Caravaggio pintó las luces y sombras, y el cine lo retrató

Caravaggio pintó las luces y sombras, y el cine lo retrató

LA GACETA eligió media docena de películas que desarrollará a partir de hoy, con el criterio de quiénes son sus directores (Akira Kurosawa, Peter Greenaway, Julian Schnabel, entre otros); los artistas o movimientos artísticos de los que trata (renacentistas, realistas o contemporáneos.

“BACO”. El óleo sobre lienzo de Caravaggio evidencia la juventud del modelo y sus rasgos andróginos. “BACO”. El óleo sobre lienzo de Caravaggio evidencia la juventud del modelo y sus rasgos andróginos.

Derek Jarman estrenó en 1986 la película “Caravaggio”, que elude las categorías del documental y de la biopic de uno de los artistas más importantes de la historia. Envuelto en una vida violenta, aún no se sabe cómo murió: desapareció en junio de 1610, cuando tenía apenas 39 años.

Imposible saber si Jarman, con esta realización en pantalla grande, tuvo en cuenta al “primer chico malo” del arte. No es una película lineal sobre la vida del artista; el cineasta parte de algunas de sus pinturas para componer la trama, a través de una lectura libre de ellas. La hipótesis del análisis es que el filme es un retrato icónico y que se diferencia de la biografía tradicional, porque permite una mayor libertad expresiva en la composición del personaje.

Lo cierto es que Michelangelo Caravaggio tomó gran distancia del ideal de belleza del Renacimiento, le da el puntapié final. Lo suyo es el barroco, el contraste. No es el artista atormentado del Romancitismo; su vida tuvo tanto de dolor como de placer. Fue el gran representante de la pintura de la era barroca.

Claros y oscuros, hondo dramatismo, luces y sombras. Su vida fue parte de ese contraste. Permanentemente era protagonista de disputas y peleas, asesinó a un joven y le cortó el pene; mientras algunos biógrafos hablan de su homosexualidad, otros aclaran que era bisexual y pederasta. Sus modelos pertenecían a los barrios bajos, eran seres marginales; su obra estuvo centrada en pecadores y marginados. Y sus últimos años los pasó huyendo, escapando de la cárcel.

En el congreso internacional de historia y cine de cine (en Madrid, hace una década) David Moriente sostuvo que la mala fama y sus peleas “sirvieron para mantener mucho tiempo cercada su verdadera importancia como constructor de imágenes fascinantes... Después vendrían los artistas malditos, los románticos y los vanguardistas del siglo XX”.

Con modelos

En la hora y media de película el artista recorre las calles de la ciudad, juega y pelea, y establece sus relaciones más serias en el taller. Es su lugar de trabajo pero también su espacio para las pasiones.

En estos tiempos de virtualidad, puede enseñar mucho ver cómo trabajaba Caravaggio con sus modelos en vivo; cómo componía las escenas que deseaba crear. El papel fundamental que las obras desempeñan dentro de la película es evidente desde el momento en que los personajes pictóricos son suplantados por aquellos cinematográficos, hasta el punto de que Jarman imagina al mismísimo pintor posando como el “Muchacho con el cesto de frutas”, que se puede ver en la Galleria Borghese, o el “Cristo de la Deposición”, de los Museos Vaticanos; al Cardenal del Monte como el modelo del San Jerónimo de la Galleria Borghese; a Ranuccio como el verdugo del Martirio de San Mateo de San Luis de los Franceses y a Lena como la Magdalena penitente ubicada en la Galleria Doria Pamphilj, enumera el estudioso Félix Monguilot Benzal.

Asociación

Esta asociación o apropiación de personajes da como resultado un maravilloso equilibrio entre cada una de las realidades que se sobreponen, sin llegar a suplantar la una por la otra.

Está claro que Jarman inventa situaciones y personajes, y que tropieza con anacronismos pero para demostrar que el tiempo presente siempre influencia la historia pasada.

En una escena de la película, un personaje lleva un periódico en la cabeza; aparece la calculadora de oro del Marqués Giustiniani y hasta una máquina de escribir.

La producción de Jarman lo plantea como un transgresor y un revolucionario. El “Caravaggio” del director británico no es la única película o documental sobre el maestro del barroco, pero marca cuán distinto es y cómo se observa cuando es un artista quien realiza una obra sobre otro artista.

Los posicionamientos son distintos, saben qué van a mostrar y cómo hacerlo, cómo acercar una cámara y el encuadre. Y fue filmada en tiempos en que la tecnología actual casi ni existía.

Fallecimiento

Jarman realizó otros filmes, incluso con la banda punk Sex Pistols en 1976: fue cineasta, pintor y activista por los derechos civiles. Un par de meses de estrenar “Caravaggio”, le diagnosticaron sida, y falleció en 1994.

En la dirección de actores y actrices (participan entre otros Nigel Terry, Sean Bean y Tilda Swinton) el director logra la creación de intensos climas.

El filme se puede encontrar en numerosos sitios de películas por internet, incluso en forma gratuita.

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