09 Febrero 2020
Poesía reunida de Manuel Aldonate
Homenaje a una figura central de las letras tucumanas
ANTOLOGÍA
POETA DEL PUEBLO DEL AZÚCAR
MANUEL ALDONATE
(Municipalidad y Concejo Deliberante de Monteros - Tucumán)
La Antología poética: Manuel Aldonate, poeta del pueblo del azúcar reúne Poetas del cañaveral (1951), Clima de la miel (1961), Verde carozo del verano (1968), Breve antología y tres poemas (1989), Semblanza de un cebil (1990), Cantata azucarera del cañaveral y de la miel (1994) y una selección de poemas. La obra que está precedida de esclarecedoras miradas de Lucía Carmona y de Soledad Martínez Zuccardi, es un merecido y esperado homenaje a uno de los poetas fundamentales de la literatura tucumana. La obra permite recorrer el camino poético a lo largo de 40 años de creación permanente. “Este libro pareciera cerrar el luminoso círculo de su afán. Toda una vida dedicada al canto de una epopeya americana, la azucarera, que ha tenido en él a uno de sus más grandes heraldos”, dice la poeta Carmona.
Duérmete niño de cobre que el cañaveral me reclama, sueña con panes de trigo que tendrás hambre mañana. El martillo de tu lágrima está rompiéndome el alma que estalla ruidosamente en medio de mi garganta… Ponte a la sombra del sueño que vendrá la madrugada y el clarín de las higueras te despertará por el alba…, escribe Manuel Aldonate (1919-1993). Esa canción de cuna para el niño de la zafra quizá sigue latiendo en la ternura de la eternidad.
© LA GACETA
ROBERTO ESPINOSA
Un hallazgo del siglo XX
Realismo, precisión y minimalismo en una “escritora tapada”
CUENTOS
VISIÓN BINOCULAR
EDITHE PEARLMAN
(Anagrama - Buenos Aires)
El nombre de Edith Pearlman todavía resulta desconocido en estos pagos. Sin embargo, cabe sospechar que sus textos están circulando lentamente, de boca en boca, como si se tratara de un secreto. Y, en efecto, Pearlman fue durante mucho tiempo un secreto. Nacida en 1936 en Estados Unidos, la autora de Miel del desierto publicó su primer libro a los 60 años, y los reconocimientos llegaron por lo menos 20 años después.
En el prólogo, la escritora Ann Patchett señala que el lector tiene entre manos “una joya, un libro que podrías llevarte a una isla desierta sabiendo que, cada vez que llegases a la última página, podrías volver a empezar”. Se trata de Visión Binocular, el libro más premiado de Edith Pearlman que reúne lo mejor de los más de 250 relatos breves escritos a lo largo de sus 80 años de vida.
Los cuentos de Pearlman son estrictamente realistas: una niña se pierde en la gran ciudad y es buscada por sus padres, una anciana con cáncer decide jubilarse e irse a vivir al campo, un grupo de judíos alemanes que en 1947 espera papeles para emigrar, una niña que espía con binoculares a sus vecinos, la exiliada polaca que se va a vivir a Centroamérica. Situaciones cotidianas en las que se destaca la mirada de la autora más que la floritura de la prosa.
Si bien la palabra “hallazgo” es la habitual para hablar de autores que salen a la luz después de haber estado en el anonimato mucho tiempo, en este caso es de una precisión singular si consideramos que el hallazgo no se da en el espacio sino en el tiempo.© LA GACETA
PABLO NARDI
Un prólogo para los años violentos
reconstrucción de la etapa previa al golpe del 76
HISTORIA
PRIMAVERA SANGRIENTA
MARCELO LARRAQUY
(Sudamericana - Buenos Aires)
Los resultados de las elecciones del 11 de marzo de 1973 fueron recibidos por la población con una mezcla de euforia, expectativa e incertidumbre. La victoria del peronista Héctor Cámpora se vivió, según Marcelo Larraquy, como “la consumación de una utopía. Una realización luminosa. Una primavera”. Sin embargo, la nueva etapa democrática que se abría, simbólicamente, con la toma del penal de Villa Devoto y la salida de los presos políticos, dejaba en claro que las tensiones seguían vigentes y funcionaba como una invitación a releer de modo menos indulgente los años “sangrientos” comprendidos entre 1970 y 1973. La crónica de los sucesos también resuena en los fragmentos de entrevistas realizadas por el autor a veintidós protagonistas de la época.
Los setenta se inician en los últimos años de Onganía al frente de la “Revolución Argentina”, con el ciclo de revueltas populares (Cordobazo, Tucumanazos), con los asesinatos del general Aramburu y del sindicalista Vandor, o la toma del pueblo de la Calera. Adquieren cada vez más protagonismo grupos guerrilleros como las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), FAL (Fuerzas Argentinas de Liberación), el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo) y Montoneros, decididos a interpelar a la dictadura por medio de la violencia. Se suceden los asaltos a bancos y camiones blindados, secuestros extorsivos resonantes como el de los empresarios Stanley Sylvester y Oberdán Sallustro, o asesinatos de militares en actividad. Larraquy traza una síntesis del surgimiento de las agrupaciones guerrilleras en la Argentina.
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MÁXIMO HERNÁN MENA
El libro de Modiano después del Nobel
Seis mujeres en cafés, cuartos de hotel, taxis y en la calle
NOVELA
RECUERDOS DURMIENTES
PATRICK MODIANO
(Anagrama - Buenos Aires - 2018)
Tras recibir el Premio Nobel de Literatura en 2014, éste es el primer libro escrito y publicado por Patrick Modiano. Podría decirse que es una novela, pero a la vez cabe preguntarnos cuánto tiene de ficción, más allá del hecho de haber puesto en palabras presuntos recuerdos.
