Los secretos para la birra perfecta en casa

Los secretos para la birra perfecta en casa

Con qué acompañar y en qué vasos beber.

RUBIAS. Las cervezas livianas son ideales para acompañar con maní. RUBIAS. Las cervezas livianas son ideales para acompañar con maní.
03 Mayo 2020

Carolina Ortega, maestra cervecera de Quilmes en la planta de Acheral, brindó consejos para una experiencia insuperable.

1. Enfriar la cerveza en la heladera, durante dos horas. Y unos 10 minutos antes de consumir, llevarla al freezer. No es aconsejable enfriar en el freezer, porque si la cerveza se congela, pierde muchas de sus propiedades.

2. El vaso frío está bien, pero no enfriado en la heladera ni en el freezer. El vaso puede quedar con aromas del freezer o la heladera, y eso cambiará la experiencia con la cerveza. Aconsejamos enfriar el vaso con agua fría, potable por supuesto.

3. La cerveza siempre tiene que estar coronada con dos dedos de espuma, por varias razones, pero principalmente porque evita que el líquido esté en contacto directo con el oxígeno del aire y se oxide y porque conserva los aromas. Para servirla, comenzar con el vaso a 45°, evitando que el pico toque el borde, y luego poner en vertical cuando falten 5 centímetros para terminar la carga.

4. Si extrañás tu bar favorito, acompañá tu cerveza con unas papas o con maní. “Las cervezas rubias, livianas y claras, son ideales para acompañar una pizza casera por ejemplo, una picada de fiambres o simplemente... con nada. Con unas papas y maní”, propone Ortega.

5. Las cervezas dulces, como una stout, van bien con platos que tengan ingredientes que tiren a lo dulce: batata, zanahorias, remolachas, agridulces, etcétera. Incluso con postres.

6. “Las cervezas con maltas tostadas, como la bock, van muy bien con carnes o vegetales asados. Un chorizo a la parrilla o al horno, por ejemplo. Las cervezas con buena graduación alcohólica maridan bien con comidas grasosas, porque limpian el paladar”, destacó Ortega.

7. Respecto de los vasos, hay una infinidad de variantes. Pero la regla, explica Ortega, es que las copas que se cierran hacia arriba son más aptas para cervezas pesadas y aromáticas, porque conservan los olores. Los vasos chicos son para cervezas que se beben rápido y los de vidrio grueso y con manija, como los chopp, ayudan a conservar el frío por algunos minutos más.

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