Definición de la Superliga: Gallardo, en el centro de la escena

Definición de la Superliga: Gallardo, en el centro de la escena

En la Copa, Gallardo cuidará titulares para venir entero a Tucumán; Russo preserva a Tevez y Salvio.

MUCHA FE. Gallardo confía en que River vencerá a Atlético y gritará campeón. MUCHA FE. Gallardo confía en que River vencerá a Atlético y gritará campeón. CARP

Todas las miradas conducen hacia Tucumán. Más precisamente al estadio “José Fierro”. Porque si bien para la definición de la Superliga también cuenta lo que suceda el sábado en La Bombonera, esa luz -más pequeña ahora- de ventaja en la cima que le lleva River a Boca pone al “Decano” como árbitro del certamen que se juramentó ganar Marcelo Gallardo.

“El partido es contra Atlético. Cuando nos tocaron finales con Boca, nos preparamos para eso y hemos ganado, pero ahora no es el caso”, se apresuró en aclarar el “Muñeco” tras los dos puntos cedidos ante Defensa y Justicia, en referencia al apasionante mano a mano por el título entre los dos más grandes del fútbol argentino.

El empate ante el “Halcón”, claro, dejó huella en el “Mundo River”. Veinticuatro horas antes, en la previa de Colón-Boca, los hinchas del “Millo” soñaban con una vuelta olímpica en el Monumental el sábado pasado. Pero todo (o casi) salió mal para sus planes. Sólo el rescate de un punto puede sumarse en la columna del haber, tras el desconcertante tramo final de su primer tiempo contra el equipo de Hernán Crespo.

En la columna del debe se asientan que el “Xeneize” demolió al frágil “Sabalero”, y que Defensa le ocasionó daños y perjuicios, el hecho de que a River un empate en la última fecha ya no le garantiza ser campeón.

Tanto impactó el achicamiento de la ventaja contra el acérrimo rival, que Gallardo decidió de inmediato presentar una alineación híper-alternativa ante Liga Deportiva Universitaria, el miércoles en Quito. Como nunca antes había sucedido en su ciclo, el objeto de deseo del DT mudó al cetro del torneo local, aunque para intentar conseguirlo deba poner en riesgo sus aspiraciones continentales.

Por cierto, la excursión a Tucumán ya se le había empezado a complicar a River en la semana, con la eliminación de Atlético de la Copa Libertadores. La expectativa estaba puesta en que con el “Decano” avanzando a fase de grupos, Ricardo Zielinski decidiera guardar para el certamen sudamericano y optara por un “muletto” para recibir al “Millo”. Independiente Medellín lo impidió desde los 12 pasos.

Otro deseo incumplido de River de cara a la definición tiene que ver con la agenda, con el descanso entre su compromiso frente a Liga y su encuentro ante Atlético: dispondrá de un día menos de descanso que el “Xeneize”, por eso es que la mayoría de los habituales titulares se quedarán trabajando en Buenos Aires, en lugar de subirse a un avión con destino a Ecuador.

Y por supuesto, el raid ganador del renovado Boca de Miguel Russo durante las últimas cinco fechas también preocupa en Núñez: no sería lo mismo perder el campeonato sobre la bandera de llegada con el clásico rival que con cualquier otro.

Así las cosas, bien lo dice el “Muñeco”, el título sigue dependiendo de su equipo. Pero ahora no podrá darse el lujo de fallar ni un poquito en el Monumental tucumano, atento también a lo que suceda en la visita de Gimnasia (y de Diego Maradona) a La Bombonera, en mismo día y horario. Russo también preservará jugadores para su choque del martes frente a Caracas en Venezuela, pero apenas dos: Carlos Tevez y Eduardo Salvio.

En definitiva, River irá a Tucumán con una mochila sobre su espalda más pesada de lo que se preveía unos días atrás, más allá de las palabras de Gallardo: “Este equipo ya dio muestras de enfrentar partidos en condiciones adversas, y esta no la es. El que piense que esto es un terreno adverso para nosotros está equivocado. Somos punteros y ganamos más de visitante que de local”.

Es verdad, tanto como que Zielinski y los suyos harán lo imposible para que no le festejen un campeonato en sus narices.

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