Maradona fue recibido como un "rey" y le regalaron un trono

Maradona fue recibido como un "rey" y le regalaron un trono

Emocionante vuelta de Diego al Parque Independencia en la víspera de sus cumpleaños.

Diego dirigió desde el trono que le obsequió Newell's. (FOTO TOMADA DE Twitter TNT Sports) Diego dirigió desde el "trono" que le obsequió Newell's. (FOTO TOMADA DE Twitter TNT Sports)
29 Octubre 2019

El astro Diego Armando Maradona, actual director técnico de Gimnasia y Esgrima La Plata, volvió esta tarde noche al estadio de Newell`s después de 26 años y fue recibido como un "rey" por su hinchas, jugadores, ex compañeros y dirigentes, en la víspera de su cumpleaños 59.

Diego entró a la cancha enfundado en el buzo azul y blanco de entrenador de Gimnasia, con sus iniciales en el corazón, y recorrió el camino desde el córner de la tribuna popular que lleva su nombre hasta el medio, en un pasillo formado por jugadores juveniles, a los que saludó uno por uno, en medio de la ovación de un Coloso Bielsa del Parque Independencia vestido de domingo.

En el círculo central lo esperaba el capitán "rojinegro" Maximiliano Rodríguez, quien lo estrechó en un abrazo interminable, le dedicó unas palabras y le regaló la cinta de capitán de Newell`s con el 10 de Diego.

Luego Maradona recibió tres cuadros de manos del secretario del club, Juan José Concina, y del vicepresidente segundo, Cristian D`Amico: una foto suya de 1993 entrando a la vieja cancha del Parque Independencia con sus hijas Dalma y Giannina; otro con una camiseta actual de Newell`s con su nombre y un tercero, más grande, que es un retrato con un fondo rojo y negro.

Esta última fue hecha a grafito de una foto suya por Heber Varela, un fanático de la "Lepra", de sólo 17 años.

Después pasaron a saludar a Diego un puñado de ex compañeros: Ricardo Giusti, Roque Alfaro, Roberto Sensini, Iván Gabrich, Alfredo Berti, Rodolfo Aquino, Fabián Garfagnoli, Juan José Rossi, Gustavo Raggio, Fabiàn Basualdo y Cristian Ruffini.

Posteriormente Diego tomó la palabra y entre las frases sobresalientes dijo "no me importa. Yo soy leproso y soy incomprable. Gracias por el recibimiento".

Finalmente fue acompañado hasta un sillón rojo con vivos negros, que le instalaron especialmente en el banco de suplentes con su nombre, que él firmó antes de sentarse a dirigir a su equipo y, sobre todo, "a sentirse como un rey". Y todavía faltaban los goles de su equipo. (Télam-especial)

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