Cartas de lectores
22 Enero 2020

Zona de desastres

En la edición del lunes 20 de LA GACETA observé unas fotografías y comentarios muy atinados sobre los desastres que producen las lluvias. En el caso del canal Sur en la zona del Camino del Perú, vemos algo alarmante. En realidad este fue habilitado cuando su caudal era adecuado para la época, pero ahora se ve netamente superado por el crecimiento habitacional (que disminuye la capacidad de absorción) y otros errores cometidos al pie de montaña. Dicho canal tendría que tener la forma en V extendida era tranquilizar las aguas (posiblemente no lo hayan hecho por carecer de espacios laterales) porque en esa forma se tranquilizan las aguas y disminuyen las presiones laterales. Actualmente son en forma de cajón y el agua tiene efectos devastadores y a veces impredecibles si no se hizo un estudio previo (sistematización de cuencas). Lo alarmante de este caso es la falta de algunas paredes laterales de hormigón y estas soportan unas presiones tremendas lo que pueden llegar a producir cursos de agua no deseados y si uno camina sobre la vereda del Camino del Perú o circula en automóvil, posiblemente lo esté haciendo sobre una caverna y si cede tal vez los encuentran... pero en el Dique Frontal Otro tema: se está remodelando la Plaza Independencia y mientras tanto no sabemos cómo hacer para esquivar los pozos y lagunas artificiales en la ciudad, sumándole las tapas faltantes y las que están bajo bajo el nivel de la calzada o sea que si uno no va permanentemente en la actitud de frenar o esquivar, el tren delantero puede durar lo mismo que un caramelo en la puerta de una escuela. Una más: Cuando uno llega viajando desde Córdoba o del Norte, sin leer ningún cartel, se dio cuenta de que entró a Tucumán. ¿Por qué será? La última: las facturas de EDET, da la impresión de que las dibujan a su antojo porque cuando éramos chicos le teníamos miedo a la oscuridad; ahora de grandes le tenemos miedo a la luz.

Alberto A. Segulja 

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¿Qué cosa es el rugby?

El doloroso hecho acaecido en Villa Gesell, de público conocimiento, me hace reflexionar sobre qué cosa es el rugby. El rugby no es un grupo de energúmenos alcoholizados agrediendo hasta su muerte a una persona de 19 años. Rugby es lo que utilizó Nelson Mandela para integrar la sociedad sudafricana (ver el filme “Invictus”, que a mí me hizo lagrimear). Rugby es la Organización Espartanos creado por Eduardo “Coco” Oderigo y un grupo de colaboradores que han logrado a través de este maravilloso deporte, jugado en las cárceles, bajar sustancialmente la reincidencia de los presos (entrar en www.fundacionespartanos.org ). Rugby es la tarea que se realiza en el Virreyes Rugby Club de Benavídez (entrar en www.vrc.org.ar) donde se integra a chicos de barrios carenciados a través de hacerlos jugar este, mi deporte. Y finalmente, rugby es el que me ayudó a mis 16 años cuando falleció mi padre.

José Brunetta
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¿Doma y folklore?

Quiero expresar mi enorme preocupación por los desenlaces fatales y las graves heridas que sufren los “domadores” que participan de este cruel “circo romano” en el Festival de Doma y Folklore de la ciudad de Jesús María. Este tipo de prácticas riesgosas deben ser eliminadas del festival y consecuentemente prohibidas, como prácticas artísticas, en todo el ambito del país. Entiendo que pueden estar justificadas como prácticas necesarias en el ámbito campestre que corresponda, y que deban ser ejecutadas por personas duchas y experimentadas, como una necesidad de índole laboral, pero nunca como un espectáculo artístico. Si, como dicen sus defensores, forman parte del folclore, por qué no se recrean también las luchas de los malones de indios, con los pobladores de la Patagonia o con las fuerzas militares, como ocurría en el siglo XIX armando en el terreno una suerte de escenario con carpas habitadas por los “bailarines” del festival y se recrean las luchas con lanzas, flechas y fuego de verdad, poniendo en riesgo la vida de los artistas? Por favor, terminemos con estas prácticas peligrosas e innecesarias, para poder disfrutar del verdadero arte folclórico y de tradiciones que se compone de música, danzas y artesanías que deleitan el espíritu y no con prácticas peligrosas que alimentan el morbo de algunos y los bolsillos de otros.

