"Amor Boda Azar": todo lo bueno queda deslucido por el final

"Amor Boda Azar": todo lo bueno queda deslucido por el final

LAS MEJORES INTENCIONES. La media hora inicial arranca carcajadas. Después, todo se torna convencional. LAS MEJORES INTENCIONES. La media hora inicial arranca carcajadas. Después, todo se torna convencional.

Buena

Película 

Por Netflix

La comedia romántica es uno de los géneros quizás más denostado por los cinéfilos. Hartos, tal vez porque cuesta mucho encontrar una que sea original, la fórmula de “chico conoce chica” la hemos visto hasta el cansancio, y sabemos desde el primer minuto de estas películas cómo terminarán. Netflix parece obsesionado con recuperar y mantener este género y nos proporciona un flujo permanente de encuentros románticos. “Amor Boda Azar”, el último lanzamiento, no es la excepción, aunque esta vez, si bien ya desde el título sabemos que es una historia repetida, llega con una (desacertada) vuelta de tuerca.

Aunque literalmente el título podría haberse traducido como “Amor de boda repetido”, se trata de la remake de una comedia francesa de 2012 (“Plan de Table”), que nos sitúa en una boda tensa y luego agrega un truco fantástico.

La película nos cuenta la historia de Jack (Sam Claflin, “Antes de ti”) y Dina (Olivia Munn, “X-men Apocalipsis”), quienes se reencuentran en un casamiento luego de un beso fallido que podría haber sido el inicio de una relación. Dependiendo del lugar azaroso donde se sienten en la mesa de la recepción, la historia puede salir muy bien o muy mal.

Tal como podríamos esperar del escritor y director Dean Craig (autor de las versiones británica y norteamericana de “Muerte en un funeral”, 2007 y 2010 respectivamente), el humor se hace presente de la mano de lo bizarro y de lo incómodo. Un ex de la novia llega drogado y decidido a arruinarlo todo, un sedante cae en manos equivocadas, abundan los chistes sobre genitales y los protagonistas son constantemente separados por situaciones fuera de control.

El desenlace se hunde en una espiral de humor negro y cuando la película debería haber terminado rompiendo definitivamente el género, una voz en off nos ofrece una segunda versión edulcorada de lo que podría haber ocurrido.

El truco, forzado sin dudas, nos deja con la sensación de que todo fue arbitrario y en vano. Un sentimiento de insatisfacción extraño para una comedia romántica. La conexión de los personajes no está motivada, predestinada o ganada, es sólo cuestión del azar y del artilugio caprichoso del guionista.

“Amor Boda Azar” queda muy lejos de lo mejor del género. Los protagonistas carecen de química y tienen personalidades que saben a postre de vainilla. En la segunda opción del desenlace, el esfuerzo de llevar dramatismo y profundidad a una película llena de chistes obscenos llega demasiado tarde. “El Claro de Luna” de Debussy de fondo parece un grito desesperado en el intento de llenarnos con alguna emoción que, por supuesto, no está ahí.

Sin embargo, los gags y el tono negro y amargo de la primera mitad arrancan más de una carcajada. Todo gracias a las situaciones incómodas y tragicómicas, y al casting de los personajes secundarios, como el “hombre de honor” Bryan (Joel Fry) que accidentalmente toma el sedante o Sidney (Tim Key), un aburrido empleado de seguros vestido de escocés que tiene problemas para socializar.

La película intenta conectarnos con ese “qué hubiera pasado si” tan universal que todos sentimos alguna vez. Y queda atrapada ahí, en lo que “podría haber sido” una gran comedia romántica. A lo mejor vale la pena mirarla sólo por la mitad.

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