El Instituto Nacional de Teatro sale al rescate de los independientes

El teatro independiente argentino tiene una referencia mítica fundacional: la familia Podestá (oriunda del Uruguay) fue la pionera en la construcción de una dramaturgia propia desde la carpa de su popular circo criollo, con especial reconocimiento a los hermanos Pepe y Pablo Podestá. Su apellido le dio el nombre (en forma de acrónimo) a un programa urgente de salvataje que comenzará a implementar el Instituto Nacional de Teatro (INT) en todo el país, con una partida de $100 millones.

El plan Preservación Operativa de Espacios, Salas y teatristxs Argentinxs (Podesta) fue diseñado por un comité de crisis convocado por el director ejecutivo del INT, Gustavo Uano, y del que participaron los miembros del Consejo de Dirección, entre ellos los tucumanos Roberto Toledo y Patricia García. El nombre fue propuesto por el secretario general del INT, Ariel Molina, ante la parálisis del sector por la suspensión de funciones y del dictado de talleres por la cuarentena dictada para enfrentar el coronavirus.

“Las circunstancias que nos están tocando atravesar son absolutamente inciertas e inéditas. Estamos construyendo sobre la marcha, ‘haciendo camino al andar’, tratando de reaccionar con los mayores reflejos posibles y aplicando el máximo de sentido común. Tenemos claro que no debemos subestimar la complejidad del escenario que se vislumbra a futuro, por lo que nos propusimos optimizar el tiempo disponible para ganarle terreno a la curva de la problemática. También sabemos que el teatro y sus hacedores son un bien imprescindible para la evolución de la Argentina y por ello hay que contenerlos y asistirlos prioritariamente”, señaló Uano, en diálogo con LA GACETA.

Las iniciativas (ver “Las precisiones del Plan Podesta”) son complementarias de otras acciones lanzadas por el Ministerio de Cultura de la Nación, y están enfocadas específicamente al quehacer teatral no estatal.

- ¿Cuál es el universo al que aspiran alcanzar?

- Las líneas ya lanzadas incluyen a 232 salas, 78 grupos y 538 producciones de todo el territorio nacional, todo lo que está oficialmente incorporado al sistema formal desde mediados de 2018 hasta marzo de 2020 y que trataremos de contener de inmediato. El objetivo es preservar y sostener esa actividad existente, de la cual no nos queda margen de duda.

- Es escenario es dramático para muchos teatristas...

- Sabemos que este plan es un paliativo, que la situación es desesperante y de alto dramatismo. Sobre todo afecta a quienes se encuentran afuera del sistema, en contextos más vulnerables y en sectores de la economía informal. A pesar de que tratamos de que los apoyos sean lo más abarcativos posibles, la frazada es corta.

- ¿Es una lista cerrada o se prodrá ampliar a futuro inmediato?

- En estos momentos estamos relevando la demanda invisible del sector y buscando articular con otras instituciones para trabajar de manera complementaria. En un par de semanas vamos a lanzar otras líneas en desarrollo y planes especiales regionales destinados a estos sectores excluidos. En el haber de este opaco panorama debemos reconocer que estamos aprovechando los recursos a favor con los que cuenta el organismo: somos un ente autárquico que en su funcionamiento colectivo produce importantes sinergias, con muchos años de trayectoria y crisis a cuestas. A diferencia de los últimos años, el Consejo de Dirección está saludablemente activo y cohesionado con esta Dirección para normalizar el funcionamiento de la institución y poder atender esta situación extraordinaria. Párrafo aparte merecen nuestros valiosos empleados y agentes, que acompañan esta cruzada desde sus casas con esmero.

- ¿Con qué dinámica de trabajo los encontró la crisis?

- El miércoles 11 de este mes propiciamos las primeras reuniones de trabajo para conformar un comité de crisis. A esa altura aún no se habían tomado medidas drásticas a nivel oficial en el país, pero en una reunión convocada de urgencia por las autoridades del Ministerio de Cultura nos alertaron de que rápidamente los acontecimientos podían llevar a una parálisis total de la vida social y de las actividades culturales. Entonces elaboramos el primer esbozo de un escenario de emergencia extrema y acordamos mantener fluida comunicación. Había que concentrar las energías en evitar el cierre de espacios escénicos, la disolución de grupos, la cancelación de eventos, la baja de espectáculos y demás contingencias.

- Hay recurrentes quejas por la maquinaria burocrática del INT...

- La emergencia sanitaria facilita la implementación de circuitos administrativos mucho más ágiles para vehiculizar las ayudas especiales, pero también para acelerar la tramitación de subsidios ordinarios demorados. Esta modificación ha resultado ser clave para nuestro organismo. Hemos definido las líneas principales de acción, con mucha información concreta respecto a nóminas de beneficiarixs y recursos comprometidos, gracias a la dedicación de todo el personal del INT, que desde hace ya más de 10 días se encuentra trabajando desde sus hogares en formato on line.

- ¿Cómo esperás que se vaya a resolver todo?

- Deseamos de corazón que esta pandemia termine pronto y deje el menor daño posible, para que los hacedores escénicos federales puedan ser protagonistas de otro contagio más saludable: el de la pasión del teatro. Además de expresar voluntad política con estos planes, queremos responder de manera creativa y con el misticismo característico del teatro independiente para apelar, otra vez, a su resiliente épica solidaria.

Día mundial de una pasión
Mensaje de celebración

“Hay que celebrar el Teatro. Y a quienes lo hacen. Quienes actúan y quienes observan. Quienes sufren por él y quienes disfrutan. Celebremos, mientras esperamos salir de nuestros hogares y asistir a nuestra próxima obra”, escribió e viernes el director del Teatro Nacional Cervantes, Rubén D’Audia, para recordar el Día Mundial del Teatro en medio de la cuarentena. “Si pensáramos que el teatro es sólo el encuentro de un grupo de artistas con su público dentro de un espacio físico que damos en llamar salas teatrales… ¿Qué sucede con esta actividad cuando entra en suspenso? ¿Deja de existir? (...) El Teatro, actividad humana tan antigua como la civilización, ha sobrevivido a lo largo de siglos. Se ha sobrepuesto a la estupidez, a la locura y a esa impresionante capacidad de daño que posee el hombre. (...) El arte de la representación es tan fascinante a nuestra vista, tan esencialmente humano y tan arraigado a la expectativa de lo divino, que seguirá existiendo y desarrollándose por el resto de nuestra existencia y hasta el fin de los tiempos”, resaltó.