Brito alude a la coyuntura de la república y se queda en la Fiscalía N°1

Brito alude a la coyuntura de la república y se queda en la Fiscalía N°1

Con un mensaje dirigido a sus amigos, el fiscal federal retiró la dimisión con la que procuraba jubilarse con el régimen especial en vías de reforma.

FISCAL FEDERAL DESDE 1986. Carlos Brito en una imagen de archivo. la gaceta / foto de JORGE OLMOS SGROSSO FISCAL FEDERAL DESDE 1986. Carlos Brito en una imagen de archivo. la gaceta / foto de JORGE OLMOS SGROSSO

El fiscal federal N°1, Carlos Brito, dio marcha atrás y retiró la dimisión que había presentado para jubilarse con el régimen especial en vías de reforma en el Congreso de la Nación. El representante del Ministerio Público Fiscal de la Nación en esta provincia anunció la marcha atrás en un mensaje dirigido a sus amigos en el que aludió al “momento de la república”. Brito, que llegó a su cargo en 1986 en virtud de un nombramiento del presidente Raúl Alfonsín, no indicó hasta cuándo postergaba su decisión de retirarse. En cualquier caso, el ejercicio de la función judicial en la órbita de la Nación tiene como tope la edad de 75 años, a menos que haya una renovación de la designación. Brito está en condiciones de prestar servicios durante al menos una década más.

“A mis amigos: presenté mi renuncia el 21 de febrero ante el procurador general de la Nación (Eduardo Casal). Desde ese momento hasta ahora (el lunes) surgieron algunas cuestiones que no pude considerar por ser posteriores en el tiempo. Así, escuché al presidente (Alberto Fernández) en una entrevista radial donde manifestó: ‘yo no tengo ningún interés en que ninguno se jubile y se vaya, nadie está buscando semejante cosa’. También leí manifestaciones del presidente de la Asociación de Jueces (Marcelo Gallo Tagle), en el sentido de que podía provocarse un vaciamiento y un colapso del Poder Judicial por las numerosas renuncias presentadas y las que podían sobrevenir ante las modificaciones al régimen jubilatorio”, escribió Brito. Y añadió: “estos asuntos me llevaron a reflexionar sobre si era conveniente mi alejamiento del cargo en momentos en los que la república necesita del funcionamiento de todos sus poderes en plenitud y, en especial, en esta provincia, donde la Justicia Federal está rebasada por los conflictos que debe atender con pocos e insuficientes despachos, por lo que decidí retirar la renuncia”.

La desvinculación del fiscal N°1 iba a dejar a dos fiscales, Gustavo Gómez (general) y Pablo Camuña (N°2 y Tribunal Oral), a cargo de cinco despachos -cuatro en funcionamiento- debido a que, en 2015, la ex procuradora general Alejandra Gils Carbó trasladó al fiscal Diego Velasco a una unidad porteña. Ese movimiento amplió la competencia de Camuña, que investiga y, además, sustituye a Velasco en los juicios. El 18 de febrero, la senadora Silvia Elías de Pérez reclamó el cese de esta “situación irregular” a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner (se informa por separado).

El Ministerio Público Fiscal de la Nación se ocupa, entre otras tareas, de investigar y sustanciar los casos relativos a los delitos como la evasión tributaria; el lavado de activos; la trata; el tráfico de drogas y las defraudaciones en perjuicio del Estado federal. La jubilación del N°1 coincidía con la implementación gradual de la reforma procesal penal que suplanta la escritura por la oralidad. La carga inmensa de trabajo auguraba que Brito iba a ser convocado como fiscal subrogante por lo menos hasta que el Presidente resolviera la situación de la Fiscalía N°3 creada en 2013. Pero la posibilidad de poner a trabajar a los fiscales jubilados sería también derogada en el ámbito de la reforma previsional, como informó el diario La Nación a partir de una nota del procurador Casal que cuestiona ese cambio. Esta perspectiva habría sido decisiva para convencer a Brito de que aún no había llegado su hora de marcharse.

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