Residuos urbanos: “las casas deben tener contenedores diferenciados”

Residuos urbanos: “las casas deben tener contenedores diferenciados”

Técnicos alemanes visitaron Tucumán para compartir vivencias sobre el manejo de residuos.

Residuos urbanos: “las casas deben tener contenedores diferenciados”

¿Somos una provincia limpia? ¿Sabemos qué ocurre luego de depositar la bolsa en el canasto? ¿Quién es el responsable de que los desechos se acumulen?... Aunque las respuestas puedan disgustarnos, hablar sobre la gestión de la basura es complicado, pero necesario.

Con este propósito en mente es que desde el lunes la Municipalidad capitalina puso en marcha una nueva etapa de “Cooperaciones municipales para el clima”. Un proyecto que hermana a Tucumán con la ciudad alemana de Erfurt y funciona como espacio de intercambio informativo en lo referido al manejo de residuos sólidos urbanos (RSU).

Durante su estadía, los técnicos extranjeros visitaron la planta de transferencia en San Felipe y la planta de Overa Pozo para observar la disposición final de los residuos en la provincia. A lo cual le siguieron varias charlas técnicas sobre las carencias y los puntos a favor del sistema.

Las cifras no mienten y en Tucumán se produce un volumen de 1.000 toneladas diarias de basura. ¿Qué problema es el más urgente a solucionar? “Hace un tiempo estuvimos en la misma situación y es importante encontrarle una salida a la acumulación de líquido lixiviado. No obstante, la situación de limpieza en Tucumán es mejor que en otros países”, destaca Thomas Bertram, director de Proyectos en el Servicio de Ambiente de la región germánica de Turingia.

La sustancia acuosa es la causante del mal olor y, en otras provincias como Buenos Aires, es transformada en agua (no potable). “Actualmente este líquido permanece acopiado en unos piletones inmensos de 40 por 100 metros. A futuro la idea es que se reutilice, por ejemplo, como agua de riego”, explica Héctor Argañaráz presidente del Consorcio Público Metropolitano. Esta entidad que gestiona los RSU de ocho municipios y 11 comunas rurales.

Además, los especialistas consideraron fundamental la separación de origen. Una práctica en la cual son los propios consumidores quienes dividen sus desechos. “Las casas deben tener contenedores diferenciados para tirar el papel, el cartón y los residuos orgánicos. También, en Erfurt hay contenedores generales y centros de recepción a lo largo del territorio”, agrega Jörg Lummitsch, director del Departamento de Medio Ambiente y Protección de la naturaleza.

Modelos, pruebas y error

En el caso Erfurt, la ciudad cuenta con un sistema de recolección diferenciada desde hace 50 años. En él las reglas están claras y no hay excepciones: la basura orgánica es retirada solo una vez a la semana.

Otro de los puntos interesantes es el reembolso. “Cuando comprás alguna botella de plástico el precio incluye una tasa extra. Al devolverla, a cambio recibís de nuevo unos 0,25 céntimos de euro”, agrega Bertram. Lo mismo ocurre con el aluminio, los envases de vidrio de las cervezas y algunas latas. Y -como resultado- el porcentaje de basura apenas ronda los 620 gramos de producción diaria, por persona.

¿Seremos capaces? “La concientización ecológica es un camino que no termina nunca, pero con el tiempo cada generación empieza a movilizarse por su cuenta y generan acciones positivas”, señala Lummitsch. Otra vez, los cambios comienzan por la educación.

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