La previa del Superclásico fue tan intensa, como el partido mismo

La previa del Superclásico fue tan intensa, como el partido mismo

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23 Octubre 2019

Puede que el partido haya empezado finalmente a las 21.48. Pero se jugó todo el día ayer, en cada concentración de los planteles de Boca y de River; en La Bombonera y en sus alrededores; en las zonas por donde se montó el gigantesco operativo de seguridad (de unos 3.000 efectivos); en los medios, en los bares, en las calles de Buenos Aires y del país.

¿Por qué el partido empezó 18 minutos después del horario estipulado? Porque desde las tribunas tiraron toneladas de papelitos cuando salió Boca a la cancha, a eso de las 21.25. El cuerpo colegiado encargado de atender el VAR le avisó al árbitro brasileño Wilton Sampaio que así no se podía empezar a jugar. Lo cierto es que había lugares de la cancha totalmente cubiertos y era riesgoso para los futbolistas. Pero además los papeles representaban una seria complicación ante la eventualidad de resolver alguna jugada polémica.

Empleados “xeneizes” usaron aparatos ventiladores para retirar los papelitos, y luego los ubicaban en bolsas. El trabajo se les complicó debido a que empezó a soplar viento. Mientras eso sucedía, el nerviosismo en las tribunas aumentaba de manera exponencial. Todos querían ver acción, y no era para menos.

La previa del Superclásico fue tan intensa, como el partido mismo

Vale recordar que este tipo de prácticas -tirar papeles al campo de juego- que se popularizó en el país en el Mundial de 1978-, molesta a la Conmebol por los compromisos televisivos que asume. Es que para los derechos vendidos al exterior, se trata de una pérdida de tiempo que suele generar muchos cuestionamientos.

El traslado de los planteles al estadio fue todo tranquilidad. Y el arribo fue sincronizado: ambos llegaron a las 19.30. Las puertas de La Bombonera habían sido abiertas a las 17.30.

Había especial atención por el desplazamiento del equipo que comanda Marcelo Gallardo. Acompañado por un numeroso y férreo operativo de seguridad, fue por la autopista Lugones y siguió su recorrido por el área por donde transita el Metrobus de la avenida 9 de Julio, que fue cortado para el traslado. La delegación también fue custodiada desde el aire por dos helicópteros del escuadrón aéreo de la Policía Federal y fue monitoreado por las brigadas de exteriores. Los hinchas que intentaron acercarse durante el trayecto no pudieron hacerlo a menos de 30 metros del vehículo. El bus del “Millonario”, de colores negro, rojo y blanco, cuenta con un sistema blindado en las ventanas para evitar cualquier acto vandálico.

Antes que ello ocurriera, durante la tarde, unos 8.000 fanáticos se acercaron a la zona del Monumental de Núñez, cuando la policía ya había cortado el tránsito. Allí, protagonizaron un banderazo, que fue transmitido por la cuenta de Facebook del club. Al respecto, el “Muñeco” dijo: “Se siente una emoción enorme por haber sido despedido por tanta gente en nuestro estadio. Esperemos poder darles una alegría a todos ellos y a todos el hincha de River, que están deseosos de pasar a una nueva final”. Finalmente, les cumplió el deseo.

 reuters la gaceta / foto de hector peralta reuters la gaceta / foto de hector peralta

Mientras tanto, los integrantes del plantel que dirige Gustavo Alfaro salieron del hotel de Puerto Madero donde estaba alojados, y se dirigieron por la zona del Bajo porteño hacia La Ribera. Pero el tránsito del bus -que estuvo acompañado por sólo 10 motos policiales- tuvo un freno: cuando estaba llegando a destino, debió detenerse durante unos minutos debido a que varios fanáticos lo rodeador, para alentar a los jugadores y pedirles el triunfo. Lo hicieron, pero no alcanzó.

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