Fernando Baratelli: “en cinco años planteamos tener un servicio saneado de la SAT”

Fernando Baratelli: “en cinco años planteamos tener un servicio saneado de la SAT”

El titular de la empresa remarcó que las inversiones que recibieron de parte de la Provincia se volcaron a trabajos de renovación de cañerías de cloacas en su mayoría.

EN SU DESPACHO. Baratelli reconoció la problemática que hay en la provincia y afirmó que hay cañerías cloacales con hasta 100 años de antigüedad. EN SU DESPACHO. Baratelli reconoció la problemática que hay en la provincia y afirmó que hay cañerías cloacales con hasta 100 años de antigüedad.

“Tenemos muchísimos problemas con el tema cloacas y tenemos muchos problemas en el tema agua”, reconoce desde su despacho el presidente de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT), Fernando Baratelli. Sin embargo, en una mesa ratona frente al sillón desde donde dialoga con LA GACETA tiene desplegado un plano de la capital. Allí están marcadas unas 100 obras -entre terminadas y en ejecución- que se realizaron en los dos años que lleva al frente de la firma.

El titular de la empresa privada con participación estatal mayoritaria remarca que las inversiones que recibieron de parte de la Provincia, a través de la Ley 9062/2017, se volcaron a trabajos de renovación de cañerías de cloacas en su mayoría (más de $171,8 millones, según el Boletín Oficial). Y que este año los fondos fueron direccionados también en trabajos para mejorar el servicio de agua y adquirir materiales y herramientas para que puedan trabajar las cuadrillas (el Presupuesto 2019 prevé giros por $ 130 millones y ya se desembolsaron $ 109 millones).

El ingeniero recalca que, a diferencia de otras gestiones, están recibiendo aportes de la Provincia para brindar soluciones. Afirma que tiene un plan de gestión y resultados para ser ejecutado y que para ello buscarán financiamiento internacional (U$S 280 millones). De cualquier modo, advierte que solucionar los problemas de cloacas demandará varios años dado que hay que cambiar cañerías de hasta de 100 años de antigüedad y reponer otras que directamente se desintegraron.

“Es mucho lo que hay que hacer. Sabemos que las inversiones, mientras mayores sean, más rápido podríamos empezar a dar las soluciones, pero también hay otra realidad: esto no se puede cambiar de un día para el otro. Aunque existiese la posibilidad de tener megainversiones, lo mismo vamos a tener demoras en la ejecución porque es un servicio que funciona las 24 horas, los 365 días del año”, expresa Baratelli, quien reconoce que no recibió nada bien los dichos de Marcos Peña por la planta de tratamiento de líquidos cloacales de Las Talitas (se informa por separado).

-La gente se queja por las aguas servidas en las calles…

-Y las va a seguir habiendo por un tiempo, eso es un hecho. Nosotros tenemos la esperanza de que vengan mayores inversiones para poder hacer obras mayores. Con los fondos que tenemos, si bien estamos haciendo muchas obras, son de colectores menores. Nos gustaría arrancar con los colectores mayores y hacer obras más importantes.

-¿En algún momento se dejará de ver aguas en las calles?

-Con el plan de gestión y resultados planteamos en cinco años tener un servicio más o menos saneado. Eso implica que se le pueda exigir a la población que empiece a pagar tarifas más acordes. Eso generaría recursos propios para seguir operando en forma óptima, y mejor todavía. Creo que cinco años es el mínimo que se necesita.

La empresa cuenta con unos 340.000 usuarios, de los cuales unos 180.000 cuentan con la tarifa social. En medio de una situación económica adversa, el titular de la SAT afirma que la tasa de cobrabilidad cayó al 60% (llegó a ser del 80% en gestiones anteriores). No obstante, aclara que las tarifas de agua y cloacas no subieron como las de otros servicios. “Podría haber bajado más si la tarifa hubiese aumentado en la proporción en que han aumentado otros servicios. Antes, pagar el agua y la luz era casi lo mismo. Hoy en día es menos de la mitad”, detalla.

-¿Cómo impactó en la SAT la situación económica del país?