No sabemos quién es el que traza estas pinceladas nostálgicas del París de los años 60, suponemos que es el propio Modiano y que estamos ante un cuaderno autobiográfico que abunda en nombres, situaciones e historias que pasan frente a nuestros ojos sin terminar de resolverse. La materia de este libro es, una vez más, la que ya le conocemos: nostalgia, apaciguada con aparente objetividad.
Este libro, sin llegar a la agobiante enumeración de personajes de Un pedigrí (2005), mantiene esa tesitura: esbozos de situaciones no siempre conectadas entre sí, o relacionadas ocasionalmente más en función del ritmo narrativo que de algún hilo argumental.
No tiene la profundidad conmovedora de su novela Joyita (2001), por ejemplo, pero transita los mismos ambientes huidizos: cafés, cuartos de hotel, edificios ruinosos, taxis y mucha calle. Son seis los personajes femeninos que habitan estos repasos a medias: la hija de un amigo de su padre; la esposa de un cónsul; una divorciada, cercana al mundo del ballet; una devota del ocultismo; una enigmática bruja moderna; y una misteriosa figura relacionada con un asesinato.
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ROGELIO RAMOS SIGNES
Tras las huellas de Charles Manson
Ícono sangriento de la cultura pop
CRÓNICA
CIELO DRIVE
SEBASTIÁN DE CARO
(ReservoirBooks - Bueno Aires)
El músico andrógino Marilyn Manson tomó de él parte de su alias. Lo nombran, en sus canciones, los Ramones, Leonard Cohen, Neil Young (“musicalmente era único”). Guns N’ Roses versionó una de sus canciones (Look at yourgame, girl). Las leyendas que llueven sobre HelterSkelter, de The Beatles, y sobre su relación con los Beach Boys es asunto largamente manyado. Están, incluso, los discos que él mismo grabó desde la cárcel.
Charles Manson es el boceto perfecto de cómo un asesino masivo deviene ícono pop, de cómo “borra la tragedia y la convierte en poesía”, hábito, por lo demás, tan norteamericano. Basten otros ejemplos como la fábula viviente de Bonnie Parker y Clyde Barrow, a principios del siglo pasado, y el film Asesinos por naturaleza, de 1994, dirigida por Oliver Stone.
Actor (los maduritos lo recordarán de la novela Montaña Rusa), director, cinéfilo, escritor, conductor de radio, De Caro arma un volumen breve e híbrido que traza líneas de tiempo, repasa en “Intervalos” obra y gracia de la actriz, el director y el asesino (fetiches, influencias, tributos, paralelismos, camaraderías) y, principalmente, recoge testimonios en primera persona de escritores, guionistas, músicos, críticos de la cultura popular argentinos. Ahí ponen sus voces en diálogos desestructurados Darío Lavia, Marcelo Pocavida, Nekro, Mariano Roger, Alfredo Rosso, Mariana Enríquez, Carlos Busqued.
A 50 años de lo que el autor marca como la clausura del “paz y amor” de la década de los 60, Cielo Drive trabaja sobre ese vaivén entre la celebración y la denuncia, la fascinación y el horror, el ritual sangriento y la representación masiva que generó esta serie de crímenes.
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HERNÁN CARBONEL
Más páginas de Fitzgerald
Escritos variados y poco conocidos del autor de El gran Gatsby
ANTOLOGÍA
MORIRÍA POR TI Y OTROS CUENTOS PERDIDOS
FRANCIS SCOTT FITZGERALD
(Anagrama - Barcelona)
Su ritmo narrativo, su prosa exquisita y la riqueza semántica de su ficción hicieron a Francis Scott Fitzgerald (1896-1940) uno de los más celebrados íconos de la narrativa estadounidense del siglo XX. Vivió su juventud en la década de 1920, la que él mismo bautizara como “la era del jazz”, plena de autoconfianza en un país burbujeante de música, champagne, automóviles veloces y ambiciones ilimitadas… en fin, una paranoia de frágil felicidad que escondía los peligros que harían eclosión en la debacle financiera de Wall Street, en 1929.
Ese mundo dorado inspiró narraciones estupendas: novelas como El gran Gatsby, Este lado del paraíso, cuentos como La extraña historia de Benjamin Button o Sueños de invierno, con sus héroes devorados por ilusiones incumplidas en un mundo que parece ofrecerles todo. Los años 30 abren la década del desencanto, y la vida de Fitzgerald parece seguir la carrera trágica de su país. La constante presión de ganar dinero para solventar los problemas psicóticos de Zelda, su esposa, y las dolencias de su propio organismo minado por el tabaco y la bebida, llegan a afectar la calidad de su producción y no todo su trabajo satisface a sus editores. Esta antología, publicada en EEUU en 2016, reúne ese material inédito y otros escritos -guiones cinematográficos no filmados, resúmenes de posibles películas. Algunos textos están a la altura de su producción anterior; otros, no tanto. Con muy buen criterio, la edición ofrece, además de un impecable material fotográfico, comentarios sobre la génesis de cada relato y notas que iluminan lo narrado con eficacia.
Sumergirse en las intimidantes 500 páginas del libro depara momentos de genuino goce literario.
© LA GACETA
EUGENIA FLORES DE MOLINILLO
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