Escuelas solidarias: aprender ayudando a los demás

Escuelas solidarias: aprender ayudando a los demás

Tres historias de alumnos tucumanos conmovieron al jurado del premio presidencial Escuelas Solidarias. Se presentaron más de mil proyectos pero sólo 11 fueron finalistas. Inspirate con estos testimonios.

Escuelas solidarias: aprender ayudando a los demás

Combaten los mosquitos en su pueblo: chicos de Romera Pozo (leales) cuidan la salud de sus vecinos

Para llegar a su escuela, la secundaria de Romera Pozo, los chicos caminan tres kilómetros desde el lugar donde los deja el colectivo, sobre la ruta 9 (kilómetro 1258), hacia adentro. En ese viaje llegan llenos de picaduras de mosquitos. A causa de las intensas lluvias se han formado lagunas y cunetas colmadas de agua al borde de los caminos. “La mayoría de los vecinos de los humildes poblados no tienen dinero para comprar insecticida. Por eso los chicos decidieron estudiar las propiedades del Yacón, una planta con usos medicinales que puede ahuyentar y matar los mosquitos”, cuenta con entusiasmo el profesor Juan Antonio Correa. Sus alumnos obtuvieron el Primer Premio Nacional en el rubro Educación Ambiental de Escuelas Solidarias.

Escuelas solidarias: aprender ayudando a los demás

“El secreto de tus flores” se llama el proyecto que comenzó con el estudio de una planta que cultivan en su propia huerta escolar. Esta planta que da una flor anaranjada muy bonita contiene piretrina. “Esta sustancia actúa sobre el sistema nervioso del mosquito y no le permite alimentarse. Nosotros lo extraemos y lo mezclamos con fécula del maíz o con el polvillo del carbón de la cocina, y con hojitas secas. Con todo eso hacemos una pasta, que moldeamos hasta convertirla en varita como las de sahumerio que se prenden”, cuenta el docente. La escuela de Romera Pozo no tiene laboratorio. Apenas cuenta con un aula donde el profesor Correa enseña en forma simultánea a alumnos de 4°, 5° y 6° año, en un sistema de cursos asociados. Ello no impidió que los chicos investiguen sobre la planta con expertos del Siprosa y del Inta. Y luego enseñaron a sus vecinos a fabricar sus propias varitas para exterminar mosquitos y prevenir enfermedades como Dengue, Zika y Chikungunya.

Son especiales porque ayudan a la comunidad: alumnos especiales de Monteros fabrican bloques para la construcción

Escuelas solidarias: aprender ayudando a los demás

Ellos no se dedican a cosas pequeñas y banales. Se especializan en la construcción. Ayudan a los vecinos de menores recursos y enseñan a fabricar bloques de cemento con pedazos de telgopor en su preparación. Son los alumnos de la Escuela Especial Secundaria de Monteros. Un grupo de 40 alumnos, guiados por la docente Marisel Posse, obtuvo el Primer Premio Nacional en rubro Tecnología de Escuelas Solidarias con su proyecto “Construyendo bloques de solidaridad”.

Los estudiantes, todos jóvenes con discapacidad, en distintos grados y tipos de afecciones, aprendieron a fabricar bloques de cemento con telgopor de desecho. “Ellos lo rallan para incorporarlo como materia prima en la mezcla con la que se realizan los bloques de cemento”, explica Marisel.

Escuelas solidarias: aprender ayudando a los demás

La felicidad de cada chico al terminar cada pieza sólo es comparable a la de sus profesores cuando recibieron la noticia del premio. “Lo importante de esta pedagogía del aprendizaje servicio solidario es la oportunidad que nos brinda a las escuelas de educación especial de lograr el objetivo de incluir al alumno en la comunidad”, dice emocionada la docente Marisel. Gracias a este proyecto nuestros chicos se convierten en protagonistas del cambio porque buscan dar solución a una problemática real y sentida de su comunidad, trabajando en conjunto con otras instituciones como la Municipalidad de Monteros y el centro vecinal”, explica. Los bloques que fabrican los estudiantes son donados a los vecinos de menores recursos para construir sus módulos habitacionales. Por eso, lo más especial que tienen estos alumnos es su empeño por conseguir lo que se proponen. Y, siempre, con una sonrisa.

Crearon un taller de electricidad muy singular: estudiantes de Trancas incluyeron a alumnos de una escuela especial

Escuelas solidarias: aprender ayudando a los demás

Cada vez que los chicos de la Escuela Técnica Nº 1 de Trancas ingresaban a sus talleres, sus “vecinos” de la escuela especial, ubicada en el mismo predio, se quedaban mirando. ¿Qué hacen ahí? ¿Para qué sirven esas máquinas? ¿Qué les enseñan? Las preguntas no terminaban más. Por eso se les ocurrió que un lindo proyecto sería invitarlos a sus talleres. Así fue que el profesor Carmelo Dante Páez aceptó sumar a los chicos con discapacidad que quisieran a su taller de electricidad. Los incorporó junto con los de 1° año para poder nivelarlos. Con apoyo del director adaptó los contenidos y muy pronto empezó a sorprenderse con lo que eran capaces de hacer los nuevos alumnos. Páez redobló la apuesta: “durante dos años nos sorprendimos del gran potencial de estos chicos de entre 11 y 18 años. Así que mis alumnos decidieron presentar un proyecto de integración e inclusión social. Abrimos un taller de electricidad para pequeñas reparaciones en las escuelas de la zona, a cargo, de los alumnos de educación especial. Ellos se encargan, por ejemplo, de cambiar las lámparas y los tubos fluorescentes, de limpiar por dentro algún ventilador para que funcione mejor o de reponer un toma corriente. Todo eso lo hacen los chicos especiales bajo la guía y supervisión de los alumnos de la Técnica”, cuenta Páez. Gracias a esa práctica uno se los alumnos especiales está a punto de entrar a trabajar a la Municipalidad de Trancas, cuenta entusiasmado el profesor. Ya se hicieron trabajos de mantenimiento en cuatro escuelas y en la propia. El proyecto generó gran orgullo entre las familias de los chicos especiales y mereció el Segundo Premio de Escuelas Solidarias en el rubro Solidaridad, que se entregó en Buenos Aires. (En la foto, Páez junto a los alumnos Sergio López y Erika Vilca).

Escuelas solidarias: aprender ayudando a los demás
Tamaño texto
Comentarios
Comentarios