Las escribanías trabajan, pero a puertas cerradas y con turnos

Las escribanías de Tucumán ya están funcionando pero a puertas cerradas, es decir, sin atención al público, y con el mínimo de personal. Es una de las actividades consideradas esenciales por el Gobierno Nacional en el marco del aislamiento social, preventivo y obligatorio. La tarea está limitada a las necesidades urgentes de la población y se realiza con un mínimo de personas indispensables. La atención de los clientes se hace únicamente con turnos que deben solicitarse por vía telefónica, mail o WhatsApp de las propias escribanías.

Tucumán cuenta con solo 160 escribanos en la Provincia, por lo tanto la actividad notarial es intensa. “El cliente llega a la escribanía en el horario que se lo cita. Si se da el caso, pueden venir las dos partes, pero solamente las personas indispensables para cumplir con el acto notarial. Pisan una alfombra con lavandina para desinfectarse las suelas de los zapatos, se ponen la máscara, usan sus barbijo, se higienizan las manos con alcohol en gel y mantienen la distancia recomendada de persona a persona”, explica el presidente del Colegio de Escribanos, Marco Padilla (h), .

Las tareas de los profesionales están todavía limitadas porque la actividad registral no se normalizó en su totalidad: si bien ya funciona el Registro Automotor aún no lo ha hecho el Registro Inmobiliario de la Provincia, que se reactivará partir del 18 de este mes, según lo determinó la Provincia (mediante decreto N° 777) firmado ayer. La actividad se iniciará “en forma gradual y ordenada”, aclara.

Además para posibilitar el cumplimiento de la cuarentena únicamente se están atendiendo los casos de fuerza mayor. “Es decir, si alguien necesita vender su moto porque es cuentapropista y ha quedado sin recursos para poder vivir, se contempla esa situación para que pueda realizar la operación. El profesional es el que decide si se trata de un caso urgente pero el interesado debe firmar una declaración jurada y un requerimiento de la actuación notarial”, señala Padilla.

“Los escribanos fueron de los primeros profesionales en salir en cuarentena administrada cuando fueron convocados por el Gobierno Nacional para ir a las casas de los jubilados a realizar cartas de poder gratuitas para nombrar apoderados ante la Anses que cobren sus sueldos”, recuerda. Hoy las escribanías trabajan bajo estricto protocolo.