Tenis: pusieron su nombre en jugadas inolvidables

La gran "Willy" de Guilermo Vilas

“Por aquellos años Harriot hacía una publicidad de Old Smuggler (N. de R: es un whisky), en la que pegaba un tiro entre las patas del caballo. Siempre trato de imitar cosas de otros deportes. Y empezó como un tiro de utilería. Después tuve que usarlo en un entrenamiento en Mar del Plata, iba a pegarle a la pelota y picó en un ‘cascotito’ y salió disparada para adelante, no muy rápido, pero se me desvió del cálculo que había hecho y, como no llegaba, le pegué de esa manera. Era la única salida que tenía”, relató Guillermo Vilas en una entrevista a la revista Polo Today en 1999. “Después de ver ese aviso en televisión me fui al frontón y me puse a imitar el tiro”, explicó además. Así era -sigue siendo también- Vilas: una idea le invade la cabeza y, si es posible materializarla, lo hace rápidamente. Ese fue el circuito mental en ese entrenamiento que le dio el recurso necesario para resolver una situación de competencia. “La primera vez que la hice fue jugando en Obras Sanitarias, sobre cemento, contra el francés Wanaro N’Godrella, en 1974. Estábamos 40-40 y si me ganaba ese punto, se ponía match point. Yo corrí para atrás y, en el fondo, había una columna que sostenía un aro de básquet. Entonces no tenía lugar para girar y ahí fue donde pegué ese tiro. Mi rival no vio la pelota, porque cuando vos vas a pegar la pelota desaparece del ángulo de visión del contrincante. Eso en el tenis es inusual, siempre ves la pelota. N’Godrella se sorprendió, se quedó parado, alcanzó a sacársela del cuerpo pero me la dejó servida a mitad de cancha. El público se puso de pie y explotó”, recordó “Willy” que, según él mismo, al golpe lo hizo en cinco partidos. “La idea es que no sea de repostería. Yo, cuando veo que la hacen otros jugadores, en general lo hacen para cancherear. Es un tiro de emergencia, porque allí está el valor que tiene”, analizó el uso de su propio invento.

Un gran recurso

Por Diego Hatem / entrenador

Todos mis alumnos me preguntan cómo se hace la “Gran Willy”. Que le tire las pelotas para que puedan hacerla. Obvio que la sé hacer y cuando tenemos 10 minutitos muertos en la clase tiramos unas cuantas. Por supuesto que la considero un recurso. Cuando la pelota te pasa y te tenés que dar vuelta, la mejor opción para mí es la “Gran Willy”. Cuando ya no la podés pasar a la pelota desde ahí abajo, si tenés buena muñeca, podés tirar un globo, si le pegás fuerte podés pegar un passing shoot. Para mí es un gran recurso.

La "Gran Gato" de Gastón Guadio

La jugada que quedó con la marca mundial de Gastón Gaudio fue una muy parecida a “La Gran Willy” de Guillermo Vilas. Hay que trasladarse hasta 2005, en Melbourne, cuando el eslovaco Dominik Hrbaty lo eliminó en cinco sets en un partido parejísimo. No se quedó con la victoria, pero sí fue dueño del mejor punto del torneo. El campeón de Roland Garros 2004 resolvió, de manera magistral, un impecable drop shot que ejecutó Hrbaty. Gaudio tuvo que emprender una frenética carrera en diagonal, desde el vértice izquierdo de la cancha hasta la red del lado derecho. No se frenó y patinar, una de sus especialidades, no era muy factible ya que la superficie era de cemento y no de polvo de ladrillo. Así que optó por abrir las piernas, llevar la raqueta por detrás de la espalda, con la cabeza de la herramienta apuntando al suelo, y golpear la pelota con poca potencia. Raqueta entre las piernas sí, como Vilas, pero no de espalda, sí de frente. “La gente tiene que pasarla bien -explicó-. Uno no lo piensa, lo hace y ya está”, contó después del partido cuando le preguntaron sobre la ovación que recibió. El que se siente a gusto con tales situaciones es el australiano Nick Kyrgios, que en repetidas ocasiones suele imitar esa acción generada por “El Gato”. Entre otras ocasiones la hizo, por ejemplo, en abril de 2018 en el partido que perdió ante el croata Ivo Karlovic, en Houston. Y también durante el ATP de Acapulco de este año, en el que logró el título. Otro que la reprodujo de modo exacto a Gaudio fue el ucraniano Sergiy Stakhovsky en el challenger de Taipei que se disputó en abril, también de este año. Pero además el europeo hizo algo más para que ese punto que le ganó al francés Stephane Robert repercutiera en tierras “albicelestes”: antes de definirlo con “La Gran Gato”, Stakhovsky ejecutó también “La Gran Willy” para salir de la situación apremiante a la que su rival lo había sometido trayéndolo a la red. Stakhovsky no se frenó, abrió las piernas, puso con precisión quirúrgica la raqueta, ganó el punto y siguió su carrera hasta el campo contrario festejando.

