Cara a cara con los nuevos amos del terror

Cara a cara con los nuevos amos del terror

Andrés Muschietti (director) y su hermana Bárbara (productora) contaron detalles de “It - Capítulo 2”, película que llega a los cines de todo el mundo la próxima semana.

DE BUENOS AIRES A HOLLYWOOD.Los Muschietti y la imagen del inquietante payaso Pennywise. DE BUENOS AIRES A HOLLYWOOD.Los Muschietti y la imagen del inquietante payaso Pennywise.

Andrés y Bárbara Muschietti llegaron a la Argentina para celebrar el cumpleaños de su abuela. Hincha fanático de Independiente, Andy luce como un porteño más. Nació en Vicente López, provincia de Buenos Aires, cursó la secundaria en el Colegio San Patricio, de Acassuso, y después de terminar la carrera de Cine se dedicó a la publicidad. Pero ni él ni su hermana son como cualquier hijo de vecino. Ambos se abrieron paso por la alfombra roja de Hollywood y hoy caminan juntos con la seguridad del éxito bajo el brazo. “It” (2017), dirigida por Andy y producida por Bárbara, se convirtió en la película más taquillera de la historia del cine de terror con más de 700 millones de dólares recaudados. Por eso, además de soplar las velitas junto a su abuela, ambos se instalaron en uno de los más exclusivos hoteles porteños para promocionar la secuela “It, capítulo 2”.

El hotel, que parece salido de “El resplandor”, se disfraza de payaso asesino. Una multitud de periodistas de todo el país esperan su turno en un salón decorado con centros de mesa de globos rojos y banners de la película. El staff de la productora se distingue con pines que llevan la cara de Pennywise. Hay masitas, bocaditos y sanguchitos. En una sala contigua, delante de un afiche de la película, Andy y Bárbara se acomodan en dos sillas de madera con asiento de lona. A Bárbara le ajustan el corbatero; Andy se levanta para saludar. Lo hace con cuidado de no chocarse con los pies de micrófono, enredado en sus casi dos metros de altura. La agenda está cargada y sólo disponen de unos minutos para dialogar con LA GACETA.

- ¿Cómo se hace para generar terror en un mundo más violento del que concibió originalmente Stephen King? ¿Cómo se actualiza ese libro?

- Andy Muschietti: no tengo un aproach demasiado racional a este tipo de cosas. No hago un análisis de cómo el cine tiene que ir renovándose, lo que sí tengo es una conexión con mi experiencia emocional, sobre todo con mi experiencia leyendo el libro y tratando de trasladar esas sensaciones a la pantalla. La gente se asusta cuando ve esta peli pero tiene más que ver con cuestiones internas que con compararla con otras o tratando de ser diferente

- Bárbara Muschietti: la película es una analogía con lo que es enfrentarse al miedo y uno de los grandes miedos por supuesto es la violencia. Lo que pasa es que el cine que hacemos, el cine que hace Andy es escapista, entonces te permite tratar tus miedos dentro de un marco que es mucho más seguro y fantasioso. Es terapia.

- En ese sentido, esta película trabaja con el retorno a los miedos y los traumas de la infancia desde una mirada más adulta. ¿Cómo trabajaste eso en la película?

- AM: sí es un poco un reflejo de mi experiencia con el libro habiéndolo leído en dos épocas diferentes de mi vida. Una fue a los 14 años, cuando yo tenía la edad de los protagonistas o casi. Hubo una fuerte identificación con los personajes niños. Después pude leerlo 30 años más tarde para hacer la película de nuevo y reinterpretar el libro. Verlo desde otro punto de vista, entender mejor lo que Stephen King quiso contar. Esa antagonización que él hace de la niñez y de la adultez tiene que ver con él apreciando las cosas bellas que tiene la infancia. El poder de la imaginación y de creer en cosas que no existen. Y comprender mejor cuáles son los miedos desde el punto de vista de un adulto, que no son los mismos que uno tiene cuando es un niño. Miedos que tienen otro nivel de profundidad, que están relacionados con traumas infantiles que fueron reprimidos y que definieron quién sos hoy en día. Entonces es un poco la historia de personajes que están dañados y que tienen mucho éxito en su vida profesional, pero que tienen un dolor y una cosa escondida y rota que tienen que enfrentar para seguir adelante.

- Y desde el punto de vista de la producción, ¿qué fue lo más desafiante de la película?

- BM: estábamos trabajando con 15 protagonistas que tienen una agenda imposible y lo hacíamos con una fecha de entrega muy clara, que es la que vamos a tener en unos días. Y bueno, tuvimos que hacer un calendario que era una especie de encaje y cualquier cosa que se rompía se caía todo. En fon, con todo el mundo con mucha pasión, muchas ganas y tirando todos para adelante logramos que estuvieran los 15.

- La película tiene varios guiños para el público. ¿Cómo se cuela la argentinidad?.

- AM: ¿Cómo se cuela? La tienen que ir a ver (ríe). No, bueno, Argentina lo tengo muy adentro. Nosotros tenemos las raíces muy profundas acá y hemos vivido por muchos lugares distintos, pero cada vez que venimos a Argentina nos sentimos de vuelta en nuestro entorno y somos como peces en el agua de vuelta

- BM: en casa.

- AM: hay en la película unos guiños que hay que ir a verlos. No podés pestañar porque si no se te van. Bueno, hay uno que sí podés pestañar, podés pestañar muchas veces y lo vas a seguir viendo porque es rojo.

- BM: ¡Spoiler! (ríe)

El saludo final y la foto obligada. Andy se acerca, muy cordial y simpático y pregunta por Tucumán. Cuenta que no conoce pero que le encantaría filmar aquí. ¿Quién sabe? Tal vez en unos años tendremos una adaptación de Stephen King en la provincia. 

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