11 Noviembre 2019 Seguir en 
DESTREZA TÉCNICA. Entre el hiperrealismo y la ilustración del cómic, en el mural de Natalia Véliz.
“El mito del Familiar nació con Hileret en Lules, se popularizó en Santa Ana y se extendió por todo el NOA. La bestia era una personificación del Diablo”.
El texto escrito por Alberto Elsinger se puede leer en LA GACETA de septiembre de 2011.
Y aunque su aparición histórica es lejana todavía hoy se expresa en nuevas obras.
El viernes se inauguró el mural de “El Perro Familiar” en el Museo Folklórico, en 24 de Septiembre 565.
Los artistas Natalia Véliz (con un fuerte dibujo hiperrealista) y Federico Miniaci (ilustrador de cómics), realizaron la obra en el segundo patio del museo.
“La imagen, que combina la técnica del cómics y el muralismo, fue creada en una de las paredes del segundo patio de la casa, y formará parte del recorrido de la obra de teatro ‘Fantasmas con Velas’, que se ofrece anualmente en el museo”, adelantaron sus autoridades.
Véliz ha efectuado una serie de intervenciones en distintas paredes del establecimiento, como el mural con el rostro de Mercedes Sosa, que este año pintó en recordatorio a los 10 años de su fallecimiento.
El dibujo hiperrealista reproduce imágenes de la realidad con una gran precisión casi fotográfica. A este género también se lo conoce como superrealismo, realismo fotográfico o fotorrealismo. Natalia Véliz destaca la destreza en la técnica que logra precisiones, relieves y texturas tan reales que impresionan. “Para llegar a este nivel de exactitud en los detalles es fundamental la disciplina”, asegura la artista.
En su cuenta de Facebook, Véliz dijo contó que en ese museo suceden cosas mágicas. En el epígrafe del mural figura: “Demonio negro, con ojos de fuego, fauces amenazantes y garras filosas. Criatura infernal de los cañaverales”.
En el parque
El mito, nacido en los ingenios, tuvo su última manifestación artística en el Museo de la Industria Azucarera (MIA), cuando Gabriel Miremont planteo una instalación sonora y visual, que aún puede verse. “Se llama ‘El Perro Familiar, lo oculto detrás del mito’ porque las historias sobre la desaparición de sindicalistas, trabajadores problemáticos o simplemente opositores a la explotación y el abuso por parte de los patrones forma parte de su origen”, opinó el autor.
Allí se cuenta que las primeras referencias escritas sobre la leyenda están en “Palo ‘Chalchal’ (1936) de Tobías Rosenberg.
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