-La tarifa no cambió y la inflación es una locura. No sabemos bien en dónde se van a terminar de posicionar los precios. El dólar ya subió, pero los precios todavía no se acomodan. Es un tema complicado. Nos estamos volviendo a acomodar. Nos está costando horrores, pero que nos agarre bien parados para el verano es nuestra meta.

Verano 2020

De cara a la época más calurosa del año, Baratelli afirma que es complicado porque suelen sufrir cortes de electricidad que impiden cumplir con el servicio. “Si las bombas si no funcionan no generan agua y muchas veces no vuelven a arrancar porque a veces se queman”, explica.

-¿Y cómo vamos a estar en el verano con el tema agua?

- Si hay una sequía importante, no la vamos a ver en el verano. Sería preocupante que las napas bajen y nuestros pozos bajen el rendimiento, lo cual no va a suceder en el verano. Las napas nuestras están bastante fortalecidas porque hubo buenos años anteriores. Podemos tener un problema en el transcurso del año si El Cadillal no se repone y si bajan las napas. Pero en el verano, en principio, lo más importante es tener los recursos económicos porque todos los veranos tenemos bombas quemadas, por la falta de energía eléctrica, y en eso estamos trabajando ahora. Si va a faltar agua, no lo estamos viendo.

“Desde junio pido que la transfieran”

POLÉMICA. La SAT rechazó los dichos de Peña por la planta. POLÉMICA. La SAT rechazó los dichos de Peña por la planta.

Fernando Baratelli no ocultó su molestia. Aunque no levantó el tono de su voz, el fastidio en el presidente del directorio de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) por la polémica desatada por la plata de tratamiento de líquidos cloacales de Las Talitas era evidente en sus palabras. “Se dijo que no hay voluntad de parte de la empresa, y no es así. Desde junio presentamos una nota al Enohsa (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento) pidiendo que nos entreguen los planos; nunca la hemos inspeccionado. Es una planta que demoraron más de seis años en construirla; yo estoy pidiendo una semana. No entiendo por qué el enojo y el apuro de hacernos sentir que no queremos recibirla (a la obra) cuando somos nosotros los que estamos pidiendo la planta. Es un tema muy sencillo: la controlo, veo si está en condiciones, la recibo y la ponemos a andar”, expresó.

Las críticas de Baratelli surgieron luego de la visita del jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña. Según el funcionario, cerca del 70 % de la edificación se llevó a cabo en la gestión del presidente, Mauricio Macri, y acusó a la SAT de no tener “voluntad política” para recibir la obra. A los cuestionamientos también se sumó el subsecretario del Interior y candidato a diputado Domingo Amaya (Juntos por el Cambio).

El presidente de la empresa que presta los servicios de agua y cloacas afirmó que el jueves previo a la visita de Peña le pidieron que el lunes firmara la recepción de la obra sin haberla recorrido ni tener una lista de materiales y equipamientos. “No es fácil recibir una planta de estas características a ciegas. Eso es lo que estaban pretendiendo el lunes: que  a ciegas haga la recepción cuando no les dieron a mis técnicos la posibilidad de que la vean, quedar yo con la responsabilidad de recibir algo que no funciona. Después me van a reclamar mis empleados, el Gobierno provincial y la población”, se defendió. Consultado sobre las declaraciones de Peña, opinó que el funcionario de la Nación sólo vino a hacer un acto político de campaña.

Presentación formal

A raiz de la polémica, Baratelli envió ayer una nota dirigida a Luis Jahn, titular de Enhosa, en la que recordó que el 26 de junio se expresó la necesidad de contar con esa planta de manera urgente y pidió la pronta entrega de la planta. “Solicito que instruya a la contratista a que nos permita el ingreso a la planta y la entrega de un plano conforme obra para evaluar e informar sobre el estado de finalización o no de la obra”, redactó.

Problemas

Robos y conexiones clandestinas

Baratelli explicó que el robo de tapas de registro (la obra para reponerlas cuesta $12.000) y las conexiones clandestinas son dos de los grandes problemas que sufren a diario. Advirtió que las cuadrillas oficiales de la SAT cuentan con uniforme.

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