Alto Verde: vecinos obtuvieron elocuentes imágenes aéreas

Nos quejamos por la inseguridad. Nos quejamos por la basura tirada. Nos quejamos porque no tenemos espacios verdes. Pero no nos involucramos. Nadie se involucra, ni en Yerba Buena ni en otras ciudades. Siempre, la culpa la tienen las municipalidades o los demás. Y así, las cosas no cambian. Eso piensa el empresario Rodolfo Daruich, quien vive en uno de los barrios cerrados Alto Verde, cuyo único acceso es un camino de sirga que bordea el canal Caínzo - Las Piedras. Con las lluvias de verano, esa ruta ha empeorado: se encuentra socavada, no tiene ninguna valla de protección que separe a las personas del barranco y los baches le han brotado como una varicela.

Hasta hace una semana, cada vez que él y los demás vecinos iban a reclamarle al Estado, los hacían escribir notas, firmar notas, dejar notas, anotar números de reclamos e irse. Pero esta vez, dijeron basta: entre otras acciones, hicieron fotografías con un dron para que los tomaran en serio. Y cuando observaron esas imágenes áreas, hasta ellos se asombraron: en algunos tramos, el agua casi ha descalzado la calle, y la ha dejado expuesta a hundirse.

“Las tormentas son cada vez más intensas. Se llevan todo a su paso. No estamos preparados para esto”, lamenta Daruich. Aunque hay una buena noticia, dice: “queremos colaborar para vivir en un lugar mejor, más seguro y limpio”. Por eso, pide protagonismo en un plan de mejoramiento de esa vía: “en nombre de todo mi barrio, estamos esperando a que nos convoquen. Queremos hacer nuestro aporte”.

Daruich no está solo en la inquietud. Lo acompaña, por ejemplo, Patricio Nogueira, otro residente. Cuenta que en los últimos meses han golpeado sus nudillos en la Dirección Provincial del Agua (DPA), en la comuna de Cebil Redondo y en la Municipalidad yerbabuenense. “Mover esos organismos es como empujar un elefante. Las reuniones se diluyen y nosotros volvemos a tomar fuerzas recién cuando la crisis nos aprieta de nuevo”, admite. Nogueira forma parte del directorio de su vecindario. Explica que la mayoría de los reclamos han estado dirigidos a la DPA, porque los caminos de sirga corresponden a su jurisdicción.

- ¿Cree que la presión obligará a los gobernantes a enderezar sus políticas de infraestructura?

- Esto se puede tornar grave. Si se cae un pedazo de ese camino, tal vez lo haga con un auto o un ciclista encima. No pueden seguir mirando hacia otro lado.

Las fotografías con un vehículo aéreo no tripulado fueron obtenidas unas semanas atrás. Además de evidenciar el debilitamiento de la pared este, que es bordeada por la carretera, muestran un punto en que el agua formó una cueva. Entre los vecinos, ninguno sabe cuán profunda es esa cavidad. “Ahí nos dimos cuenta de la magnitud del peligro”, sintetiza Nogueira.

La situación les parece tan grave, que otros dos propietarios, José Mira y Jorge Agustín Gramajo, iniciaron un expediente ante la DPA, en el que le indican a su director, el ingeniero Mario Parrado, que el abandono del canal pone en riesgo a todas y cada una de las familias que, varias veces al día, lo deben atravesar.

“Teniendo en cuenta que el peligro es inminente, desde ya hacemos responsable a la DPA, en la persona de sus directores, de todo el daño que pudiera producirse por su omisión de arreglar, mantener y controlar el debido funcionamiento del canal. La irresponsabilidad y negligencia del organismo competente denota un desprecio por la vida de las personas”, le escribieron. Igual tenor tienen las notas que Mira y Gramajo le enviaron al intendente Mariano Campero y al delegado Fabián Assán, a quienes les solicitaron que intervengan e, incluso, también hicieron responsables. Tras ello, señalaron que iban a llevar su petitorio a la Defensoría del Pueblo de la provincia.

A través de un informe calificado como prioritario y proporcionado a LA GACETA a fines de 2019, la DPA tiene planificada la reconstrucción del canal Caínzo - Las Piedras. Esa obra de atenuación ha sido valuada en $ 2.200 millones, en ese momento, y consiste en el arreglo de los revestimientos y en la realización de unos diques y lagunas de detención para frenar los materiales sólidos, como piedras y árboles. El proyecto existe. Lo que no existe, o no ha aparecido todavía, es la plata. Ante eso, la vecina y abogada Lucía Elena Valy hace foco en la instalación de gaviones para sostener la ruta, de mínima.

Los barrios privados Alto Verde I y II se encuentran en la comuna de Cebil Redondo. No obstante, la principal vía de acceso es a través de la avenida Perón, en Yerba Buena. Se ingresa por la continuación de la calle Bascary, rumbo al norte. Hasta antes de 2015, se trataba de una zona periférica. Hoy, ambos vecindarios suman unos 500 lotes y en breve serán un millar, debido a la construcciones de dos nuevos barrios. Desde el 28 de febrero, este diario intenta preguntarles a los conductores de la Dirección del Agua cómo piensan afrontar la problemática. Hasta ahora, no se ha podido concertar una entrevista.