“Ragnarok” lidera el ránking en los EE.UU.

Con una fórmula que combina las fantasías legendarias y los fenómenos sobrenaturales con el mundo adolescente, la serie “Ragnarok” se ha convertido en una de las más vistas en los Estados Unidos durante su semana de estreno, según tvtime.com. Pero además de la mitología nórdica, cuyos dioses reencarnan en habitantes de un pueblo en tiempos actuales, la ficción de Netflix se interna también en los conflictos y catástrofes ambientales ocasionados por la ambición y la desidia.

La trama se ubica en la ciudad noruega de Odda, un pueblo rodeado de montañas que se ve amenazado por las industrias y fábricas que buscan hacer negocio dentro de la zona. La contaminación y el deshielo de glaciares anticipan la llegada del “ragnarok”: la última batalla del fin del mundo, entre los gigantes y los dioses. Una de las protagonistas, Isolde (Ylva Bjørkaas), es una activista ambiental que se encargará de denunciar los crímenes contra la naturaleza que son provocados por la millonaria familia Jotul.

En el primer capítulo de los seis que integran la serie, los hermanos Fjor y Magne (Herman Tømmeraas y David Stakston) descubren sus habilidades mientras se van adaptando a su nueva vida en Odda.

A diferencia de otras series fantásticas adolescentes, como “Riverdale”, “Pequeñas mentirosas” o “Crónicas vampíricas”, que apuestan a una estética llamativa donde vestuario y escenografía se inclinan hacia el lujo y el sello personal, “Ragnarok” es mucho más sobria. No hay ropa de marca, bares o fiestas de instituto.

Es escandinava, oscura y bañada con una pátina cotidiana que hace que lo que se ve resulte más sorprendente. Otro aspecto interesante de “Ragnarok” es que muestra la tradicional pelea estudiantil entre los buenos y los malos de la clase, uniendo todo eso con la presencia de jóvenes con superpoderes y la historia de una civilización antigua.