San Martín, en tiempos de la epidemia

San Martín, en tiempos de la epidemia

Con la suspensión del fútbol casi confirmada, en La Ciudadela evalúan cómo seguirán sus días.

El COVID-19 es el nuevo ombligo del mundo. Y el universo del fútbol en Argentina se debatió en torno a él durante varios días, hasta que finalmente ayer se tomó la decisión de suspender la actividad por tiempo indeterminado (aunque hoy se realizaría el anuncio oficial) en consonancia con lo decidido por el resto de países de la región y del resto del mundo.

San Martín, por supuesto, no fue la excepción de este estado de incertidumbre en el fútbol vivido durante la última semana, a partir de que se tomara la resolución de seguir jugando pero a puertas cerradas y, en especial tras la decisión de River de no presentarte a jugar el sábado, como medidas de prevención de la propagación del brote de coronavirus.

La estadía de dos días en Buenos Aires para jugar con Brown de Adrogué dejó como saldo una nueva derrota –la segunda consecutiva- y la consecuente preocupación por la reducción de la diferencia –ahora de tres puntos- sobre su inmediato perseguidor, Defensores de Belgrano. Todo esto en un contexto de indefinición sobre la continuidad o no del certamen.

San Martín pasó el fin de semana alojado en un hotel del microcentro porteño, donde compartió hospedaje con turistas extranjeros, según se pudo apreciar in situ. Con todo, los jugadores y demás integrantes de la comitiva “santa” parecieron adoptar una actitud de calma ante el riesgo. Incluso no faltaron los apretones de mano ante eventuales interlocutores y la observación de distancias menores a las recomendadas entre sí a la hora de distenderse en los sillones del lobby del hotel.

Cuando LG Deportiva los interrogó acerca de cómo se sentían ante la amenaza del brote de la pandemia en el país y sobre su opinión sobre si el fútbol debía parar o no, emergieron opiniones disímiles, miradas hasta antagónicas.

“Hay que acatar las órdenes que vengan de arriba, es así. Yo mucho del tema no sé, hay que prevenir, escuchar, esperar lo que se decida. Y lo que se decida en la cúpula de arriba va a estar bien, porque ellos son los que nos tendrían que cuidar a nosotros”, apuntó Emiliano Amor.

Por su parte, Emiliano Purita matizó: “Si vamos a hablar de salud, yo creo que lo más lógico es que se pare todo, pero no sólo el fútbol. No puede ser que haya gente que tenga que ir a trabajar igualmente y nosotros, por tratarse de un deporte que tiene mucha repercusión, tengamos que parar”.

“Si vamos a parar, que paremos todos, si no que se tomen las medidas correspondientes y que lo haga la gente que sabe, los que están capacitados”, agregó el mediocampista un par de horas antes de que el presidente Alberto Fernández expresara su deseo de que el espectáculo del fútbol no se detuviera pese a la actual coyuntura.

En tanto, Sebastián Matos fue concluyente ante la consulta de LG Deportiva. “Sí, totalmente. Hay que parar el fútbol. Basta con ver lo que fue pasando en los demás países, no podemos llegar a eso. Si se toman esas medidas (de discontinuar la actividad) habrá que apoyar e ir todos hacia adelante como país”.

El delantero insistió en argumentar su posición: “hay que parar, en Europa el virus estaba instalado hace un par de meses, no sé si se demoraron (en tomar medidas más extremas) y hoy están como están. Nosotros tenemos que ser un poco más vivos y no demorarnos, para que no pase lo mismo”.

Ante la pregunta de si la mayoría del plantel “santo” compartía su opinión, Matos contestó: “creo que todos piensan lo mismo”.

Entretanto, antes de retornar a Tucumán, dirigentes y cuerpo técnico ya pensaban en alternativas para el caso de que el “parate” se concretara.

“Mucho tiempo no podés parar, porque para los jugadores 15 días sin entrenar es como darles vacaciones, después necesitás una semana más para ponerlos a punto, una pequeña pretemporada. Es un tema complicado”, adelantó Ricardo Seoane en relación a un eventual escenario que se tornó realidad anoche.

El vicepresidente reveló qué hará el club ante la nueva coyuntura. “Se les dará un plan de entrenamiento y una dieta a cada uno, hasta que luego haya nuevas medidas”.

“¿Si esa ‘cuarentena’ forzosa la tendrán que hacer todos obligatoriamente en Tucumán? Sí, porque ahí tenemos equipo médico, nutricionista… si es así, queremos que todos estén en Tucumán mientras el fútbol esté parado. Por cualquier problema físico que pueda surgir y porque la nutricionista podría pasar casa por casa y tomarle los pliegues, para que el día que les toque volver a entrenar estén más o menos en buenas condiciones”, afirmó Seoane.

A Matos le cuesta imaginarse cómo será entrenar cada uno por su lado, durante un par de semanas. “Es una locura, sinceramente no puedo creer que pase esto, pero hay que adecuarse y tratar cada uno de ser consciente, lo más profesional posible. Si nos toca entrenar individualmente habrá que hacerlo, no queda otra”.

Purita es consciente que deberá subirse a la bicicleta fija en su casa más que de costumbre en los próximos días. “Si no queda otra, habrá que entrenar solo. Pero si vamos a hacerlo, que sea bien hecho, que tomemos las precauciones necesarias. No hagamos las cosas para el beneficio propio. Si paramos, que sea por tener una consciencia social”.

En definitiva, había posiciones más conservadoras y otras, menos como la del entrenador Favio Orsi, quien ya la semana pasada adelantó que según él la pelota no debería seguir rodando en la actual emergencia sanitaria, tal como al fin se decidió.

El mundo San Martín también tiene al coronavirus como ombligo.

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