Romina cuenta su padecimiento: "tuve dos veces dengue y esto es lo que aprendí"

Romina cuenta su padecimiento: "tuve dos veces dengue y esto es lo que aprendí"

La mujer, que vive en Lules, contó los detalles de cómo sufrió la primera y la segunda infección. Su testimonio contribuye a entender la enfermedad y a cuidarse.

Romina cuenta su padecimiento: tuve dos veces dengue y esto es lo que aprendí

Había esperado ansiosa ese día durante mucho tiempo. Estaba en medio de un torneo de patín cuando un fuerte escalofrío le recorrió el cuerpo. Algo no estaba bien. Llegó a su casa volando de fiebre. Sintió por primera vez un dolor desconocido, que ni siquiera la dejaba moverse. “Era como si mis manos y mis pies se quebraran todo el tiempo. Tenía calambres, vómitos y llegué a desmayarme. Me desperté internada en el hospital”. Aunque ya pasaron 11 años, Romina Rocha (hoy tiene 39) mantiene vívidos los recuerdos de la enfermedad. Hubiese querido que el dengue fuera solo un mal recuerdo. Pero hace dos semanas aquella pesadilla se reeditó. “Lo que tanto temía se volvió realidad: otra vez me infectó el mosquito”, cuenta, casi sin fuerzas.

Romina vive en Lules, a media cuadra de la plaza principal. Es entrenadora de patín y mamá de tres nenas. Desde aquella primera vez que se contagió, en 2009, vive con miedo al mosquito Aedes aegypti, que transmite la patología. “Ya me habían advertido que la segunda vez podía tener dengue hemorrágico”, detalla.

Cuando este año comenzaron a multiplicarse los contagios en Lules (uno de los departamentos más afectados por la epidemia), Romina empezó a cuidarse: a usar repelente, espirales e insecticidas. “Saqué todos los recipientes que podían contener agua, limpié una y otra vez. Pero evidentemente acá, en pleno centro de esta ciudad, la cuestión es mucho más grave de lo que creemos. Mi cuñado y mi hermana fueron los primeros en infectarse. Después empezó mi hija de 14 años con los síntomas, con mucho dolor de cabeza. A los pocos días sentí fiebre y entré en pánico”, relata.

Enseguida se fue al médico. “Le advertí que era la segunda vez que me picaba el mosquito, que necesitaba hacerme los estudios. Esa noche me subió la presión, tuve taquicardia”, detalla.

Le robó el sueño

Horas después llegaron los resultados de los análisis: el signo positivo al lado de la palabra dengue le robó el sueño por una semana entera. Llegó a pensar que podía morir. En el hospital la revisaron, pero la mandaron a su casa con la orden de que volviera ante cualquier señal de alarma: dolor abdominal, sangrado en las encías o en la nariz. Su caso era grave, le dijeron.

Pasaba el día acostada, con la sensación de no poder moverse, con un cansancio extremo y la angustia de no entender qué le estaba sucediendo. Cuando pasó la fiebre comenzó a sentir una fuerte picazón. Aparecieron ronchas en la piel. “Estaba tan mal que me quería cortar las manos. El dolor de espalda era insoportable”, describe.

EN LA CASA. Romina Rocha junto a su hija de 14 años que también está con dengue. Dice que el dolor que causa la enfermedad es insoportable. EN LA CASA. Romina Rocha junto a su hija de 14 años que también está con dengue. Dice que el dolor que causa la enfermedad es insoportable.

Le hicieron estudios para ver cómo estaban las plaquetas. Aunque habían bajado, el cuadro no empeoró. Por las dudas, ella se volvió a hacer otro análisis de sangre en forma particular. “Todo indica que lo peor ya pasó, aunque todavía me siento muy mal, fatigada. Tengo miedo de hacer hemorragias y eso no me deja dormir tranquila; me estoy cuidando mucho. Esta vez, a diferencia de la primera, me afectó mucho los ojos. Aun siento el ardor y se nubla la vista. La recuperación es mucho más lenta ahora”, confiesa Romina.

Aprendizaje

De haber sufrido en carne propia aquello que nadie quisiera tener, dos veces dengue, esto es lo que ella aprendió y que quiere compartir:

- No siempre la segunda vez que se produce una infección hay hemorragias o cuadros graves. Pero sí hay que cuidarse y estar más atento a los signos de alarma.

EN LA CASA. Romina Rocha junto a su hija de 14 años que también está con dengue. Dice que el dolor que causa la enfermedad es insoportable. EN LA CASA. Romina Rocha junto a su hija de 14 años que también está con dengue. Dice que el dolor que causa la enfermedad es insoportable.

- Hay que hacerse siempre los análisis, tanto los estudios para saber cómo está tu sangre, tu nivel de plaquetas, como también para confirmar si tenés dengue. Saber que tuviste la enfermedad y el serotipo que te infectó es fundamental. Mientras más información tenés es mejor para tranquilidad de uno y para saber cómo actuar. Yo no se qué tipo de dengue tuve ni la primera ni la segunda vez (hay cuatro serotipos; en Tucumán circulan en DEN 1 y el DEN 4).

- No alcanza con cuidarse con repelentes ni tener limpia toda tu casa si toda la comunidad no hace lo mismo. Tampoco sirven de mucho las fumigaciones. Por mi cuadra pasaron varias veces fumigando y lo mismo hay varios vecinos que se enfermaron.

- Es necesario tomar consciencia. Estamos todos hablando del coronavirus pero hay que dar más información sobre esta enfermedad que hoy está más presente y causando más daño.

Comentarios