Una zamba que nos une

Una zamba que nos une

Desde la plaza Belgrano hasta la plaza San Martín, el “Paseo de la Zamba” significó un despliegue de cultura, tradición familiar y folclore.

-LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ.- -LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ.-

Un pasito para aquí, y un pasito para allá al ritmo del bombo y las guitarras. Esos son los tres ingredientes principales que hacen que la plaza Belgrano tenga una cara completamente diferente a la imagen de un típico feriado (o semi feriado, como fue el caso del día de ayer).

El motivo es que aquel espacio se convirtió en un punto de encuentro para la tradición y las costumbres argentinas, encarnadas en una música tan propia como la zamba y sus danzas folclóricas.

El evento se llama el “Paseo de la Zamba” y, desde hace cuatro años, es un recorrido obligatorio para aquellas personas que recuerdan el pasado nacional y provincial con añoranza. La idea es unir simbólicamente -en una procesión llena de cantos y bailes- la plaza Belgrano con la plaza San Martín. “La caminata funciona como un vínculo que recrea el abrazo que se dio el general San Martín con Manuel Belgrano”, explica Sofía Herrera, subdirectora de Cultura de la Municipalidad capitalina.

“Además, el paseo se presta como un espacio para resaltar nuestros valores culturales y la importancia identitaria que tiene la zamba para los tucumanos”, destaca Beatriz Morán, directora de la misma entidad.

La previa

A poco de ser las 16, las diferentes parejas de danza folclórica aprovechan para arreglar sus peinados y ultimar los detalles de los atuendos.

Sentada en uno de los bancos, Marta Elena Parra acomoda pequeñas flores de papel en su cabello. “Estoy acá porque a mi todavía me late el pecho cuando escucho el himno argentino, pero siento que esa sensación tan linda se fue perdiendo en nuestra sociedad. No quiero que eso pase y por eso le plantamos batalla al presente”, comenta la jubilada, miembro del centro Disfrutando la Vida.

Junto a ella, también bailarán otros 40 adultos mayores, todos ellos equipados con ponchos color beige y rojo, vestidos floreados y (para mayor comodidad) algunas zapatillas. “Es una especie de cambio a los clásicos eventos del Bicentenario o fechas patrias. Ahora es el turno de que sus nietos los vean y aprendan cosas nuevas de sus abuelos”, comenta Rosa Díaz Caña profesora de la institución, destinada a las personas de la tercera edad.

Desde la cuna

Con una concurrencia que rebalsa el espacio verde, el Paseo de la Zamba también es un festejo para los más pequeños. Entre los grupos, puede verse a chicos de 4 años calzando alpargatas en miniatura y a otros -más grandes- practicando los pasos.

“Somos folcloristas y mi hija lo lleva en la sangre. Nunca se la obligó a bailar zamba sino que fue ella la que tomó la decisión por su cuenta cuando tenía cinco. Cómo madre estoy orgullosa porque aprende sobre nuestra patria y sus raíces”, explica Marcela Alcorta, de la academia Azares Tucumanos.

“Me encanta el folclore y los vestidos que usamos, quisiera enseñarle a mis amigos a bailar y cuando crezca ser profesora”, afirma sonriente Rosario Abigail Fuenzalida quien además -en esta época de intercambios culturales- disfruta del k-pop.

La plaza demuestra un clima de unión familiar. Al costado de un árbol, la estudiante Lisbeth Isabella cuida a Esperanza y Wuari, dos de los caballos que transitarán las calles de Barrio Sur al paso de las guitarras. “Me metí en el folclore por mi abuelo Juan Carlos, él aprecia mucho la danza y lo autóctono y la zamba se convirtió en nuestro punto de unión”, detalla la estudiante de la academia Batalla de Tucumán (Yerba Buena).

 EN COMPAÑÍA. La Virgen del Valle es acompañada por mujeres tradicionalistas y el gauchaje tucumano.- EN COMPAÑÍA. La Virgen del Valle es acompañada por mujeres tradicionalistas y el gauchaje tucumano.-

Te canto desde la esquina

Cuando las agrupaciones gauchas y escuelas de baile están acomodadas llega la hora de partir. Agitando por lo alto los pañuelos azules y blancos, el público y los bailarines emprenden el recorrido por la calle Lavalle.

Encabezando la jovial fila va la Virgen del Valle y en cada esquina en la que se detiene a bailar la copiosa fila, los transeúntes acompañar con palmas y aplausos.

Clásicos criollos

La “Zamba del Grillo” y “Nostalgia tucumana”, de Atahualpa Yupanqui, resuenan bien alto por las calles. Trayendo al presente una parte nuestra que muchos creíamos perdida.

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