Manzur, el Joker

“Esperemos que no llegue “el corona” aquí porque Manzur le va echar la culpa a la cerveza”, ironizó el lector Domingo Barthaburu, este jueves, en el foro de LA GACETA.

Humor negro que surge como reacción a otra broma que publicó el propio gobernador en Twitter, el miércoles: “A partir de este plan de vigilancia, en Tucumán hemos podido confirmar 22 infectados por Dengue, virósica producida por el mosquito Aedes Aegypti, que durante mucho tiempo estuvo controlada y cuya aparición está relacionada a la gran desatención en salud del gobierno anterior”.

Amén de la conexión de culpas desopilante a la que apela esta insólita publicación, contiene dos errores técnicos graves, sobre todo viniendo de un médico sanitarista: el Dengue no es una virósica “producida” por el Aedes Aegypti, sino que el mosquito es un mero vector (transmisor) de la enfermedad, y tampoco es una epidemia que haya estado controlada “durante mucho tiempo”, sino que viene castigando sin tregua a la región desde mediados de los 90, habiendo tenido su máximo pico en la historia argentina en 2009, justo el año en que Manzur asumía como ministro de Salud de la Nación.

El posteo de Juan Manzur hizo estallar las redes sociales. Asombro, enojo, carcajadas, desconcierto, bronca, impotencia…

En minutos, cientos de respuestas brotaron en el propio Twitter, en Facebook, en los foros del diario, en Instagram. Agravios contra el mandatario, mayoritariamente, pero también muchos tucumanos doblaron la apuesta y eligieron la acidez del humor:

-“¿A ver? ¿La gestión anterior? Sí, sí, adiviné, es de Manzur!!!”

-“Pero Manzur, vos sos tu propia gestión anterior, mirá que sos pillo, me hiciste pensar…”

-“Aplausos de pie para Manzur, por primera vez en 20 años hiciste una autocrítica y reconociste que tu gestión anterior fue un desastre. ¡Aplausos para el gober!”

-“Todos le tiran injustamente la problemática de la provincia a Juan Manzur. No es fácil después del desastre que le dejó Juan Manzur en la gestión anterior, que tampoco la tuvo fácil por la pésima labor del gobierno anterior, que Juan Manzur fue vicegobernador. Pobre Juan Manzur, la tiene dura por las chanchadas que le dejaron los demás juanes manzures”.

-“Ay ay ay Juancito, cada día te superás a vos mismo, pero en esta te doy la derecha. Nunca le vamos a perdonar a Macri que no haya traído repelentes y espirales, que no haya cortado los yuyos y nos haya dejado inundados con lagunas de cloacas”.

El bromista

Manzur siempre se mostró como un hombre risueño, feliz, como un verdadero Joker, un bromista, un gracioso, un bufón. Tanto que se ganó el mote de “El hombre que siempre ríe” (Fernando Stanich, 30 de junio de 2014, LA GACETA), sobrenombre que no tardó en adoptar luego la prensa nacional, mientras integraba el gabinete de Cristina Fernández.

Asumió como ministro de Salud de José Alperovich en 2003, cargo que ocupó durante cuatro años. Antes venía de ser secretario de Salud en el partido de La Matanza, en Buenos Aires, y luego viceministro de Salud en San Luis, el eterno feudo de los Rodríguez Saá.

En 2007 resultó electo vicegobernador con Alperovich, y en 2009 pidió licencia para asumir como ministro de Salud de Cristina, lugar que ocupó hasta febrero de 2015.

Luego del récord de 2009, cuando se registraron más de 26.000 personas contagiadas con Dengue en la Argentina, en 2013 se produjo el tercer brote más fuerte en la historia del país, con casi 3.000 casos.

“El hombre que siempre ríe” era entonces el jefe máximo de la salud de los argentinos.

El segundo brote más grande había ocurrido en 2004, con 3.300 enfermos documentados.

“¿Sabés las generaciones de Aedes Aegyptis que pasaron por cada mandato de Manzur? Si votaran ya tendrían un plan”, bromeó otro forista en Twitter.

Es que no se puede tomar en serio al Joker tucumano. Manzur se falta el respeto a sí mismo cada vez que dicta sentencia. “Poné a alguien que los escuche y después hacemos lo que queremos”, se le chispoteó hace poco sin saber que el micrófono estaba abierto.

Así, mucho menos podremos exigirle que respete al prójimo.

24 años sin Dengue

La información seria, al margen de las chicanas políticas y de los funcionarios que no se hacen cargo de sus responsabilidades, indica que el Dengue se consideró erradicado de Argentina en 1963. Fue reportado nuevamente en 1987 y luego resurgió con vehemencia durante el segundo quinquenio de los 90, fecha desde la cual ha permanecido entre nosotros, con subas y bajas, hasta la actualidad.

