Streaming: “Su último deseo”

El tortuoso viaje de una mujer llevada al límite.

 RELACIONES PELIGROSAS. Elena McMahon (Anne Hathaway) y Treat Morrison (Ben Affleck). ¿En quién se puede confiar? RELACIONES PELIGROSAS. Elena McMahon (Anne Hathaway) y Treat Morrison (Ben Affleck). ¿En quién se puede confiar?
Guillermo Monti
Por Guillermo Monti 27 Febrero 2020

Buena

Película / Por Netflix

La extraordinaria novela de Joan Didion desde la que parte “Su último deseo” puso la vara demasiado alta. Dee Rees asumió el desafío de adaptarla y embarcó en la aventura a Anne Hathaway, lo que implicó llevar a la pantalla a Elena McMahon, una de esas mujeres heridas, vulnerables y dispuestas a todo que sólo la pluma de Didion es capaz de construir. Rees había hecho un trabajo similar con la excelente “Mudbound”, aunque no es lo mismo reescribir a Hillary Jordan que a Joan Didion. En la comparación con la literatura el cine suele perder y está claro que “Su último deseo” no brilla a la altura de la novela, pero lo que le sobra a la película estrenada la semana pasada por Netflix es sentimiento. Rees, un notable narrador, sale airoso de semejante compromiso.

El inicio huele a “Bajo fuego” o “Salvador”. McMahon cronica desde el frente las conflictos en América Central y las operaciones de la CIA le estallan en la cara. Son los 80 y Estados Unidos libra una cruzada para frenar el avance del socialismo en la región. Presionado por el poder, el diario para el que trabaja desplaza a McMahon de esas coberturas y le encarga seguir a Ronald Reagan en la campaña por la reelección. De pronto el thriller político se corre de la escena para darle pie al drama familiar. McMahon es una mujer cacheteada por la vida: divorciada, alejada de su hija, sobreviviente de un cáncer y resiliente al extremo de correr en ayuda de un padre abandónico (Willem Dafoe).

Algo impulsa a McMahon a sumergirse en una trama de tráfico de armas, violencia narco, intrigas y traiciones, en un recorrido que arranca en Nicaragua, sigue por Costa Rica y culmina en las Antillas. En una charla con Treat Morrison (Ben Affleck), uno de esos oscuros brazos ejecutores que la CIA se oculta a sí misma, McMahon será capaz de confesar sus motivaciones. Sumida en ese debate interno entre el deber ser y el dolor de heridas demasiado profundas, McMahon no está siendo capaz de leer el libreto que la realidad va dictando.

Bien actuada (Rosie Pérez y Toby Jones refuerzan el elenco), apuntalada desde el sólido trabajo de Hathaway, “Su último deseo” le rinde homenaje a Joan Didion con un relato tenso, de a ratos angustiante, por momentos algo moroso, pero seguro de su rumbo. Es una película sobre la pérdida, sobre la valentía y sobre las miserias humanas, cruzada por la voz de una mujer llevada al límite.

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