Por Guillermo Monti
17 Noviembre 2019
Muy buena
Serie / por DISNEY+
Se abre la puerta de la cantina y la figura del cazarrecompensas queda recortada a contraluz. Ingresa con paso cansino y se acomoda en la barra, silencioso y amenazante. Los villanos creen haber encontrado una víctima y no saben con quién están metiéndose. Si desde hace décadas se considera a Star Wars el más clásico de los westerns galácticos, el primer episodio de “The mandalorian” lo subraya con firmeza. La aventura comienza con la misma impronta que George Lucas le confirió al capítulo inicial de la saga cinematográfica: polvorienta, ascética, fascinante, geográficamente ilimitada -como el desierto de los westerns- y temáticamente irresistible. En este caso, más cerca de Sergio Leone en el episodio 1 y de John Ford en el 2.
“The mandalorian” carga con la misión de ser la punta de lanza de Disney+, la plataforma de streaming lanzada el martes pasado en Estados Unidos y llamada a competir mano a mano con Netflix y HBO. No es caprichoso que Disney haya elegido una serie ambientada en el universo de Star Wars para abrir el juego. Junto a Marvel, Lucasfilm representa uno de los principales activos de la factoría y la cantidad de historias que alberga es, sencillamente, inagotable. Otras dos series están en etapa de producción, una basada en Cassian Andor (interpretado por Diego Luna en la película “Rogue One”) y otra con Ewan McGregor retomando el rol de Obi Wan Kenobi.
“The mandalorian” es un personaje nuevo, aunque construido a imagen y semejanza de Boba Fett, uno de los clásicos de las películas. Lo encarna Pedro Pascal (el Oberyn Martell de “Game of Thrones”), sin quitarse el casco durante los primeros episodios. ¿Lo hará más adelante? Todo dependerá de lo que vayamos averiguando de la particular cultura en la que abrevan los mandalorianos.
Esta es una de las claves que diferencia a Disney+ de sus rivales: en lugar de emitir la temporada completa, lista para ser maratoneada, estrena los episodios semana a semana, a la vieja usanza. En el caso de “The mandalorian” es un acierto, porque deja con ganas de mucho más. Lo mismo sucedía con “Game of Thrones”, indicativo de que no todo es binge-watching en la viña del streaming. Por lo bueno vale la pena esperar.
El final del primer capítulo de “The mandalorian” se ultraviralizó, así que el territorio spoiler queda abierto. El cazarrecompensas descubre que el sujeto que mandaron a buscar, a cambio de una fortuna, es un “bebé Yoda”. El elemento jedi, clave en Star Wars, está llegando más rápido de lo previsto y en el capítulo dos, estrenado el viernes, la “fuerza” entrará en acción.
A Jon Favreau, un hombre de la casa Disney, le dieron 100 millones de dólares para que desarrolle este proyecto. Como buen showrunner, se nutrió de buenos directores y un reparto en el que aparecen Carl Weathers, Werner Herzog, Omid Abtahi y -el más lucido hasta aquí- Nick Nolte. Pero el mayor acierto de Favreau es su capacidad para capturar el espíritu de Star Wars y lo demuestra en diversos planos de “The mandalorian”: la aparición de llamativas criaturas, la exploración de nuevos mundos, las claves que enlazan a los nuevos personajes con la tradición de la saga. Misterios que van develándose de a poco y aventuras a gran escala. También humor. Un festival para los fans, porque las alusiones a la mitología galáctica son interminables. Por sobre todo “The mandalorian” entusiasma y ese es el corazón de Star Wars, una marca que encuentra en la TV -en el streaming- las posibilidades de un futuro extraordinario.
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