John C: "con esta moto vas a hacer furor, me dijo mi viejo, pero yo no le creía"

John C: "con esta moto vas a hacer furor, me dijo mi viejo, pero yo no le creía"

La C90 es su emblema. El cantante grabó la canción y explotó su fama. Esta noche canta en Córdoba y mañana estará en el "Buenos Aires Trap".

John C: con esta moto vas a hacer furor, me dijo mi viejo, pero yo no le creía

Tiene 23 tatuajes en total. La mayoría está en su brazo derecho y otros se reparten entre el pecho, en el cuello, el tobillo del pie derecho, por encima de la oreja, y uno en el brazo izquierdo. Cuatro es su número preferido. Si alguien le pide que elija un número no duda: el cuatro. Lo pegó con cinta negra en su moto C90 (celeste). Dice que, al número, lo heredó de su padre. “Antes de que yo venga al mundo, mi viejo ya estaba marcado con ese número –dice John C-; es mi número favorito”, agrega. Uno de esos tatuajes es un homenaje a su padre, Eduardo René López, un amante de las bicicletas (mountain bike) y de las motos (enduro). En cada competencia, Manuel corría con el número 4 en su moto. John C se tatuó en el costado izquierdo del pecho, a la altura del corazón. Es un cuatro con una corona de rey. Un símbolo que eligió para tener a su padre en la piel.

John C: con esta moto vas a hacer furor, me dijo mi viejo, pero yo no le creía

John C está sentado en un sofá de la peluquería que abrió hace seis meses en Villa Mariano Moreno. “No sabés lo que invertí para poner este local –resalta-; nunca me imaginé que ahora iba a tener que cerrarla –afirma-; es que no me da el tiempo y quiero dedicarle más horas a la música”. El 13 de agosto cumplió los 20 años. “All we need is music” (todo lo que necesitamos es música) puede leerse en otro tatuaje en su brazo derecho. La música comenzó, casi de manera casual, a los 16 años, cuando se formó un grupo de amigos que se identifican como “Jarana Boys”. En ese tiempo, pasaban todos los fines de semana en San Pedro de Colalao. “T-Fresch” es su hermano mayor, por tres años de diferencia. T-Fresh iba a las plazas a “improvisar” con los amigos. John C tenía 16 recién cumplidos y empezó a sumarse a las salidas con su hermano. “Fui varias veces a tirar un par de rimas”, recuerda.

En octubre, la vida de John C dio un giro veloz. Cambió su rutina y ahora se parece más a una montaña rusa imparable. La primera semana en Buenos Aires fue tremenda. Reuniones con representantes de discográficas. Salía de una y entraba en otra. Así todo el día. De noche, largas horas en un estudio de grabación. Todo bajo la supervisión de Martín, su productor ejecutivo, director de "Piloto Producciones", la empresa que patrocina la carrera artística de John C. "Martín fue el primero que me habló de hacer una movida en Buenos Aires -relata-; mucho antes de que empiece todo esto y yo le dije que sí, que no dude, y cómo todo explotó rápido tuvimos que adelantar el viaje a Buenos Aires, donde él nos esperaba".

En Buenos Aires, entraba al estudio a las 20 y no salía hasta el amanecer. Alrededor de las 7 paraban de grabar; dormía un par de horas y otra vez: reuniones con discográficas. “Una noche estaba tan cansado que cuando terminé mi parte, yo era el segundo en el turno de la canción, digo voy a aprovechar un ratito para dormir hasta que me toque de nuevo –recuerda-; me tiré en un sillón, así como estoy ahora con los brazos extendidos –explica y simula como si estuviera crucificado en el sofá-, y me dormí, pero sin darme cuenta de la hora. Me despertaron y ya estaba lista toda la canción. Eso fue muy loco; nunca me imaginé que me iba a dormir en un estudio de grabación, pero era mucho cansancio, bro; igual me encanta todo esto, bro".

John C: con esta moto vas a hacer furor, me dijo mi viejo, pero yo no le creía

Acordamos la entrevista varios días antes. Recién había llegado de Buenos Aires. Iba a estar solo cuatro días en Tucumán para volver a salir de gira en el último fin de semana de noviembre y la primera semana de diciembre. Por esa vorágine en la que está subido ahora, John C puede cambiar la agenda en minutos. Si le piden una voz con una frase debe salir corriendo al estudio de su casa, grabar y enviar el archivo.

"El estudio" de su casa es un espacio improvisado en su dormitorio. Está la cama y al lado hay una computadora y un micrófono. Es rústico, pero ya tiene planeado un nuevo espacio para convertirlo en estudio de grabación. Todo va camino a que la peluquería se convertirá en un estudio de grabación. La entrevista se cambió varias veces de día y de hora. La agenda de John C no es la misma que solía tener antes del “bombazo” que pegó con el tema C90. El video en youtube tiene más de 15 millones de vistas y sigue sumando.

