Adiós, Chalcha: evocaciones, recuerdos y tributos de sus colegas tucumanos

Cariño fraterno.- “El 17 de enero quedará marcado en las efemérides como el día en que voló en su viaje final el Chalchalero mayor, ser emblemático y ejemplar que representa no solo a un conjunto, sino a toda una generación que puso en lo más alto a la música nacional. Todos los que empujamos una guitarra para interpretar nuestra música aprendimos de él algo, mucho o todo. Se me va un ídolo, un amigo que me distinguió con su fraterno cariño por más de 30 años, me permitió ser parte de Los Chalchas en viajes, recitales, festivales y hasta cantó con Los Arrieros. Hoy es un día de enorme tristeza, se fue alguien que fue el espejo en que quise reflejarse desde niño y definió el motivo de mi vida, que me enseñó el camino a seguir en todos los buenos aspectos, que me prodigó afecto y amor por lo que hago y a defender nuestro acerbo nativo y fundamentalmente entregar todo por ello”. (Fabio Dip, fundador de Los Arrieros)

Consejos para no olvidar.- “Tuve la dicha de cruzarme con don Juan Carlos hace unos años por Sadaic... Fue un cruce fugaz, pero suficiente para hacerle honor a su fama de hombre derecho y referente de nuestro música popular, uno de los últimos ídolos del folclore tradicional. En mi segundo disco incluí una canción que la escuchá por los Chalcha y me enamoró. Tomo el consejo que le dio a su sobrino nieto en la última entrevista radial con Alejandro Villafañe: tratar de superarse día a día en la composición e interpretación de las canciones y, sobre todo, ponerle espíritu a cada una de ellas”. (Noralía Villafañe, cantora)

Transmitía familiaridad en los recitales.- “Si bien nunca lo conocí personalmente, siempre fui fanático de Los Chalchaleros. Particularmente me encantaba escucharlo al viejo Juan Carlos Saravia hablar en sus shows, ya que le imprimía familiaridad y tenía una enorme facilidad para llegarle al corazón de la gente y captar su atención al momento de presentar cada canción o contar una de sus tan queridas anécdotas. En mis comienzos con mi amigo Oscar Padilla siempre cantábamos las zambas de Los Chalchaleros y nos encantaba hacerlo a su estilo; yo imitaba su voz. Tuve la dicha de verlos en su presnetación despedida en el club Floresta, es un recuerdo imborrable en mi corazón musical. Hace poco estuvimos con su hijo Facundo en la cena anual de Sadaic, a quien le mando un fuerte abrazo en estos tristes momentos. Sin dudas, el folclore pierde con la partida de Don Juan Carlos uno de los maestros más queridos y emblemáticos, un señor, un caballero de la música”. (Diego Molina, integrante del dúo Taa Huayras)

Todos somos Chalchaleros.- “Fue el arquetipo de la gran escuela cantora que fueron Los Chalchaleros. Confluían en su estampa los más significativos valores y virtudes a los que puede aspirar quien vista las pilchas bendecidas por el poncho salteño. Fue moldeando con paciencia y autenticidad un modo característico de cantar lo nuestro, una invitación permanente y posible al canto colectivo, que no es otra cosa que convidarnos al disfrute del saber del pueblo definido como folclore. Con pulcritud y dedicación, sin imposturas, demostró que en la vida cotidiana se puede ejercer aquello que se pregona en los más distinguidos escenarios. Así como ‘cualquier cacatúa sueña con la pinta de Carlos Gardel’, estamos convencidos que ‘todos somos chalchaleros’, por eso su herencia volverá a encenderse en cada guitarreada”. (Carlos Diez, locutor nacional)

La permanente sonrisa de amigo.- “Despedirlo va a ser imposible, como lo fue la eterna despedida de Los Chalchas. Juan Carlos es parte de mi familia de los domingos sin serlo, de mi infancia, del sonido de la naturaleza; de chiquita lo veía cafetear en un bar de la plaza 9 de Julio en Salta. La gente pasaba y lo saludaba como si fueran todos amigos, y él respondía siempre con sus sonrisa impecable. Será el más grande de la historia del folclore de mi casa en Salta,a la misma que hoy llora su partida física, porque Los Chalcha dejó la huella más grande y hermosa del cancionero popular, dueño de un estilo único en el canto y del corazón de muchos”. (Tutty Otero Mendoza, cantante)

No aflojar nunca.- “Hablamos en pocas oportunidades. Por primera vez actuamos juntos en el teatro San Martín de Tucumán, en una función junto al Chúcaro y Norma Viola. Éramos adolescentes y fue una gran experiencia junto a tremendos artistas y, a su vez, recibí el primer consejo de un grande que nos quedó grabado de por vida: trabajar sin mezquindades, ser muy constante en esta profesión y no aflojar, seguir adelante por amor a la música nuestra. Siempre escuché buenas opiniones de los colegas sobre él, era muy respetado pór toda su trayectoria. Un ejemplo para todos los músicos y una lamentable pérdida”. (Nito Zeitune, cantante, ex miembro del Dúo Renacimiento)

Integración de distintas generaciones.- “Es un referente gigante por lo que significó en la vida de los que amamos el folclore, parte de esta hermosa escuela en la que decidí algún día vivir, donde se aprende todos los días. Los Chalchaleros fue la raíz de todo y la integración de las nuevas generaciones a lo nuestro”. (Gonzalo Soraire, productor musical en ACV Folclore y Alma Music)

Por encima de toda discusión.- “No conocí personalmente a Juan Carlos Saravia, pero es un referente de la historia de nuestro folclore. Más allá de la discusión sobre el estilo o las formas, impuso con Los Chalcha una verdadera escuela que hasta hoy tiene sus seguidores. Deja un repertorio interesante que seguramente estará presente por siempre en guitarreadas y escenarios”. (Carlos Podazza, guitarrista, cantante y docente)

Nunca será pasado.- “Su imagen sonriente me llevó hoy de nuevo por la adolescencia y la juventud, a abrazar mi guitarra de chango a la par de muchos amigos desvelados, ebrios de canciones y abrazos. Saravia ‘es’, nunca será pasado, porque está clavado en el rincón fraterno del alma de cada folclorista”. (Gustavo Guaraz, cantante y compositor)

La humildad de los grandes.- “Ha sido una de las personas que más han dado a conocer el folclore. Es una referencia para todos los que vivimos después, y una de las personas más queridas del ambiente. Cuando debuté en el Festival del Queso en Tafí del Valle, se preocupó en preguntarme quién era, qué hacía y en desearme suerte, como lo hacían con todos los que no éramos conocidos. Fue una muestra de la humildad que tienen los grandes”. (Adrián Sosa, intérprete)