Todo está encadenado

Por Emilio Humberto Méndez / Tenista aficionado/Todos los años juega “Las 24 horas de tenis solidario”

El tema pasa por la predisposición de cada deportista de resolver la jugada con destreza y con mucha inventiva. Pensemos: a la carrera, se pasaba de la jugada... ¿qué inventa él? Hacer pasar la pelota entre las piernas. Eso es habilidad, destreza, rapidez para resolver una jugada. Así como las chilenas que hacen los jugadores de fútbol, cuando reciben la pelota cerca del arco... lo vi al “Pulga” (Luis Miguel Rodríguez jugador de Colón) en el último partido de la Copa que recibe una pelota en el área y lo que hace es una media chilena. No fue gol, pero ahí está reflejado en cada deportista la capacidad de tener rapidez mental e inventiva. Está todo encadenado: velocidad mental, rapidez, viveza para resolver una situación límite.

El ataque furtivo de Roger Federer

Luego de 20 años de carrera y ganar todo, como mínimo una vez, Roger Federer tiene que autoalimentarse, sin dudas. “Siempre trato de buscar nuevas formas de mantenerlo emocionante para mí y también a veces para los fanáticos”, explicó hace un año atrás. Fue en el US Open donde por primera vez ejecutó lo que él creó: “El ataque furtivo de Roger” que por sus siglas en inglés fue conocido mundialmente como SABR (“Sneaky attack by Roger”). La jugada ofensiva consiste en recibir la devolución del rival pasando la línea de fondo de cancha, casi sigilosamente, sin que el que está del otro lado lo note. Federer llega hasta la línea de saque y queda a pocos metros de la red. Al “manual del tenis” que entre sus indicaciones más populares está el “saque volea”, por el suizo puede agregársele, quizás no un capítulo, pero sí un apéndice, que se refiera a la “devolución volea”. El SABR es de altísimo riesgo y es por eso que no prosperó, incluso el mismo Federer casi no lo ejecuta. En aquella edición del US Open 2015 le dio buenos y malos resultados. “Mi entrenador me dijo: ‘¿por qué no intentas eso? Porque él siempre me decía que hiciera la devolución antes y que era demasiado tímido para entrar más en la cancha. Así que le dije: ‘¿quieres decirme esto?’ Y exageré por completo y básicamente fue una medio volea para mis oponentes”, recordó en una entrevista Federer.

Ante otro rival, el suizo ni lo pensaría

Por Roberto Barraquero / Entrenador / ex jugador

En primer lugar es una jugada muy aislada y se da en un entorno en donde Federer ganaba 5-1, eso daba un margen de error para poder probar cosas diferentes, además ante un rival que no es de los mejores. Seguramente, contra Nadal u otros, el suizo ni la pensaría. Desde el punto de vista de la enseñanza hay otras prioridades para dictar a los Juniors dado que para esa jugada se requiere de una gran percepción, decisión y ejecución de los jugadores quienes, en edades tempranas, muchos de ellos carecen.