"Tengo a mi mamá internada": la excusa más frecuente de los infractores en Tucumán

"Tengo a mi mamá internada": la excusa más frecuente de los infractores en Tucumán

Un grupo de estudiantes de la Unsta participó de un control de tránsito en la capital y contaron cómo reaccionan los infractores cuando se los detiene.

El casco en el codo, una de las imágenes más frecuentes en la ciudad. El casco en el codo, una de las imágenes más frecuentes en la ciudad. Imagen ilustrativa / Juan Pablo Sánchez Noli / LA GACETA (Archivo)
18 Octubre 2019

En menos de dos horas vieron cómo un motociclista aplastó los pies de un agente de Tránsito, recibieron insultos y miradas desafiantes y armaron una rapidísima estadística: de 20 conductores que hicieron parar, sólo la mitad tenía los papeles en regla.

Un grupo de cuatro estudiantes de Abogacía de la Unsta hicieron una práctica profesional en la Dirección de Tránsito Municipal. Después de algunos días en las oficinas, donde vieron cómo se tramitan los expedientes por inhabilitaciones y asuntos internos como denuncias de coimas a los agentes de la dependencia, vino la parte más jugosa: salir a la calle con los inspectores para hacer un control de tránsito.

"Fue una buena experiencia porque nos permitió ponernos del otro lado. Yo manejo auto y siempre que me están por parar uno tiene la idea de que te quieren sacar plata, por más que tengas todo en regla. Pero pudimos ver cómo trabajan los inspectores y cómo reacciona la gente", resumió Pablo Bazán, uno de los estudiantes que se puso el chaleco de varita para controlar el tránsito.

Tengo a mi mamá internada o tengo a mi hijo enfermo en el hospital, esas eran las excusas de casi todos los que no tenían los papeles al día", contó la estudiante Florencia Gerez.

Durante la experiencia se armaron dos grupos con inspectores, dos estudiantes cada uno y el propio jefe de los municipales, Enrique Romero, supervisó el operativo que se realizó sobre ambas manos de la avenida Avellaneda. "No vimos ninguna intención extraña en los agentes y sólo se limitaron a pedir carnet de manejo, cédula verde y seguro", dijo Bazán. Cuando se le advirtió que esa prolijidad en el control pudo haber tenido que ver con la presencia de ellos como estudiantes y además del jefe, el joven dijo que podría ser, pero que no es algo que se pueda saber con precisión. "Eso es una conjetura", respondió.

Lourdes Pou, Josefina Ibarra, Florencia Gerez y Pablo Bazán, los cuatro estudiantes de la Unsta que salieron a la calle a hacer controles de tránsito. Lourdes Pou, Josefina Ibarra, Florencia Gerez y Pablo Bazán, los cuatro estudiantes de la Unsta que salieron a la calle a hacer controles de tránsito.

Mala educación

Florencia Gerez, de 26 años, fue otra de las estudiantes que participó de esta experiencia. "Precisamente los que no estaban en regla, que no tenían los papeles o que no circulaban con casco en el caso de las motos, fueron los más atrevidos. Uno de ellos, de hecho, nos preguntó de mala manera quiénes éramos nosotros y que no pensaban darnos ningún papel. En realidad, no tenía más que el DNI, y le terminaron secuestrando la moto", contó.

"La gente en general es muy atrevida. De 20 que habremos parado, 10 tenían todo en regla pero nos dieron los papeles de mala gana, excepto dos personas que fueron muy educadas. Los otros 10, que no tenían algunos o ningún papel obligatorio, fueron muy maleducados. Casi todos inventan la misma excusa: que tienen un hijo o la madre enferma, internada en el hospital y que por eso se olvidaron los papeles", relató la estudiante.

Ella presenció además cuando un inspector fue pisado por un motociclista. "Le hicimos la señal para que frenara, porque no tenía ni siquiera chapa patente. Quiso darse a la fuga y le pasó con la rueda por encima a un inspector, pero al final lograron detenerlo. Le secuestraron la moto porque solamente tenía el carnet", contó Florencia. 

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