El aciago pesimismo
Cuando comencé a leer la nota sobre Alfredo Gramajo Gutiérrez publicada en la edición de ayer de LA GACETA con el relato del periodista Roberto Espinosa, supe que iba a encontrar algo que iba a nutrir esos misterios que existen en cada pensamiento de recorrer la historia de un artista y lo que dejó en su legado, tanto escrito como en su vida misma. Repercutió mucho en mí pensar en las palabras del artista, al referirse a sus primeras vivencias de nacimiento en su pueblo de Monteagudo. “En ese ambiente casi brujo nací. Heredé de mi pueblo el aciago pesimismo y creía que la vida era un sueño perverso”. Y así lo asimilé y pensé en mi infancia, y la de muchos como Alfredo, que tienen ese mismo pensamiento, y del tiempo que ha pasado parece que se repitiera aún en estos días . Yo, oriundo de mi pueblo de Taco Ralo, aún veo a ese aciago pesimista, pero aún escucho las palabras también vertidas por Alfredo: “Nunca debían oscurecerse los recuerdos”, para entender la esperanza de devolver a muchos de esa juventud ansiosa por perpetrar en las filas artísticas y cultural de este maravilloso pintor, que se lo recuerda solo, en una plaza, enfrentado al Cementerio del Oeste.
Cacho Coronel
Absurdo
Se suele llamar “caer en cumplimiento del deber”. Es una mueca del espanto. Acompaño en el dolor a todos los familiares y amigos de los fallecidos. Pero no me quiero quedar solamente en el sentimiento. Quisiera saber por qué el sistema educativo trabaja de esta manera: muchos que viven en la capital viajan al interior, en tanto otros que viven en el interior viajan todos los días a la capital. Pregunto: ¿No hay forma de acomodar las cosas de manera que se eviten tantos traslados y, en consecuencia, tantos riesgos? Entiendo que hay casos en los que esto es inevitable, pero hay muchos que sí se podrían evitar. Yo sufrí casi 10 años la ida y vuelta diaria de mi esposa a La Madrid, la mayoría de las veces “haciendo dedo” para llegar más rápido a su trabajo. Tal vez lo de ella fue inevitable, porque cuando tomó el cargo era la única opción para lograr titularidad. Pero no a todas las docentes les pasa lo mismo. Recuerdo que, una vez, mi señora y su compañera le hicieron dedo a un automovilista que venía en un auto de alta gama. Subieron las dos y el viaje duró casi la mitad del tiempo que duraba en otros automóviles. Al regresar a casa, mi señora contó el hecho alarmada, diciendo que al descender del vehículo, apenas pudo decirle “gracias señor” al conductor. En tanto, su compañera, al partir el móvil profirió un insulto dramático de desahogo, ya que habían venido todo el camino calladas, enmudecidas por el miedo. ¿No es todo esto absurdo?
Daniel E. Chavez
Pasaje Benjamín Paz 308
San Miguel de Tucumán
Alerta sobre peligro de incendios
Salta y la zona fronteriza de Argentina deben tomar recaudos inmediatos contra el fuego. Según noticias del orden internacional, Bolivia, en las zonas boscosas, ya está siendo destruida por los incendios que avanzan sin control. Salta y Jujuy, provincias fronterizas poseedoras de bosques remanentes que han sobrevivido a la sobreexplotación forestal, corren peligro inmediato. Debemos alertarnos y alertar a las autoridades. La mejor medida contra el fuego es prevenirlo, tomar recaudos, estar alertas. El fuego avanza con rapidez. Argentina debe pedir ayuda internacional y formar de manera preventiva una brigada aérea para combatir incendios, y por supuesto prevenir que ocurran. Pero con elementos y recaudos que ya tengamos a mano. No podemos permitir que las poblaciones entren en pánico y se defiendan utilizando medios circunstanciales. Ante la voracidad de las llamas con escasos elementos es muy poco lo que se puede hacer. En Argentina, el Gobierno nacional y los gobiernos provinciales y municipales deben declarar el alerta temprana y ubicarse geográfica, política y estratégicamente en el problema internacional que estamos viviendo, y evaluar los medios con que se cuenta, además de tratar de conformar una fuerza de orden internacional para luchar, incluso intentar frenar los ya declarados en los bosques en Bolivia, evitando que se propaguen en la zona. Dentro del plan de alerta temprana, las autoridades argentinas tienen que informar a la población sobre la cercanía de los focos ígneos ya producidos, estableciendo la vigilancia aérea y satelital permanente que sirva para evaluar el riesgo. Exijamos a las autoridades una aclaración, previsión y respuesta acerca del difícil momento que pueden atravesar las poblaciones en las zonas limítrofes de Argentina, vecinas a Bolivia. En Salta, tesoros inmediatos como el bosque chaqueño -sus zonas boscosas remanentes- y Baritú- con toda su riqueza ambiental- esperan acciones. El peligro es incalculable.
María Elena Jiménez








