22 Agosto 2019
Desde hace varios lustros, se afirma que en nuestro país, la educación está en crisis. Lo cierto es que nuestro sistema educativo sigue navegando sin un destino claro y los resultados de la enseñanza han sido hasta ahora muy dispares y a veces desalentadores. Afortunadamente, hay hechos que constituyen una bocanada de aire y tal vez podrían ser indicadores de un rumbo a tomar.
El fin de semana, un video que mostraba la arenga a los alumnos de un docente con el atuendo del general José de San Martín, montado en un caballo blanco, se viralizó en las redes sociales. El episodio tuvo lugar en el patio de la escuela agrotécnica “Mariano Ramos, de La Ramada (Burruyacu).
El educador Ricardo Olivera, de 32 años, que estudió en ese establecimiento, contó que la iniciativa fue de dos colegas que tenían a su cargo la organización del acto para evocar al Libertador. Le propusieron encarnar al héroe, pero al principio no aceptó por temor al ridículo. Luego pensó que si lograba meterse en el personaje, lograría ser convincente. Al comienzo, los alumnos se rieron, pero a medida que la prédica continuaba, los chicos se conmovieron y al final exclamaron con su profesor: “¡viva la patria!” y lo despidieron con aplausos. El docente había pronunciado la arenga que dio San Martín el 12 de febrero de 1817 en Chacabuco, momentos antes de la batalla, que fue decisiva para lograr la independencia de Chile. “Nos entusiasmó, nos despertó las ganas de conocer un poco más sobre historia y también hizo quedar bien a la escuela. Nos gusta que los profesores hagan este tipo de cosas porque nos permiten confiar en ellos: sabemos que si nos pasa algo podemos contarles”, reflexionó un chico de 14 años.
“La educación tradicional era muy asimétrica en lo que hace a la relación entre el profesor y el alumno. No estaba mal, pero la sociedad y la cultura han cambiado. El acceso tan rápido a la información que permite la tecnología, cambia la relación de aprendizaje. Además, lo audiovisual les va ganando protagonismo a los libros. Creo que si la educación se adapta de la manera correcta, es posible generar un ida y vuelta muy interesante y un lazo extra”, afirmó el profesor.
La creatividad es, por cierto, una herramienta importante que no siempre es tenida en cuenta en la práctica educativa. Le sirve al docente para estimular en sus alumnos el deseo de aprender, de profundizar en cada tema; del mismo modo, durante su formación, el educador debería ser motivado y también aprender cómo ser creativo en el aula. De esa manera, una clase podría convertirse en un hecho vivo, que fuese más allá de repetir conceptos de memoria que terminan olvidándose.
En los últimos tiempos, se viene haciendo hincapié en la incorporación de la tecnología que ha facilitado notablemente el acceso a la información, entre otras cosas; pero esta no deja de ser una herramienta. De poco sirve tener una computadora e internet si no se sabe cómo hacerlos útiles en el aprendizaje. Quizás se debería pensar en una educación basada en la calidad que enseñara a pensar, a elaborar juicios críticos, a desarrollar la creatividad, que promoviera el humanismo y el compromiso social. La llave fundamental en este proceso será siempre el docente. Si este ama lo que hace y es creativo, sus alumnos aprenderán; ellos son el reflejo de sus educadores.
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