Por Ricardo Reinoso
13 Diciembre 2019
“ESCUELA BOMBA”. El filme de Juan Mascaró se proyectará en la edición porteña, que comenzó ayer.
La 13ª Muestra DOCA (Documentalistas Argentinos), que se inició ayer en la Manzana de las Luces (Buenos Aires), bajo el lema “Pantallas de la resistencia, las luchas despiertan”, tendrá una subsede en Tucumán entre el lunes y el miércoles, en el Espacio Incaa de la sala Hynes O’Connor (San Martín 251, planta baja del Ente Cultural).
Serán tres días de proyecciones y presentaciones a cargo de especialistas, con producciones audiovisuales que enfocan temas candentes del continente, situados en el presente y con un registro de distintas experiencias y luchas sociales.
Se verá “La vuelta al campo” de Juan Pablo Lepore, que refleja el regreso a la ruralidad de campesinos desplazados por el avance de la frontera agropecuaria. Neoliberalismo y resistencia se enfrentan a través de las imágenes que propone Lepore.
También se proyectará “Guerreros del arco iris“, un documental coral sobre la refundación constituyente de Bolivia, en 2007.
Además, como película invitada, se programó “Fondo: otra vez la misma receta” del periodista Alejandro Bercovich, sobre el proceso de reendeudamiento llevado adelante por el macrismo durante sus cuatro años de gobierno.
La muestra brindará un espacio para documentales producidos en Tucumán. Se verán “Los pájaros”, “Mostras”, “Pozo de Vargas” y “Visto bueno: aldea amazónica”. También en la edición de la muestra en Buenos Aires está programada una sección con documentales realizados por alumnos de la Escuela de Cine de la UNT.
Un hecho trágico
Por otra parte, la provincia está representada en la edición porteña por el realizador Juan Mascaró (responsable de “Bazán Frías, elogio del crimen”), que presentará su documental “Escuela bomba, dolor y lucha en Moreno”, sobre la explosión en una escuela pública bonaerense que mató a la vicedirectora del instituto Sandra Calamano y al auxiliar Rubén Rodríguez. El caso, que fue muy difundido, puso en relieve la crisis del sistema educativo de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal. Como dato adicional, esta película surge del Departamento de Educación de la Universidad Nacional de Luján.
El documental de Mascaró iba a estrenarse el 2 de agosto en el cine Gaumont de la Capital Federal, pero las autoridades del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) lo levantaron, según denunció el director. Los documentalistas decidieron proyectarlo igual, en una pantalla sobre la vereda de ese cine.
A partir de allí, los realizadores comenzaron a llevarlo por todo el país y lo proyectaron en escuelas, universidades y locales de gremios. “Lleva 200 funciones y 13.000 espectadores en estos cuatro meses -comentó Mascaró-. La película denuncia toda esa política que asoma ahora con la gestión que entra a la provincia de Buenos Aires, con muchas escuelas en condiciones inhabitables y, obviamente, el cierre de instituciones”. El cineasta mencionó el conflicto por el cierre de escuelas en el Delta y le dijo a LA GACETA que lo mismo ocurrió en otros lugares poco poblados, donde los establecimientos cumplían un servicio importante más allá de la cantidad de alumnos que concurrían a sus aulas.
No hay culpables
“Respecto de la causa de Sandra y Rubén sabemos que no hay imputados, salvo el gasista que no arregló a tiempo la pérdida. Toda la comunidad considera que hay responsables políticos de esas muertes, que tienen que ver con el descuido y la desinversión en la infraestructura escolar”, agregó Mascaró.
En el conflicto del filme con la censura denunciada asoma el problema que de las dificultades que encuentra el género para su difusión.
“La exhibición en la Argentina tiene el monopolio de salas y de los complejos privados que, en general, no respetan la cuota de pantalla -advirtió el realizador-. Cuando le otorgan un porcentaje de pantalla a las producciones argentinas, nunca son destinados para los documentales o las películas chicas, sino que los ocupan los que llamamos ‘tanques argentinos’ que son tres o cuatro por año”. También destacó la paradoja de que, gracias al circuito alternativo que se armó a causa de la censura, a la película la vieron muchas más personas que si se hubiera proyectado en salas, porque éstas no le dan difusión.
“El documental es un género importante porque genera un diálogo con los espectadores -dijo el realizador-. Se ha construido un público de esta clase de películas que hasta hace poco no existía. La gente no iba al cine a ver documentales. Hoy sí”.
La agenda local
- Lunes 16 a las 20: “24 Nora”. (31 minutos) y “La vuelta al campo” (73 minutos).
- Martes 17 desde las 20: DocTucumán. “Los pájaros” (27 minutos) y “Mostras” (23 minutos). Luego FocoBolivia, “Guerreros del arcoíris” (55 minutos).
- Miércoles 18 desde las 20: DocTucuman. “Pozo de Vargas” (30 minutos) y “Visto Bueno, aldea amazónica” (36 minutos). Luego, “Fondo, otra vez la misma receta” (70 minutos).
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