Macri no brindó soluciones en lo social, según Yedlin

El ministro se refirió a la tarjeta alimentaria que propone el presidente electo. Consideró un halago ser mencionado para el gabinete de Fernández, pero dijo que eso se debe considerar con Manzur.

ADECUADA, PROLIJA Y HONESTA. Así debe ser la nueva tarjeta alimentaria, a criterio de Gabriel Yedlin. la gaceta / foto de Analía Jaramillo ADECUADA, PROLIJA Y HONESTA. Así debe ser la nueva tarjeta alimentaria, a criterio de Gabriel Yedlin. la gaceta / foto de Analía Jaramillo

“Yo representaba a los ministros de provincias en esa mesa; y no es que todos decidamos, sino que haremos aportes para mejorar la realidad, para que en el país no haya hambre, eso es una indecencia”. Lo dijo a LA GACETA el ministro de Desarrollo Social, Gabriel Yedlin, respecto del encuentro del consejo contra el hambre que encabezó el presidente electo, Alberto Fernández.

- ¿Cómo bajará el plan de Fernández a Tucumán, cómo se federalizaría?

- La secretaría de Políticas Alimentarias del Ministerio de Desarrollo de la Nación se dedicará a ese tema. Aquella reunión fue muy poco operativa en términos programáticos, fue más de consenso y de escuchar a las partes. Este programa tendrá dos etapas, una más federal, asistencial, que tiene que ver con financiar más y mejor a los programas de seguridad alimentaria, que son variados en el país (a través de gobiernos provinciales, comedores escolares, cocinas comunitarias). Después, la salida es con trabajo. Hoy la gente está con hambre y con muchas dificultades, pero luego hay que lograr que la gente consiga trabajo, que gane para comprar alimentos en el entorno donde vive. Desde lo práctico, habrá un financiamiento más importante de los programas de seguridad alimentaria existentes, las iglesias con los suyos, los movimientos sociales con los suyos, las provincias con los suyos. Cada una tiene un programa distinto. Además, están trabajando con una tarjeta. En Tucumán funciona la tarjeta Alimentaria Cabal, está instrumentada pero casi no funciona porque la plata que la Nación manda es poca, son $ 120. Si se fondea de otra manera, sería importante.

- ¿A cuánta gente alcanza esa tarjeta en la provincia?

- A 36.000 en Tucumán, pero 21.000 personas de ese programa no tienen tarjetas, les acercamos un módulo alimentario porque viven en lugares de difícil acceso. Eso es en Tucumán, en otras provincias no tienen nada, porque no les dieron los programas sociales. Lo que viene será para todos y más prolijo; tarjetas con las que no se podrá sacar dinero sino comprar alimentos, y no cualquiera, sino los propuestos por equipos de nutricionistas. Habrá un monitoreo sobre qué se consume, y se quiere armar un área importante de educación alimentaria para que la gente, dentro de sus posibilidades económicas y sociales, pueda tener hábitos de alimentación más adecuados. La tarjeta Cabal es previa a la AUH; cuando se armó la asignación universal pusieron allí todos los recursos y desfinanciaron la Cabal. Desde que empezamos nuestra gestión, nunca se actualizaron los valores. Sin embargo, no sabemos cómo funcionará esta nueva tarjeta que implementará Fernández, pero todos estamos aportando nuestras experiencias para que sea de la manera más adecuada, prolija y honesta para todos.

- ¿Hay un relevamiento de a cuántas personas alcanzará en Tucumán?

- Primero, no creo que quieran hacer algo enlatado, sino que cada jurisdicción vea lo más adecuado. Por ejemplo, la ministra de Chaco nos contaba la situación del Impenetrable, donde no es a través de una tarjeta que se ayudará a esas personas, que tienen otro sistema de vida.

- ¿Las organizaciones sociales de Tucumán se acercaron a preguntar cómo se implementará?

- No. En realidad, durante toda esta gestión, las organizaciones se manejaron de manera vertical con las centrales nacionales. Hubo programas que estas organizaciones tuvieron y que las provincias no, ellos tuvieron altas que nosotros no. Por la ley de Emergencia Social, que salió durante la gestión de Macri, se manejaron $ 50.000 millones, que no llegaron a los gobiernos provinciales; hemos intentado sin éxito saber cuáles son los recursos que la Nación envía a las provincias a través de las organizaciones sociales. Está bien que sean un actor más, pero las provincias deberían saber, porque a lo mejor de los dos lados estamos ayudando a la misma gente y a otros no. Ahí hay algo que no estuvo bien desde la gestión. El Gobierno de Macri, en ese sentido, no nos brindó soluciones.

- El que aparezca su nombre entre los seis tucumanos que pueden ingresar al gabinete de Fernández, ¿cómo lo recibe?

-Es una mezcla. A uno le da satisfacción en lo personal, en lo grupal, porque destacan el trabajo que se realiza en el ministerio. Después, por supuesto, con un grado de preocupación grande porque es un tema muy complejo. Desde lo político, puntualmente, soy ministro de (Juan) Manzur. Habrá que hablar con el gobernador, para que se considere y se vea qué es lo mejor para todos. Pero, para tener incidencia en Tucumán no hace falta ser funcionario nacional; podemos ser ministro en Tucumán y tener empatía con el ministro de la Nación para que nos escuche.

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