Héctor Miguel Ávila

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Los votantes de Fernández

Desde que asumió la presidencia el doctor Alberto Fernández, leo no con poca congoja, esta sección de lectores que me deleitaba con las opiniones de cerriles defensores de Cristina Kirchner que no escatimaban fantasías y fábulas acerca del gobierno que dejó el poder en diciembre de 2019 y que ya no emiten opinión. Realmente me sorprendía con su lectura por su trama de ciencia ficción donde un líder malo, insensible y perverso, hacía todo lo posible por someter a todas las penurias habidas y por haber a su sacrificado pueblo. No está de más decirlo, se comparaba al gobierno de Macri con las nefastas dictaduras que oprimieron a nuestra sociedad. Cuánta maldad. Pero, como siempre, el tiempo y la justicia divina pone las cosas en su lugar. La escandalosa pobreza del 40.8 % no era más que el 32 % heredada de la gestión kirchnerista. No hay ningún mérito para la gestión macrista, pero el absurdo de que trabajó para acrecentarla es, como mínimo, absurdo. La oprobiosa fórmula macrista para calcular jubilaciones y someter al hambre y la indigencia a los jubilados, que provocó la destrucción de una plaza y la catapulta de 14 toneladas de cascotes, hoy se torna impagable por excesiva. Durante la gestión anterior se pagaban los sueldos actualizados por inflación, sólo posible gracias a la más federal de las coparticipaciones de los últimos 70 años. Y así resulta que la gran oportunidad para salir del ostracismo hacia la luz de los derechos del pueblo, son quimeras que hoy más que nunca tienen apariencia de monstruos. Heladeras llenas, baja de tarifas, menos impuestos, aumentos estrafalarios de sueldos y jubilaciones, default de la deuda externa por ilegítima, más salud, más remedios y otras bondades están trocando en impuestazos confiscatorios, congelamiento de sueldos y jubilaciones, heladeras vacías, precios cuidados más caros que los descuidados, subordinación a las condiciones impuestas por el FMI y así sucesivamente. El Dr. Alberto Fernández va a pasar a la historia como el mejor alumno de Mauricio Macri. La impronta del gobierno anterior continúa a paso firme y sin fisuras. Cuando la desestabilizacion arreciaba Macri dijo que el plan económico no se tocaba aun si eso le costaba la reelección. Y así fue. Perdió la releección y el plan economico continúa tan fuerte y seguro como en la etapa anterior. Predijo que la Argentina se encaminaba a otro tipo de economía. Y no se equivocó. El pueblo siempre sabe lo que quiere y eligió continuar. Gracias para estos contribuyentes de esta sección por direccionar la elección de Alberto Fernández, discípulo ferviente del neoliberalismo. Eso sí, no crean que todos vamos a hacer el esfuerzo. Ya dispusieron las excepciones. Los votantes, sí. Los elegidos, no.

César Augusto Cortés

Don Bosco 3.172

San Miguel de Tucumán

¿Prioridades?

Diversas publicaciones muestran el deplorable estado de nuestras redes de agua y cloacas, caminos, puentes y canales destruidos, producto del abandono y la desidia de sucesivos gobiernos peronistas, que priorizaron la empleomanía y los aumentos siderales de sueldos del Estado, a costa de quitar recursos para obras y a la vez, aumentar de manera perversa los impuestos, llegando al triste récord de contar con una de las cargas tributarias más altas del mundo, lo que además, espanta a cualquier inversor. Ni qué hablar de la inseguridad, que muestra índices delictivos alarmantes, con la capacidad carcelaria colmada y la mayoría de las dependencias policiales saturadas, sin ningún proyecto penal a la vista. Eso sí, se gastaron fortunas en el faraónico proyecto del centro cívico que albergará más empleados públicos, “justo lo que necesitamos”. Con razón, el Dr. Luis Iriarte solicita informes sobre cómo se gastan los dineros públicos, lo que a todas es un misterio. La queja ciudadana obligó nuestros “austeros y comprometidos funcionarios” a un cínico congelamiento de dietas por seis meses, como si no fueran a cobrar por otra vía (léase, movilidad, asesores, donaciones, viáticos y cuanto curro existe en medio del caos administrativo). Una sola cuenta basta para ver las prioridades de la política; más de 6.500 millones de pesos (casi 2 millones por día), se destinan a la Legislatura, y poco menos que la mitad de eso, para obras públicas. Con un presupuesto global que supera los 156.000 millones de pesos, Tucumán destina solo un vergonzoso 2 % a obras públicas. A ello hay que agregarle el descontrolado gasto político antes de cada elección, donde el dinero de los contribuyentes se despilfarra en publicidad y dádivas de todo tipo, o salen en valijas de los bancos con destino desconocido sin pasar por ningún órgano de control. Dato para analizar: 156.000 millones de presupuesto que pagan 1.560.000 tucumanos, según el último censo. Es decir, cada ciudadano paga en promedio 100.000 pesos de impuesto para mantener un estado provincial gigante, ineficiente, con pésimos servicios y confiscatorio para los exhaustos contribuyentes. Cifras que asustan.

Pablo Cotella

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Cepsa de Lomas de Tafí

Nos preocupa mucho el cierre del Cepsa en Lomas de Tafí desde diciembre de 2019. Recurrimos a su sección porque tenemos la esperanza que sólo sea por el período vacacional, ya que allí trabajaban excelentes profesiones que realizaron muchas castraciones, colocación gratuita de vacunas antirrábicas y desparasitaciones a tantos animalitos. Desde diciembre estamos en la espera con muchos animales que necesitan los excelentes servicios que allí prestaban.

Martina Lucena

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