Aún no hay vacunas contra el Dengue, pese a que hay varias en etapa de investigación. Es por eso que poco puede hacer un gobierno nacional contra esta epidemia, salvo proveer de insumos hospitalarios a las provincias y municipios y brindarles apoyo en las tareas de profilaxis (prevención).

La lucha contra esta enfermedad es híper local, cuerpo a cuerpo. El desmalezamiento es importante, lo mismo que el descacharramiento, que es evitar la acumulación de líquidos estancados en todo tipo de recipientes, canaletas, o cualquier objeto con cavidades, que es donde se reproduce el mosquito.

También promover el uso de insecticidas y todo tipo de repelentes, tanto de uso corporal como externos.

Es por eso que cuando Manzur responsabiliza a la gestión anterior por el brote de Dengue, técnicamente y en rigor se culpa a sí mismo.

Una provincia que rompe marcas continentales en pérdidas de aguas tanto potable como servidas es la mansión de Hugh Hefner para los mosquitos.

Lo mismo que para ratas, cucarachas, alacranes y todo tipo de insectos, virus y bacterias que se reproducen o propagan gracias a la inmundicia.

San Martín y su fracasada gestión

El primer reporte de un brote de Dengue en Sudamérica data del año 1818 en Perú, según registros de organismos internacionales epidemiológicos. Ese año se notificaron aproximadamente 50.000 casos, lo que con seguridad no fue el total en ese entonces.

Que no le cuenten a Manzur, porque quizás termine culpando por ese brote de Dengue a los conquistadores españoles o al general San Martín que se encontraba distraído liberando a Chile y a Perú en vez de atender la epidemia.

Más allá de esta bufonada, lo cierto es que cualquier región del planeta que se encuentre entre el paralelo 30° Sur (Argentina, Sudáfrica y Australia, por ejemplo) y el paralelo 30° Norte (México, Estados Unidos, Japón y China, por ejemplo) y a menos de 2.000 metros sobre el nivel del mar, está expuesto al Dengue, ya que en esas zonas vive el Aedes Aegypti.

Y a este mosquito, fuera de broma, no le importa si gobierna Macri, Perón o el Che Guevara. Mientras tenga un charquito donde pueda reproducirse alcanza, y esto debería saberlo cualquier médico, y más aún un sanitarista.

“Lo mejor de Manzur ya pasó; todo lo que viene será cuesta abajo. Pérdida de poder, estampida de la tropa, escasez de fondos”, vaticina un ex funcionario.

Entonces, ¿en serio esto fue lo mejor?, preguntamos azorados.

“Lo mejor fue el 2016, que le cayó del cielo, donde todo el país estaba borracho de Bicentenario, luego no hubo nada más, ni mucho menos habrá ahora que no hay un peso”, agrega.

Quizás por eso se percibe tanta desorientación en “el hombre que siempre ríe”.

Le falló el cálculo con la cláusula gatillo. Se equivocó con el fallido comienzo de clases que anunció triunfante y los docentes le llenaron la plaza. Tropezó al sepultar a Cristina antes de tiempo y terminó siendo vicepresidenta. Se equivocó al medir fuerzas con Jaldo y tuvo que pedir una tregua para reformar la Constitución.

También viene patinando seguido cada vez que culpa a Macri hasta del agua marrón que sale de las canillas.

Ahora responsabiliza a la “gestión anterior” por el brote de Dengue. La confusión del Joker es evidente. Aturdimiento propio, mal asesorado o mal informado, no lo sabemos.

La gran pregunta

El poder en Tucumán se sustenta desde hace años sobre el clientelismo, que es muy costoso, y que componen un ejército de acoples. Pero esa es la base, luego hay que sostener y agrandar ese poder.

Con obra pública y proyectos, con liderazgo, con éxitos tangibles. Conducción, le dicen los peronistas.

Las únicas políticas que triunfan son las que tienen éxito, decía Perón. Sin ideologías, pragmatismo puro y duro.

Hasta ahora Manzur tiene muy poco para mostrar y por eso siempre aparece como buscando culpables. Y riendo. Siempre se está riendo. Aún cuando administra desde hace casi dos décadas una de las provincias más devastadas de la Argentina. Estallada, infestada de miseria, inseguridad y muerte.

Sabemos que el verdadero Joker, el Guasón, magistralmente interpretado por Joaquin Phoenix -uno de los mejores actores de todos los tiempos-, no podía contener su risa debido a una enfermedad conocida como epilepsia gelástica, un mal muy raro que se manifiesta con convulsiones epilépticas en forma de estrepitosas e incontrolables ataques de risa.

Hasta donde conocemos, Manzur no sufre de epilepsia gelástica.

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