Transporte público: en abril se fijará el cuadro de subsidios nacionales

Transporte público: en abril se fijará el cuadro de subsidios nacionales

El macrismo había anunciado que cesarían los fondos pero mantuvo una caja que asistía mayoritariamente a firmas porteñas

CUESTIONADO. Los usuarios critican la frecuencia del transporte público. la gaceta / foto de archivo CUESTIONADO. Los usuarios critican la frecuencia del transporte público. la gaceta / foto de archivo

La discusión sobre el sistema de transporte público se centra sobre un ítem: los subsidios. Esos fondos otorgados por la Provincia y por la Nación sostienen el servicio para evitar que las empresas deban financiarse exclusivamente por la venta de boletos. ¿Por qué interesan tanto? La forma y el monto en que se subsidiará a las firmas de colectivos en el gobierno del Frente de Todos definirá cuánto aumentará la tarifa este año.

El esquema de subsidios nacionales para el transporte público del Gobierno nacional aún no se conoce. Se espera que el presidente Alberto Fernández remita el proyecto de Presupuesto 2020 al Congreso en abril. Hasta entonces, el ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, había firmado en enero un decreto para extender la vigencia de una caja de $ 5.000 millones a las empresas de cada distrito, por 120 días, para evitar nuevos aumentos de tarifa.

Los subsidios nacionales comenzaron a asignarse como tales en 2002, durante la presidencia interina de Eduardo Duhalde: el Estado nacional salió en auxilio de las empresas de colectivos de todo el país para contrarrestar de inmediato el cierre de firmas y los despidos. Fue un auxilio tras la crisis de 2001.

Conflictos

Los reclamos de los empresarios por el esquema de subsidios al transporte público comenzaron en 2018: la gestión del entonces ministro de Transporte durante el macrismo, Guillermo Dietrich, congeló los valores de los subsidios a montos de 2017. Por una década, la Nación asistió a las empresas de transporte público de todo el país a través de dos figuras: compensación tarifaria y combustible. El aporte en 2017 y 2018 para Tucumán abarcaba $ 210 millones mensuales por compensación tarifaria, con fondos recaudados a través de un impuesto incluido en la carga de combustible en los surtidores de estaciones de servicio. En cuanto a combustibles, el valor del gasoil Euro se mantuvo a $ 10 el litro.

La reacción en el Gobierno provincial fue sancionar una ley de emergencia en el sector, que aportaba $ 20 millones mensuales entre las empresas.

En 2018, luego de la toma de deuda con el Fondo Monetario Internacional, Dietrich y el entonces ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, acordaron recortes en el transporte público: los subsidios nacionales cesarían en 2019. El criterio era que la Nación no tenía por qué sostener con subsidios la explotación de líneas de transporte público asignadas en licitaciones de municipios o provincias. Para ello, el Gobierno nacional pactó con los gobernadores en el consenso fiscal para 2019 que las provincias se harían cargo de los subsidios al transporte.

Durante el año pasado, el Gobierno provincial subsidió a las empresas con $ 130 millones mensuales. El Gobierno nacional dispuso un fondo de compensación durante la transición: a las firmas tucumanas se le asignaron $ 53 millones mensuales. Como el combustible dejó de ser subsidiado, ese año las firmas afrontaron un salto en el gasoil: pasó de costar $ 10 el litro con subsidios hasta $ 58 -según datos de Aetat, una empresa de la capital requiere de 75.000 litros de combustible en promedio-. La cúpula de Aetat reclamó que la Nación sostuvo el aporte en subsidios para el combustible a las empresas porteñas y del conurbano bonaerense.

Si bien el macrismo había puesto en vigencia un Fondo de Compensación para evitar un traslado traumático de fondos a las provincias, el reparto estuvo lejos de ser federal: de los $ 63.378 millones destinados al transporte de colectivos a todo el país el año pasado, $ 56.433 millones fueron a firmas de la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires, es decir, el 89% del total. Tucumán recibió $ 643 millones, es decir, el 1,01%. Si se divide la cantidad de fondos por la cantidad de habitantes en cada distrito, en 2019 se otorgaron $ 254 en subsidiar el boleto de colectivos en Buenos Aires, mientras que en Tucumán implicó $ 37.

El año pasado por el traspaso de los subsidios nacionales a las provincias más el impacto de la devaluación sobre insumos dolarizados, la relación con el sindicato se tensó: hubo 14 jornadas y media de paro. El promedio da un día de huelga en el transporte cada 26 días a lo largo de 2019. Con la amenaza de despidos y pagos fuera de término, el año pasado también cerró con tres subas: en enero el boleto costaba $ 15,50. En marzo subió a $ 19,30, en julio aumentó a $ 24 y finalmente, en diciembre, alcanzó los $ 30.

Tras los conflictos de 2019, el Gobierno provincial extendió la emergencia por decreto y dispuso el giro de $ 1.390 millones para este año con fondos provinciales. Sin embargo, en el Presupuesto 2020 en el ítem Subsidios al Transporte se consignan fondos por $ 2.100 millones, es decir, $ 175 millones mensuales (considerando que el aporte será el mismo durante los 12 meses). Como la Nación incrementó los fondos de subsidios nacionales, la gestión del gobernador Juan Manzur definió reducir la ayuda económica provincial a las firmas, de $ 130 millones a $ 81 millones.

Radiografía del transporte

- La flota de colectivos en la provincia ronda las 800 unidades

- Hay 14 líneas urbanas en la capital y 56 interurbanas-rurales

- En promedio, una línea requiere 70.000 litros de gasoil al mes. Con el litro a $ 65, equivale a $ 4.550.000

- Cerca de 4.000 empleados trabajan en el sector

- Una línea urbana vende cerca de 258.000 boletos al mes

- En 2019, el boleto urbano subió un 93,5%: hubo tres aumentos en el año, que lo llevaron de $ 15,50 a $ 30.

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