La controversia en torno del transporte de pasajeros

La controversia en torno del transporte de pasajeros

Más allá de si el tren elevado puede ser una solución, se necesita un debate sobre las diferentes alternativas.

30 Agosto 2019

Uno de los asuntos que más desvelan a los tucumanos en los últimos lustros, es, sin duda, el tránsito que día a día se vuelve más caótico y altera cada vez más la vida ciudadana. Una ciudad se halla siempre en constante crecimiento y movimiento, razón por la cual la planificación y la visión de futuro son imprescindibles para tender hacia una armonía. Desde fines del año pasado, los tucumanos han padecido los conflictos gremiales entre choferes y empresarios del transporte público de pasajeros que han desnudado una vez más los problemas de un servicio que motiva la queja constante de los usuarios.

Hace pocas semanas, en un intento de encontrar alternativas al transporte de pasajeros, el intendente de Tafí Viejo presentó el anteproyecto de un tren elevado metropolitano, que a través de 57 kilómetros de vías elevadas, uniría las siete ciudades que conforman el Gran San Miguel de Tucumán.

La iniciativa despertó opiniones favorables de los intendentes involucrados en la iniciativa, aunque algunos se inclinaron por estudiarla más en profundidad para determinar sus beneficios. El jefe municipal taficeño elevó su inquietud a la Universidad Nacional de Tucumán con la idea de que sea revisada para avanzar hacia un estudio técnico más completo. El rector dijo que la realización del proyecto de tren elevado metropolitano para conectar el Gran San Miguel de Tucumán, tendría impacto laboral, sería de enorme trascendencia para el conglomerado y representaría un cambio importante para el urbanismo de la zona, que ha tenido un crecimiento poblacional exponencial en los últimos años.

Según un funcionario nacional del plan Belgrano, se trata de un proyecto sobredimensionado que no contempla la escala de pasajeros y estimó que el costo de la obra oscilaría entre U$S 700 millones y U$S 1.000 millones, por lo tanto, requeriría de financiación internacional. En cambio, se inclinó por implementar un sistema de metrobús, similar al de la Ciudad de Buenos Aires, que sería más eficiente y económico.

Esgrimiendo una documentación del Banco Mundial, el funcionario explicó que un tren elevado se diseña en ciudades a partir de las 20.000 o 25.000 personas por corredor en hora pico en todo tipo de vehículos. Y, según un estudio de transporte en el área metropolitana realizado hace ocho años, por corredor se calculaba unos 6.500 pasajeros por hora. Y que incluso, actualizando ese promedio, no debe superar las 8.000 personas. Sin embargo, admitió que el sistema de ómnibus con calles compartidas con autos particulares llegó a un extremo. Sugirió contemplar las alternativas que se siguieron en otras ciudades.

Desde hace años, varios urbanistas coinciden en que debe restringirse el uso del automóvil en la ciudad siempre y cuando se brinden opciones buenas para no caer en medidas autoritarias y señalaron que el transporte público de pasajeros era ya entonces ineficiente. El tema del reordenamiento del tránsito se viene estudiando en San Miguel de Tucumán desde la década de 1990, incluso a través de especialistas extranjeros. Sin embargo, hasta el momento, las pocas medidas que se han implementado han sido siempre parciales. Está claro que este es un problema que excede a una municipalidad, porque involucra al conglomerado urbano. De modo que necesita una solución integral y para ello se debe buscar un consenso entre los municipios y la Provincia. Se trata de mejorarles la calidad de vida de los tucumanos.

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