Este fin de semana volverá a pisar el acelerador. Ayer se tomó un vuelo a Córdoba, donde esta noche cantará en la capital. Mañana tomará otro vuelo para llegar a tiempo y subirse al escenario del Buenos Aires Trap, que se hará en el hipódromo de Palermo. Es un festival donde tocan los mejores del país. “Estar en el Buenos Aires Trap es como jugar en la Superliga”, compara. La noche del sábado volverá a subir a un avión para regresar a Córdoba, donde tiene agendado un show en la capital del cuarteto. Después del concierto, el domingo subirá otra vez a un vuelo para volver a Buenos Aires y quedarse una semana completa. La idea es grabar un nuevo video clip de “La C90 remix”. Se trata de una versión extendida del hit con las voces de otros raperos famosos entre los que figuran “Neopistea”, “Trueno”, y Bhaviboi”.

 La grabación se hará en Viila Madero. El video debe estar listo antes del 20 de diciembre. Es la fecha tope para subirlo a las diferentes plataformas como Spotify, Google Music, YouTube, entre otras.

John C: con esta moto vas a hacer furor, me dijo mi viejo, pero yo no le creía

Otro tatuaje en el tobillo dice “Mami” y detrás de la oreja derecha lo complementa otro tatuaje en el que puede leerse el nombre “María”. Son los dos que mencionan a su madre María de los Ángeles Galarza. La mujer lo respalda en su nueva carrera artística, pero le preocupa que haya tantos viajes y demasiada ausencia, lejos de la familia. Ella se pregunta a si misma si tendrá a su hijo en casa para las fiestas de fin de año. Es una fecha especial para la familia, pero también es una fecha especial para los conciertos. John C todavía no sabe si saldrá alguna gira para ese tiempo. “Espero pasar las fiestas con mi familia -dice-, eso es lo más importante, pero ya veremos”, insiste.

En la muñeca izquierda, donde se le marcan las venas, John C se tatuó “C90”. Lo hizo hace cuatro meses, mucho antes del boom de la canción. Cuando tenía 16 años, Juan –como le llaman sus familiares-, pasaba todo el verano en San Pedro de Colalo. En ese tiempo usaba una moto Kawasaki Kmx de 200 centímetros cúbicos, heredada de su padre. Un día apareció el padre con la noticia de que había vendido la moto, pero tenía otra para ofrecerle a su hijo. Era una C90 celeste.

-“Con esta moto vas a hacer furor”, le dijo.

-“¿Con esa moto?, ¿furor?”, preguntó Juan levantando las cejas; incrédulo.

John C: con esta moto vas a hacer furor, me dijo mi viejo, pero yo no le creía

Pasaron tres años de aquel cambio. La peluquería está cerrada, desde hace tres semanas. Sentado en un sillón del local, John C recuerda aquella frase de su padre. “Eso me dijo; no le creía nada, pero tenía razón mi viejo, bro –dice-; es que en el grupo de amigos todos andaban en motos enduro y yo era el único que hacía lo mismo que ellos, pero en una C90; por eso llamaba la atención. En aquel tiempo iban a pisar el acelerador por los circuitos de Monte Bello.

En su brazo derecho, otro tatuaje dice: “El Primo”. Es una dedicatoria para su primo, a quien prefiere preservar en su nombre y lo llama como todo el mundo lo conoce: El Primo. “Es como mi hermano para mí –resalta-. El primo fue el primero que le pidió que le cortara el pelo. John C tenía apenas 15 años. Un verano estaban en San Pedro de Colalao y llegó el primo con una máquina para cortar el pelo. John C estaba en la cama. No podía levantarse. Tenía papera. Le habían recomendado tres semanas de reposo. “Imaginate bro, era verano, todos andaban de rancheadas y yo en la cama, me quería perder –dice lamentándose-; entonces un día llega mi primo y me pide que le corte el pelo; no bro, mirá cómo estoy, en cama”, le dijo. El primo insistió tanto que, John C le dijo te corto pero me pagás $ 20. “Le dije eso para ahuyentarlo, pero el primo sacó los billetes y me pagó”, recuerda.

John C: con esta moto vas a hacer furor, me dijo mi viejo, pero yo no le creía

Al día siguiente volvió el primo a la casa, entró y buscó a John C en la cama. Afuera había una fila de amigos que querían cortarse el pelo y estaban dispuestos a pagar los $ 20 cada uno. “No me olvido nunca, porque ese día me hice $ 200 en un rato”, relata.

