El campo se prepara para una semana de conflicto

El campo se prepara para una semana de conflicto

A partir del lunes, durante cuatro días el campo entrará en un cese de comercialización de granos. Los productores tucumanos se plegarán a la medida y asistirán a la asamblea nacional del miércoles.

CORTES DE RUTA. Para lograr un mayor acatamiento a la medida de fuerza, los ruralistas hablarán con los que estén transportando cargas. CORTES DE RUTA. Para lograr un mayor acatamiento a la medida de fuerza, los ruralistas hablarán con los que estén transportando cargas.
07 Marzo 2020

El anuncio de la mesa de Enlace de realizar un cese de comercialización de cuatro días a partir del lunes fue un hecho celebrado por los agropecuarios de las distintas partes del país. La suba de las retenciones a la soja por encima del 30% no fue el inicio, sino un capítulo más en la escalda. Así lo entendió el presidente de la sociedad rural de Tucumán, Sebastián Murga. “No suben las retenciones un 3%; desde el 10 de diciembre hasta aquí se subieron un 10%”, graficó.

El titular de la entidad sostuvo que nunca hubo un verdadero diálogo con el Gobierno de Alberto Fernández, más allá de las reuniones con el ministro de Agricultura, Luis Basterra. “Tenemos dos miradas distintas”, señaló, cuando no se había tomado la decisión de aumentar tres puntos los derechos de exportación a la oleaginosa.

“Hay que dejar de hablar de si se suben o o no las retenciones, lo que se debe poner sobre la mesa es que el Estado busca recaudar y no tiene una política agropecuaria”, argumentó. a esto sumó la pregunta: “si no hay una política para el campo ¿cuál es la razón por la que se suben las retenciones?”.

Desde su punto de vista, el Gobierno “ha faltado a la palabra” y agrava la situación impositiva para distintos sectores de la economía pero no da un “ejemplo de austeridad”.

La medida, que ya fue publicada en el Boletín Oficial, contempla un régimen progresivo en cuanto a las alícuotas, teniendo en cuenta la cantidad de toneladas que vende el productor. Así, un chacarero que produce menos de 300 toneladas pagará menos de lo que estaba pagando antes de la suba, un 26%. Pero quien produce más de 1.000 toneladas deberá aportar por retenciones un 33% de lo vendido.

Los únicos ruralistas cuya situación no se ve afectada, ni para mejor ni para peor, son aquellos que venden entre 500 y 1.000 toneladas por cosecha. Según los números publicados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, los perjudicados con la suba serían 14.884 productores en total.

“No son los números que maneja el ministerio, pero más allá de eso, estamos en contra de cualquier segmentación”, aseguró Osvaldo Martín, titular de Apronor. El ruralista aclaró que antes de las retenciones cultivar soja en el NOA y en el NEA era inviable, y ahora con el aumento “ya no se puede pensar directamente en sembrar soja”.

Esta situación difiere en cierta manera de la zona centro del país, ya que por la cercanía a los puertos, tanto de Buenos Aires como de Rosario, el costo de los fletes es menor. Además, Martín reflexionó que por la constitución de los suelos, el rendimiento del norte del país es menor, lo que significa menos volumen a cada productor.

Otro factor clave en la ecuación de la soja es el precio internacional de la tonelada. “Cuando nosotros nos reunimos en Buenos Aires (con el ministro Basterra), le entregamos un informe que demostraba que con las retenciones al 30% no había rentabilidad para nuestra zona, tomando como parámetro un precio de U$S 250 la tonelada. Hoy el panorama es peor por dos motivos, por la suba de las retenciones al 33% y porque la soja está en U$S 205 la tonelada”, precisó Martín.

Desde su perspectiva, el nuevo esquema planteado por el Gobierno significará un ahogo para el sector, y plantea que la política agraria debería ser opuesta. “Quedó demostrado que cuando el gobierno de (Mauricio) Macri bajó las retenciones al maíz y al trigo, aumentó enormemente la producción por lo que el fisco, lo que no recaudó en concepto de retenciones lo hizo por impuesto a las ganancias”, explicitó.

En el mismo sentido se manifestó Miguel Pérez, de la Federación Agraria Argentina. “Los grandes productores, sobre todo los del centro del país, tienen solidez para afrontar la suba, mientras que el pequeño productor queda en la situación de arrendar su campo o vender, y a la larga arrendar significa vender”, aseveró.

Tanto Murga, Martín como Pérez pertenecen a la Mesa de Enlace regional del NOA NEA, que se plegó a la decisión de su par nacional de ir al paro. En particular, los agropecuarios tucumanos ya habían resuelto la semana pasada un cese que duró hasta ayer. Pensaban realizar una asamblea sobre la ruta 303 para evaluar el impacto de la medida de fuerza y cómo proseguir, pero ante la decisión a nivel nacional prefirieron continuar con lo ya resuelto.

Igualmente, la próxima fecha clave será el miércoles, durante la exposición de Expoagro, en San Nicolás. En dicha asamblea participarán no solamente los chacareros tucumanos y la Mesa del NOA, sino entidades de todo el país, e incluso productores autoconvocados como los que se manifestaron en Córdoba y en Santa Fe. La reunión está comprendida dentro de los cuatro días, del lunes al jueves, en que no se venderán granos.

Aunque no ha sido confirmado, varios representantes del sector, entre ellos el vicepresidente de Apronor, Roberto Palomo, expresaron que habrá instrucciones de cortar las rutas y controlar las cargas para lograr un mayor acatamiento de la medida. “Cuando aparece algún camión con carga, inmediatamente avisamos y procedemos a hablar con el dueño de la mercadería para informarle de nuestra medida de fuerza”, expresó Palomo.

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