, negligencia, impericia en su arte o profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes de su cargo, causare a otro la muerte”. La pena fijada va de uno a cinco años, con el accesorio de poder disponer de una inhabilitación especial.
Giannoni avanzó más y solicitó una serie de informes al Hospital Padilla (donde estuvo internado Denis desde la misma noche del 11 de marzo de 2019 y hasta que fue trasladado a la Capital Federal) para que aporte la historia clínica completa; a la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, respecto de los permisos y habilitaciones de funcionamiento de la sala; y a la Policía Federal, respecto del secuestro de elementos de ese espacio artístico.
Las novedades forman parte de la reactivación de la causa, que incluyeron la notificación formal al titular del Ente Autárquico Mercedes Sosa, Raúl Armisén, de que el expediente había cambiado de manos y ya no estaba en el despacho del fiscal Claudo Bonari, quien intervino originalmente, desde el momento mismo del incidente.
La información fue recibida en forma digital por su abogado, Bruno Lisi, quien en diciembre pasado ya solicitó el cierre de las actuaciones y la desestimación de todo planteo contra su cliente. Esa presentación estaba para ser resuelta cuando falleció Denis.
Todavía no hay novedades sobre la anunciada incorporación al expediente de los hijos del artista, quienes podrían constituírse como querellantes y así impulsar la causa con planteos. Hasta ahora, no son parte de ninguna instancia judicial. Una opción de la familia es actuar directamente en el fuero civil como damnificados, para obtener un resarcimiento económico.
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