En el "Jardín de la República" cerca de 1.500 jardineros trabajan en negro

En el "Jardín de la República" cerca de 1.500 jardineros trabajan en negro

Hace pocos meses se habilitó la delegación local de un sindicato que tiene 50 años de historia en Buenos Aires.

Miembros del Sindicato de Jardineros delegación Tucumán, en una de las acciones que hicieron en un barrio privado de Yerba Buena. Miembros del Sindicato de Jardineros delegación Tucumán, en una de las acciones que hicieron en un barrio privado de Yerba Buena. Martín Paperi
11 Octubre 2019

Hay paradojas en Tucumán, las hay todo el tiempo. Acá va una: somos el "Jardín de la República", pero hasta hace muy poco tiempo no existía el gremio de los jardineros.

Desde el changarín del barrio, ese hombre multiuso que puede desde cortar el césped hasta revocar una pared, hasta los paisajistas que diseñan parques en los grandes countries tucumanos ha transcurrido una vida. Pero aún así, las condiciones laborales de las personas que se encargan de tu jardín no han cambiado demasiado.

Alrededor de 1.500 personas trabajan en empresas de mantenimiento de espacios verdes, y de ellas apenas 80 se enmarcan en el convenio colectivo de trabajo. Esas son las cifras que maneja la delegación local del Sindicato de Jardineros, un gremio que en Argentina tiene 50 años de historia pero que acaba de hacer pie en nuestra provincia.

En los countries y barrios privados, sobre todo de Yerba Buena, está la mayor demanda de jardineros. En los countries y barrios privados, sobre todo de Yerba Buena, está la mayor demanda de jardineros. Martín Paperi.

El delegado tucumano es Martín Paperi, un antiguo productor de seguros que por circunstancias de la vida comenzó a hacer jardinería. "Siempre se lo ha visto como un trabajo menor, pero lo cierto es que la actividad se ha profesionalizado muchísimo, en nuestro caso traccionada principalmente por la proliferación de countries. Pero aún así, en nuestra provincia sigue siendo una actividad casi al borde de la ilegalidad, con un número bajísimo de trabajo formal", explica.

"Esos 1.500 que tenemos relevados se duplican o triplican si contamos a los 'changarines' en los barrios, los que trabajan por cuenta propia y no en las empresas", agrega.

Después de mucha insistencia y pedidos que llevaron años, los jardineros que peleaban por la sindicalización en Tucumán lograron que la cúpula del gremio nacional, con Rubén Maidana como titular, visitara la provincia. "Se sorprendieron y ahí dimensionaron lo que les veníamos diciendo. Acá hay mucha demanda, desde countries y casas particulares, hasta espacios verdes estatales que la gente aprovecha cada vez más y que mantiene gente sin conocimiento, sin los elementos básicos de trabajo, con sueldos muy por debajo de lo que corresponde y sin capacitación", analizó. "Se dieron cuenta de qué hablábamos cuando decíamos el 'Jardín de la República' y entendieron la necesidad de tener una delegación en Tucumán", agregó.

Alrededor de 1.500 personas trabajan en empresas de mantenimiento de espacios verdes, y de ellas apenas 80 se enmarcan en el convenio colectivo de trabajo.

Según las cifras de Paperi, el gremio nacional tiene 7.000 afiliados y la obra social 16.000 socios. De ese número, el 90% se concentra en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires. En el interior sólo tienen delegaciones Córdoba y ahora Tucumán.

De las varias empresas tucumanas dedicadas a la parquización, paisajismo y mantenimiento de espacios verdes, sostiene Paperi, apenas dos tienen a sus empleados en blanco y respetan el convenio colectivo de trabajo. 

"Nos regimos por el Convenio Colectivo N° 458/06, que estipula que el sueldo inicial de un jardinero es de $ 26.500 mensuales, por un trabajo de ocho horas diarias. Ese es el inicio del escalafón. Pero un empleado de jardinería no cobra ni $ 12.000 en Tucumán, a pesar de que los countries pagan muy bien por el servicio", señala Paperi.

Pero además de los sueldos, lo que buscan con la sindicalización es que los jardineros y afines trabajen con las normas de higiene y seguridad debida y que, además, se jerarquice la actividad. "Así como los porteros se convirtieron en encargados de edificios y tienen su gremio que les garantiza los derechos, nosotros no queremos quedarnos atrás con eso. No es nuestra intención ser un gremio 'tirabombas', de hecho no tenemos una bandería política en Tucumán, pero sí nos parece justo que se reconozca nuestro trabajo como cualquier otro", explicó.

Según las cifras de Paperi, el gremio nacional tiene 7.000 afiliados y la obra social 16.000 socios. De ese número, el 90% se concentra en la ciudad y en la provincia de Buenos Aires. En el interior sólo tienen delegaciones Córdoba y ahora Tucumán.

Respecto del tema seguridad, Paperi destaca que muchos de los trabajos se realizan con maquinaria y herramientas de corte, y que cuando hay accidentes los trabajadores ni siquiera cuentan con ART. "Es una persona que queda sin posibilidades de trabajar, nadie les reconoce nada, y detrás hay toda una familia que queda en una situación muy delicada. Muchas de las empresas se aprovechan de las necesidades, de la falta de trabajo, y ponen sus condiciones. Hay monotributistas con empresas con nombre de fantasía que tienen 60 empleados en negro, es una situación muy abusiva", denuncia.

Paperi sostiene que, de a poco, van recibiendo apoyos y reconocimientos. "Ya hemos comenzado a conversar con Roberto Palina (secretario de Trabajo) y vamos avanzando en la concientización de los trabajadores", finalizó.

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