Tres minutos fatales para el "Millonario"

Tres minutos fatales para el "Millonario"

River jugó un partido casi perfecto durante 88 minutos, pero cometió dos errores y perdió.

INTENSA MARCA. El uruguayo Giorgian De Arrascaeta se lleva la pelota ante la presión del tucumano Exequiel Palacios y de Enzo Pérez, mientras “Nacho” Fernández lo sigue desde atrás. reuters INTENSA MARCA. El uruguayo Giorgian De Arrascaeta se lleva la pelota ante la presión del tucumano Exequiel Palacios y de Enzo Pérez, mientras “Nacho” Fernández lo sigue desde atrás. reuters

“Nos tocó perder de la manera más triste”. La frase de Marcelo Gallardo lo resume todo. River fue mucho más que Flamengo en la gran final. Jugó un gran partido durante 88 minutos, porque a pesar de que el equipo brasileño comenzó a atacarlo cuando faltaban 15 minutos para el final, el conjunto de Núñez tenía todo bajo control. O al menos, así parecía, hasta que un error cambió el rumbo.

Faltaban dos minutos para el final de los 90’, el “Millonario” ganaba 1 a 0 y tenía el control de la pelota. Saboreaba el bicampeonato y la quinta Copa Libertadores de su historia. Sin embargo, Lucas Pratto optó por gambetear a Giorgian De Arrascaeta antes que darle el pase a Gonzalo Montiel, que esperaba sin marca, mientras otros cuatro jugadores de la “banda” estaban cerca del borde del área grande de Flamengo. El “Oso” perdió la pelota ante el uruguayo, River quedó mal parado porque Montiel había pasado al ataque y Bruno Henrique encabezó un contragolpe letal, que terminó con el empate de Gabriel Barbosa. Mazazo letal para un equipo que hasta ese momento había hecho todo bien.

Y sobre llovido, mojado. Tres minutos después, Javier Pinola, que hasta ese momento había sido el mejor jugador de la gran final, cometió un error fatal. Despejó mal de cabeza, el balón le quedó servido a “Gabigol” y el atacante de 23 años no perdonó, para demostrar que un delantero de su calibre aparece en el momento justo.

“Perder así es más triste, pero hay que saber perder con hidalguía”, reconoció el “Muñeco”, que esta vez no acertó en los cambios. O al menos en uno. Porque al margen del error que cometió Pratto y que cambió el rumbo del partido, el delantero no aportó nada positivo en los casi 25 minutos que estuvo en la cancha. El que había sido uno de los héroes de la final ganada a Boca en 2018, pasaba a convertirse en el villano.

Fue una derrota durísima, porque River había hecho méritos suficientes para ser campeón. En el primer tiempo prácticamente anuló todos los circuitos de juego de los brasileños, con un gran despliegue de Enzo Pérez y del tucumano Exequiel Palacios. Manejó los tiempos y Pinola mostró una gran solvencia en el fondo, para prácticamente anular a Gabriel Barbosa.

Sin mantener la misma intensidad, en el complemento el “Millo” mostró oficio, al menos hasta casi el final. River recibió un duro golpe, pero rápidamente debe ponerse de pie. Está peleando en los primeros lugares de la Superliga y el 4 de diciembre jugará la final de la Copa Argentina, que lo puede depositar directamente en la fase de grupos de la próxima Libertadores. Esos tres minutos fatales no pueden opacar todo lo bueno (y que fue mucho) que logró este equipo de la mano del “Muñeco”.

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