Preservación: “Es necesario crear una reserva de patrimonio en El Infiernillo”

Preservación: “Es necesario crear una reserva de patrimonio en El Infiernillo”

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Según el arqueólogo y museólogo Eduardo Ribotta, para referirnos al tratamiento de los objetos y de los espacios patrimoniales podemos usar la figura de un ovillo de lana enredado. Al tirar de extremos diferentes nuevos puntos salen a la luz y hasta accionarlos no sabemos qué seremos capaces de encontrar.

- ¿Cuáles considera como nuestras mayores fallas en el cuidado del patrimonio arqueológico?

- Si bien existen leyes, no siempre son suficientes para resguardar el patrimonio. A veces los conflictos de intereses -por ejemplo inmobiliarios o agropecuarios- confrontan con la necesidad de preservación. Además, si bien las regulaciones establecen quiénes deben cuidar los sitios y las colecciones, no se implementan los montos económicos para ejecutar las acciones. Es sumamente difícil para los organismos y los profesionales que preservan los espacios arqueológicos hacer algo cuando la solución requiere de un terreno específico, de tiempo y de dinero.

- ¿Qué ocurre con la influencia del turismo en esos sitios? ¿Es positiva o destruye su impronta?

- El turismo es necesario para darle relevancia al patrimonio arqueológico y como herramienta para formar opinión, valorar y obtener el financiamiento necesario para reinvertirlo allí. Sin embargo hay que tener en cuenta efectivos y continuos controles y planes de mantenimiento para que no se produzca el efecto contrario. Es decir, que el patrimonio “muera de éxito”. En todos los casos es necesaria la intervención de profesionales de la arqueología junto con la Dirección de Patrimonio del Ente Cultural y el Ente de Turismo. Aunque no siempre se consigue que trabajen todos en conjunto.

LOS MENHIRES.- Se ubican en un museo a cielo abierto que no figura bajo el paraguas de los lugares protegidos por Patrimonio. LOS MENHIRES.- Se ubican en un museo a cielo abierto que no figura bajo el paraguas de los lugares protegidos por Patrimonio.

- ¿Qué permite que un sitio sea digno de nuestro patrimonio? ¿Y qué factores entran en este juego de cultura e historia?

- No es casualidad que determinados objetos, sitios o monumentos sean considerados patrimonio y otros no. Es siempre una parte de la sociedad con poder político, económico y/o religioso la encargada de activarlo. Personas que pertenecen a un determinado estrato social son las que deciden el qué, el cómo y el cuándo. Hay grupos que quedan fuera de las decisiones, por ejemplo las comunidades originarias. Entonces se privilegian lugares u objetos que no necesariamente son los más significativos. En todo caso, el patrimonio representa a ese poder que se adjudica un criterio de autoridad no consensuado e impone su mirada excluyente.

EL INFIERNILLO.- En esa zona habitaron los primeros pobladores de Tucumán. De allí la importancia de crear un área de protección patrimonial. EL INFIERNILLO.- En esa zona habitaron los primeros pobladores de Tucumán. De allí la importancia de crear un área de protección patrimonial.

- ¿Hay posibilidades de cambiar esa mirada?

- Hay que entender que el patrimonio muta a lo largo del tiempo, al igual que nuestra sociedad. Lo que hoy no se considera un bien patrimonial puede serlo dentro de unas décadas, o al revés. No existe la patrimonialización neutra o inocente. Esta realidad hace que determinados sitios sean tenidos en cuenta y otros abandonados. La solución es ampliar la mirada de ese reduccionismo de ciertos colectivos sociales e intelectuales; incrementando la participación y el ámbito de decisión.

-¿Podemos recuperar los sitios arqueológicos modificados u olvidados? ¿Qué medidas debemos tomar?

- Por su extensión y cantidad es prácticamente imposible salvaguardar todo el patrimonio arqueológico tucumano. Una medida sería crear una reserva de patrimonio integral -concepto que engloba la unión de lo cultural y lo natural en un espacio- en El Infiernillo. Así se podrían ocupar aproximadamente 500 hectáreas donde se asentaron las poblaciones más antiguas de Tucumán y salvaguardar los sitios arqueológicos, la flora, la fauna, los estratos geológicos y el agua, o sea el entorno completo. En cuanto al ámbito económico, los organismos oficiales deberían ser dotados de un presupuesto específico para afrontar las tareas de preservación, valoración, investigación y difusión en los marcos de la ley provincial.

IBATÍN.- Hacen falta decisiones de fondo para determinar qué se hará con el predio que albergó la primitiva San Miguel de Tucumán. IBATÍN.- Hacen falta decisiones de fondo para determinar qué se hará con el predio que albergó la primitiva San Miguel de Tucumán.

- Cada tanto salen noticias de personas que se apropian de objetos con un valor arqueológico notable. ¿Qué ocurre acá?

- En esos hechos interviene la Dirección de Patrimonio, pero la escasa financiación dificulta las tareas de rescate. Entonces la cuestión es concientizar a la población. Sería importante que se creara un museo provincial para exhibir el patrimonio. Que tenga un laboratorio para conservación y, además, una gran área de reserva donde recibir todo el material que no puede alojarse en el lugar del hallazgo.

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