La "peronización" de Macri marca la campaña

Los politólogos Berensztein, Adorno y Ahumada analizan el antes, el durante y el después de la elección presidencial del próximo domingo.

ADVERSARIOS. Macri observa a Fernández durante el primer debate. debate.electoral.gob.ar ADVERSARIOS. Macri observa a Fernández durante el primer debate. debate.electoral.gob.ar
20 Octubre 2019

El debate presidencial de esta noche, los cierres de campaña del jueves que viene y los comicios del próximo domingo escalonarán las tres últimas y decisivas instancias del año electoral. Luciana Ahumada, profesora de Filosofía Política Contemporánea de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta), llama la atención sobre la politización de la sociedad que han generado las sucesivas elecciones de este año: “la política y la economía se han vuelto a sentar a la mesa y están siempre presentes en los debates familiares y los intercambios entre académicos e intelectuales”.

Además, Ahumada quiere resalta dos cuestiones que también han surgido durante el proceso electoral y han hecho su aporte a la calidad democrática de la Argentina. “El establecimiento por ley de los debates presidenciales y la creciente participación en marchas y movilizaciones han revitalizado a la ciudadanía. Sectores que muchas veces se habían manifestado apartidarios, apolíticos, descreídos de la política, ahora han decidido salir a la vía pública en manifestaciones de apoyo a Mauricio Macri o Alberto Fernández”, destaca.

El último debate

Entretanto, el politólogo Sergio Berensztein pronostica que el segundo debate presidencial puede darle un envión emocional al presidente. “Hay que ver cómo llega al debate, si algo lo sorprende. Pero hablará de las áreas donde puede mostrar que hubo avances durante su Gobierno: calidad institucional y seguridad”, detalla.

Roles invertidos

Por su parte, Patricio Adorno, docente de Elementos de Teoría Política y del Estado de la Unsta, observa que desde las elecciones primarias de agosto los argentinos han asistido a un aparente cambio de roles entre el actual oficialismo y la oposición: “estamos arriba de una montaña rusa de emociones donde, contra todos los pronósticos, el oficialismo parece haberse convertido en oposición y la oposición ha devenido en temprano oficialismo”.

Sin embargo, Adorno alerta sobre la velocidad de esa montaña rusa e invita a frenarla y detenerse en qué significa este cambio de roles. “¿Es una transformación premonitoria del futuro político de nuestro país? ¿Asistimos a la radicalización electoral en pos de la consolidación de la figura del actual presidente de la nación como futuro líder de la primera minoría opositora ante un eventual Gobierno de Fernández?”, interpela.

La Peronización de Macri

De acuerdo con Adorno, este cambio de roles no es la única novedad de las últimas semanas. Él observa que también ha habido una ruptura de los paradigmas estratégicos dominantes. “La campaña oficialista -explica- se ha peronizado en su búsqueda por disputar un terreno que durante cuatro años desestimó. Es un punto de sumo interés porque el Gobierno responsabilizó a la militancia digital por las victorias en las elecciones generales de 2015 y las de medio término en 2017”, manifiesta.

Para Berensztein, un día importante de la próxima semana será el cierre de campaña de Macri el jueves en Córdoba: “necesita obtener una diferencia muy significativa en esa provincia, similar a la de 2015, para poder aspirar al balotaje”. Por el lado de Fernández, Berensztein no cree que haya que esperar ninguna escena muy sorpresiva.

El día de la elección

Además, Berensztein advierte sobre la urgencia de que Juntos por el Cambio mejore su sistema de fiscalización: “hay que ver si así pueden tener éxito en algunas intendencias de la Provincia de Buenos Aires, en distritos complejos donde el peronismo moviliza mucha gente. No pueden dejar que haya vía libre ahí”.

El día después

Por otra parte, Ahumada piensa en qué debe pasar para que el país se mantenga en pie entre el 27 de octubre y el 10 de diciembre. “Antes y después de la asunción, sea quien sea el próximo presidente, van a ser cruciales los acuerdos intersectoriales. Me parece que la situación socioeconómica de la Argentina debe despertar la voluntad de los actores políticos para acordar a largo plazo y elaborar planes estratégicos que permitan mejorar las condiciones de vida de todos los argentinos”, alerta.

Mientras tanto, Adorno indaga en la situación interna del Frente de Todos: “hay una aparente superación de la grieta peronista, de esa grieta que tuvo por eje a Cristina Fernández no permitió que el peronismo se consolidara como oposición homogénea”. Si el resultado de las primarias se repitiera, el rol de la ex presidente será clave para analizar las dinámicas de poder. “Aun cuando la figura del vicepresidente haya sido despojada de casi todo poder formal, hay un hecho objetivo y reconocido e indiscutido incluso dentro de las filas peronistas: en ella se encuentra expresado el 30 % del electorado. Aunque estos votos no eran suficientes para una victoria electoral, sí son necesarios”, analiza.

Finalmente, Adorno cree que hay otro hecho hecho trascendental para el futuro armado político: quién será el responsable de conducir la gobernación de Buenos Aires. “Lo más probable es que sea Axel Kicillof, un ex ministro de Cristina que responde a Cristina”, sentencia.

1- Envión emocional: Macri apuesta a lo seguro

El candidato de Juntos por el Cambio no logró reunir el millón de asistentes (se calcula que fueron más de 300.000 personas), pero la marcha de ayer fue un envión emocional en su intento por llegar al balotaje. El próximo destino de campaña será Córdoba, con el que hizo diferencia para llegar a la Presidencia. 

2- En distritos del PJ: Fernández, en Buenos Aires

El postulante del Frente de Todos tratará de consolidar la diferencia en territorio bonaerense. Irá a La Plata y a Mar del Plata, pero también a Chaco, donde se impuso el kirchnerista Jorge Capitanich. Alberto Fernández afianzará su campaña junto con los gobernadores del PJ.

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