El Ojo Crítico: “Stargirl”

BUENA

SERIE / POR DC UNIVERSE

El entramado de series del DC Universe viene discurriendo con suerte dispar. De la mejor hasta aquí, “Doom Patrol”, se espera la segunda temporada en la flamante plataforma HBO Max, mientras se aguardan definiciones sobre el futuro de “Titans”. A “Swamp thing” la cancelaron al cabo de los 10 primeros capítulos, aunque tal vez haya margen para una reconsideración. La cuarta pata de este proyecto, “Stargirl”, va por carriles muy distintos y así quedó reflejado en los promisorios episodios iniciales. Que la protagonista de esta nueva historia de superhéroes (y van...) sea una adolescente de 15 años le aporta frescura y luminosidad a un universo, hasta aquí, cruzado por historias violentas (“Titans”), horrorosas (“Swamp Thing”) y cínicas (“Doom Patrol”). Y en todos esos casos con la venganza como eje motivador de las pulsiones.

“Stargirl” es otra cosa. Courtney Whitmore (Brec Bassinger) es una chica como cualquiera, sujeta a los vaivenes de una familia ensamblada y a las leyes no escritas del bullying que penan al “nuevo” -mejor dicho a la “nueva”- en una escuela secundaria. Pat (Luke Evans), su padrastro, guarda un secreto y tiene un plan. Años atrás fue parte de la Justice American Society, un grupo de superhéroes barrido por una banda de villanos a la que Pat viene persiguiendo en silencio. En su poder quedó la “cosmic stuff”, una vara mágica que sólo puede ser manejada por quienes tienen el poder para activarla. Por supuesto, será Courtney, convertida en Stargirl, la que se haga cargo del legado. Y con un agregado: cree que Starman, el superhéroe con el que trabajaba Pat, era su padre.

No es casualidad que la familia se instale en un apacible pueblito de Nebraska. Allí se anida la conspiración que los villanos (la Injustice American Society) están tramando. Pronto tendrá lugar el primer cara a cara de Stargirl con uno de ellos.

La serie tiene calidad cinematográfica en la puesta en escena y en los efectos visuales -varios peldaños encima del arrowverse en ese sentido-. A Brec Bassinger el papel le calza muy bien y hay un desarrollo interesante de los villanos superpoderosos que deberá enfrentar. Luke Evans, a bordo de un robot que está más cerca de los Transformers que de “Evangelion”, hace lo suyo. Son las aristas inmodificables del género y “Stargirl” las respeta al extremo. Allí radica su éxito. No necesita la profundidad filosófica de “Doom Patrol” porque le va bien apelando a una narrativa de lo más clásica.

La sujeción al material original se explica por la presencia de Geoff Johns al frente de la serie. Él es el autor -junto a Lee Moder- del comic en el que se basa “Stargirl”. Cuando es el propio padre de la criatura el que la conduce a nuevos terrenos todo fluye con naturalidad.