Al “Zorrito” le gustan los pollos

Al “Zorrito” le gustan los pollos

Arriba del ring, Coria combina los golpes; y abajo, el trabajo y los afectos.

CONTENTO. Como en el ring, Coria asume todo el protagonismo en su avícola. CONTENTO. Como en el ring, Coria asume todo el protagonismo en su avícola.
12 Abril 2020

En Famaillá, Cristian Coria está aislado, pero no completamente. ¿Marche preso? No. “Puse una pollería, vendo un producto de primera necesidad. Además de pollo, hay huevos y pescados. Por suerte me permiten trabajar”, agradece el boxeador, que se ríe de él mismo. “Al final, a ‘El Zorrito’ le gustan los pollos”, reflexiona sobre su elección. Si bien la idea era poner el negocio luego de bajarse del ring, una serie de eventos adelantó la implementación del plan. Con el presente que se vive, quizás haya sido lo mejor.

Para que la pandemia lo haya encontrado a Coria en Famaillá junto a su familia hay que remontarse hasta el año pasado. Por un inconveniente de visado no pudo seguir entrenándose. “En realidad, viajé a Estados Unidos, pero al llegar me exigieron visa de trabajo al ser un atleta profesional”, explicó. “No tuve la suerte”, dijo primero, pero rápido se rectificó. “O quizás sí fue suerte”, cambió de parecer. La balanza se inclina hacia los afectos y el hecho de poder estar con ellos en una situación tan atípica en la que la contención es fundamental. Sin embargo, la frustración está. “Justo pasó cuando creía que mi carrera estaba llegando a la cima, fue un golpe duro del que me costó levantarme”, reconoció Coria.

Al “Zorrito” le gustan los pollos

Luego de ese episodio, las puertas no se cerraron del todo. Apareció una oportunidad en Europa. “Precisamente en Madrid. Decidí viajar a fines de marzo, como para acomodarme más con el negocio y creo que, al final, fue una gran decisión. Si lo hacía antes, todo hubiese sido en vano por la triste realidad que estamos atravesando por el virus”, evaluó el dueño de una foja con 29 victorias, siete derrotas y dos empates.

CON UN CLIENTE. Además de atender Coria habla de boxeo, de pollos y de la vida. CON UN CLIENTE. Además de atender Coria habla de boxeo, de pollos y de la vida.

Tan avanzado estaba el viaje que ya tenía los pasajes. Hasta Andrés Calamaro, con quien entabló amistad ya que es amigo de su representante, le envió un video en el que le anticipaba los planes de encuentro en la capital española.

Viajes y famosos

“Toda mi vida siempre fui un poco trotamundos. Cada vez me cuesta más separarme de los míos, pero lo hago pensando en ellos. Sé que un día esto se acabará y podré disfrutar de mi familia, de mis hijos”, dice con seguridad Coria. Por lo pronto, aunque debido a un motivo poco feliz, está gozando de la gente que ama. “Esta cuarentena me permitió pasar más tiempo con mis hijas por las tardes, ya que en la mañana trabajo en mi negocio. Agradezco a Dios el poder estar aquí en mi casa. Jugamos a las cartas, miramos películas, hacemos juegos, las tareas de la escuela y de la casa también. Tengo una bolsa para boxear y elementos del gimnasio. Hay días en los que nos entrenamos también, aunque cuesta un poco ahora”, relató “El Zorrito”.

“En julio, hará un año que estoy en mi casa, sin separarme. Hacía mucho que no me pasaba esto. Lo disfruto, como hace un año atrás disfrutaba estar en Los Ángeles. Todos son momentos únicos”, reconoció. Un entrenamiento con el filipino Manny Pacquiao o una tarde de mates con Lucas Matthysse son esos recuerdos imborrables que el boxeo viene dejándole. Tras 15 años de actividad, la pandemia puso más en la órbita de su universo la idea de la finalización de su carrera deportiva. “El boxeo, ahora, para mí es una incógnita, porque está todo paralizado y no se sabe cómo irá a continuar esto -sostuvo-. El retiro es algo que sé que está más cerca, pero aún no quiero pensar en ello. Siento que aún puedo lograr cosas porque creo en mí, como lo hice en toda mi carrera y es suficiente para continuar”.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios