Por Fabio Ladetto
01 Febrero 2020
TRABAJO CONSTANTE. Poly Argañaraz destaca que haber llegado a Cosquín es el fruto de mucha dedicación.
Poli Argañaraz repetirá esta noche la emoción de subirse al escenario mayor de Cosquín. Hace una semana, el folclorista tucumano formó parte de la delegación oficial que abrió el festival nacional y hoy retornará ya como solista, espacio que se ganó el año pasado al haber sido elegido artista destacado de la peña oficial el año pasado
“Estar en la plaza Próspero Molina es abrir una puerta gigante para nuestra propuesta y tenemos que aprovecharla con un repertorio auténticamente tucumano, de autores nuestros y poetas nuevos. Hemos logrado no imitar a nadie y tener un color único. Vamos a mostrar algo nuevo y festivo. Volver al escenario Atahualpa Yupanqui es algo maravilloso, impresionante, terrible”, le confiesa a LA GACETA.
- ¿Qué magnitud tiene retornar a ese espacio?
- Es algo muy importante, lo vengo buscando desde hace cuatro años, cuando empecé como solista y es un sueño hecho realidad. La pelea por ser elegido para actuar no es durante el tiempo que dura el festival o las peñas, sino todo el año. Tenés que viajar, publicar todos los avances, anunciar las tocadas, difundir los videoclips si tenés... La comisión organizadora del festival te está siguiendo constantemente, sobre todo en redes sociales.
- ¿Es el resultado de un proceso, no de un par de recitales?
- Tal cual, hay muchísimo trabajo que la gente no conoce. Hay muchas maneras de llegar a Cosquín, y algunos creen que pagando es la única, pero se equivocan. La más ardua es trabajar duro. No pusimos una moneda, como hacen otros o incluso las provincias.
- ¿Cosquín sigue teniendo la relevancia de otros tiempos?
- Muchísima más, es un monstruo, el padre de los festivales y los que trabajan ahí lo saben bien. Si no tenés el objetivo de apoyarlo, no llegás.
- A la distancia se sintió que el espectáculo oficial del Ente Cultural “Nosotros los tucumanos”, en la primera luna, tuvo una excelente recepción...
- La delegación fue realmente un empujón muy grande para que todo el país empiece a conocernos como artistas. Fue maravillosa la experiencia que tuvimos, especialmente porque conformamos un equipo de trabajo, sin figuras y así lo reconocieron desde afuera. En Tucumán nos hace falta dejar la arrogancia de lado.
- Sos kinesiólogo en la terapia del Centro de Salud ¿Te planteás vivir de la música?
- Es mi objetivo; si pudiese, renuncio a todo ya mismo. Ciertamente no vivo del folclore ahora, es difícil llevar la doble vida de trabajar de una cosa y pertenecer a otra. Llevo la música en la sangre, es para lo que nací. Pero vivir del arte, si no tenés un trabajo constante que te mantenga, es complicado. Invierto todo mi tiempo y mi dinero en la música; mi familia y mis amigos son maravillosos desde el primer día.
- Hubo un camino grupal antes de ser solista...
- Estuve en La Zapada y luego en Luneros, pero estaba muy complicado de tiempo y no les quería fallar, por lo que preferí dar un paso al costado. Estaba sin hacer nada hace dos años y fue Juan Carlos Romano quien me empujó para volver a cantar, junto con mi esposa que ya no me aguantaba (ríe). Le estoy muy agradecido: el 7 de febrero de 2015, en La Negra, me largué como solista; y de ahí no paró la pelota, se hizo una bola de nieve y mirá dónde llegué ahora. Sin la música estoy incompleto, me siento solo.
- ¿Haber sido músico destacado en la peña oficial coscoína del año pasado te abrió puertas?
- Definitivamente sí. Estuve entre los 15 mejores de esa peña por tres años consecutivos, entre más de 1.000 artistas que se presentan, hasta que gané este reconocimiento. Una consecuencia fue haber integrado la delegación del Ente; cuando me convocan me dijeron que lo hacían porque era uno de los que más estaba sonando. Uno no sabe la respuesta que se puede tener. Me dicen que soy un artista en ascenso, pero lo importante es trabajar a conciencia.
Al cierre
Un show en la madrugada
Poly Argañaraz actuará en el penúltimo lugar de la grilla coscoína de hoy, entrada la madrugada. Lo precederá el Dúo Coplanacu y cerrará otro dúo, Orellana-Lucca, en una jornada que también anuncia a Néstor Garnica y a Raúl Barboza, entre otros. Su grupo está integrado por Benjamín Rodríguez, Alejo Jurado Guibert, César Ponce, Carlos Barrionuevo, Esteban Nájera y Sergio Fierro.
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