El único tatuaje del brazo izquierdo es puñal que en su filo metálico aparece el rostro de una mujer anónima. El dibujo tiene el tamaño del antebrazo. Sobresale ante el resto. “Esto es por las mujeres –explica-; vos le podés dar la interpretación que quieras –agrega-, pero entiendo que esto significa que las mujeres dominan al mundo. Los hombres creen que mandan, pero no bro, son las mujeres las que manejan todo”, resalta.

En el torso, otro tatuaje dice “Emilias”. Sus dos abuelas tienen el mismo nombre. Ellas son las primeras fanáticas de John C en la familia. En el costado derecho del pecho también se lee otro tatuaje escrito en japonés. Dice Bernardita, pero escrito en japonés. Se trata de un recuerdo para su hermana, de 10 años.

Una de sus mejores amigas vive en Tafí Viejo. John C la visita de vez en cuando. Desde su casa en Villa Mariano Moreno va a buscarla. La mayoría de las veces sube a una camioneta blanca con vidrios polarizados que le presta su padre. Cuando llega a la “Ciudad del Limón” estaciona en la puerta de la casa y entra a saludar. Desde que aumentó su fama, algunos chicos ya saben que John C llegó a Tafí Viejo, porque dejó la camioneta en la puerta. Entonces golpean las manos, desde la vereda, y le piden que salga para tomarse una selfie con el celular.

John C: con esta moto vas a hacer furor, me dijo mi viejo, pero yo no le creía

Juan Cruz López estudió el secundario en la escuela de Comercio 1, en la calle España al 200. En ese tiempo hacía “horas extras”, porque se anotaba en los talleres de teatro y en los de “dirección de cine”. Después, con el tiempo, en San Pedro de Colalao -con sus amigos-, grabó varios videos humorísticos, guionados por ellos mismos, en los que contaban historias.

Un tatuaje dice “Jarana Boys”, es el nombre que identifica al grupo de amigos. En San Pedro de Colalao grababan los videos, con personajes y maquillajes caseros. Tenían alrededor de 15 años. Lo hacían como un pasatiempo para subirlos a youtube. En ese grupo conoció a "Xanax", su mejor amigo y es la voz que hace los coros en todas las canciones de John C. “Xanax es un capo, es mi faro, mi referente, mi todo, mi mitad, con él aprendí todo”, asegura.

Con su amigo Xanax se reúnen para escuchar música, crear canciones, tirar un par de rimas, salir de rancheadas. “Le digo a Xanax que ahora escucho todos los estilos de música: tangos, alternativa, lo que sea –detalla-, porque siento que eso me enriquece para poder componer nuevas canciones”.

Algunos chicos vieron la camioneta estacionada afuera de la peluquería y comienzan a acercarse. Quieren una selfie con John C. Está parado en la vereda y responde al saludo que le hace una chica desde un taxi. Después pasa otro y se repite la escena. Es el más popular. La fama comienza a golpear a su puerta. John C lo tiene claro. “Quiero vivir de la música –remarca-; tengo la cabeza las 24 horas pensando en la música”

¿Cómo es el proceso para componer una canción?

El nuevo look de John C. El nuevo look de John C.

Depende; a veces estoy en el estudio listo para grabar, pero también otras veces estoy con amigos, estamos charlando y sale una frase que yo presiento que puede servir para una canción. "El otro día –recuerda-, estábamos con Xanax y me dice: bro… hace meses que no veo un billete; escucho eso y le digo al Xanax que eso puede servir para una canción. Y así salen a veces –detalla-. La canción de la C90 tenía que salir sí o sí, porque la moto me llevó a todos lados, nunca me dejó. No la había grabado, pero ya tenía parte de la letra en la cabeza, entonces cuando íbamos de rancheada con los amigos, a veces, cantaba una parte y veía que a ellos les gustaba y la cantaban, entonces le fui dando más forma hasta que salió entera”, detalla.

En la primera semana en Buenos Aires, mientras deambulaban de una oficina a otra, de una entrevista con productores hasta el estudio de grabación, John C creó una primera parte de una nueva canción. Todavía está en etapa previa de grabación, pero adelantó que va por el lado de esa vorágine que tuvo en esos días. Algo así como pasar de una liga a otra liga mayor, pensando en Miami.

Mientras tanto ya explota otra canción que grabó con Bizarrap en Music Sessions, que dice: 

No creo en la suerte, creo en el ingenio / Que hace de esta cara, lo genio del resto / Hace rato que en esto, soy el maestro /Si tu quieres nena, yo te lo demuestro / Oh mirame la cara / pensando en la familia, pero vivo de jarana / Ahora cero drama, sigo en C90 / pero está más cotizada...


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