Bolsonaro trajo a sus generales para combatir el virus y está perdiendo la batalla

Bolsonaro trajo a sus generales para combatir el virus y está perdiendo la batalla

Por Stephen Eisenhammer, agencia Reuters.

27 Mayo 2020

A mediados de marzo, Brasil asestó lo que pareció ser un duro golpe temprano a la pandemia del coronavirus.

El Ministerio de Salud exigió la cancelación de los cruceros. Aconsejó a las autoridades que suspendieran los eventos a gran escala. E instó a los viajeros que llegaban desde el exterior a aislarse durante una semana.

Aunque Brasil no había reportado aún muerte alguna por la covid-19, las autoridades de salud pública parecían ir por delante del virus. Tomaron las medidas el 13 de marzo, dos días después de que la Organización Mundial de la Salud calificó la enfermedad como una pandemia.

Menos de 24 horas más tarde, el ministerio minimizó sus propios consejos, refiriéndose a las “críticas y sugerencias” recibidas por comunidades locales. Lo cierto es que el cambio se produjo tras la intervención de la oficina del jefe de gabinete del presidente brasileño, Jair Bolsonaro.

“Esa corrección se debió a la presión”, dijo Julio Croda, un epidemiólogo que dirigía entonces del departamento de inmunización y enfermedades transmisibles del Ministerio de Salud. La intervención de la oficina del jefe de gabinete no había sido reportada con anterioridad. El cambio marcó un punto de inflexión en el manejo de la crisis.

Tras bambalinas, el poder estaba cambiando desde el Ministerio de Salud, líder tradicional en asuntos de sanidad pública, a la oficina del jefe de gabinete, conocida como la Casa Civil, liderada por el general Walter Souza Braga Netto, dijeron las fuentes.

Brasil ha perdido dos ministros de Salud en las últimas seis semanas -uno fue despedido y el otro dimitió-, después de que discreparon públicamente de Bolsonaro acerca de la mejor manera de combatir el virus. Ahora, al frente del Ministerio de Salud hay otro general del Ejército.

Más importante aún, las revisiones destacaron el endurecimiento del punto de vista de Bolsonaro de que mantener la economía de Brasil funcionando era primordial, dijeron las fuentes.

Bolsonaro, un capitán del Ejército en retiro de extrema derecha, nunca ha vacilado en esa postura, a pesar de las críticas nacionales e internacionales sobre su manejo de la crisis y de un número de muertes que se dispara.

Brasil tiene ahora el segundo peor brote del mundo después de Estados Unidos, con más de 374.000 casos confirmados. Más de 23.000 brasileños han muerto a causa de covid-19.

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