El “Decano” hizo a River más visitante que nunca

El “Decano” hizo a River más visitante que nunca

Una noche histórica. Pero quien debió ser protagonista no estuvo a la altura. River decidió traer a todo el plantel, y plantarse en el Monumental “José Fierro” a reclamar su título. Eso fue lo que intentó hacer apenas entró al campo de juego. No ganar, no jugar, reclamar lo que creía suyo.

Lejos de hacerlo, el nerviosismo y una inusitada arrogancia le jugaron una mala pasada. En los rostros de Ignacio Fernández, Javier Pinola e incluso de Gonzalo Montiel se podía observar, más allá de la concentración propia del momento, una sensación de como si todo estuviera resuelto. En la otra vereda, Atlético tomó este último encuentro de la Superliga como un desafío. Para los jugadores, y más aún para el hincha “decano”, fue la búsqueda de una alegría. No se levantaría ningún trofeo, pero entre los asistentes, sobre todo de la preferencial Laprida, se respiró durante todo el encuentro un aire de hazaña.

En la actitud de los jugadores del club tucumano se pudo ver esa respuesta inmediata. El plantel “decano”, agradecido con el recibimiento de sus simpatizantes, que por un momento olvidaron la reciente eliminación de la Copa Libertadores, dejó todo en cada jugada.

El gol llegó en el momento en que los cánticos empezaban a mermar, e imprimió un shock de euforia, renovando la expectativa.

El conjunto “millonario”, sin mayores luces, logró romper la valla rival a partir de una clásica jugada de la era Gallardo, pero el equipo no se acercó siquiera a los mejores momentos del River del “Muñeco”. No se escucharon gritos de aliento entre los jugadores, solamente reclamos de “Nacho” Fernández por algunas desconexiones en la mitad de la cancha.

Durante todo el segundo tiempo se escucharon las canciones más clásicas del “decano” de forma constante. Los minutos pasaban con llegadas a ambos arcos. De entre los cambios, el que más resonó en las tribunas fue el de Ignacio Scocco. Es más, tuvo la situación más clara, un mano a mano que se perdió por el palo izquierdo de Cristian Luchetti.

Los cinco minutos finales que el árbitro Patricio Lousteau adicionó, se hicieron eternos para los asistentes. Más aún cuando River en ese tiempo dominó la pelota, pateó al arco y arrinconó al conjunto tucumano.

Al menos en la preferencial Laprida, nadie preguntó por Boca. Este partido estaba fuera del campeonato para los hinchas. El “Decano” no fue un invitado de piedra a una fiesta ajena. Por todo ello, River fue más visitante que nunca, mientras el “Xeneize” le robó el festejo y se lo llevó a La Bombonera. (Colaboración periodística de Gerardo Rodríguez De la Vega)

Comentarios