Primera Nacional: un torneo que de federal tiene poco

Primera Nacional: un torneo que de federal tiene poco

La competencia, que se iniciará mañana, deja en claro que los clubes del interior no compiten en igualdad de condiciones

La nueva Primera Nacional no es lo que parece. El principal torneo de ascenso que comenzará mañana deja al descubierto un nuevo golpe al sufrido fútbol del interior. Se trata de un nuevo paso hacia atrás evidente, doloroso y que demuestra que el centralismo porteño es algo que nadie piensa modificar en los pasillos de AFA, por lo menos en el corto y mediano plazo.

A propósito, este nuevo campeonato surgió casi como una idea de trasnochados (o beneficiarios, mejor dicho). A mediados de la pasada temporada, en la entidad madre de nuestro fútbol decidieron ampliar por decreto el cupo de equipos que ascenderían desde la B Metropolitana. Eso no sólo favoreció a los “equipos del poder” (lograron llegar a la entonces B Nacional casi todos los clubes “cercanos” a los popes de la entidad madre de nuestro fútbol: Barracas Central, el club de Claudio Tapia; Estudiantes de Buenos Aires, presidido por Jorge Barrios, hombre cercano a “Chiqui”; Atlanta, Riestra, gerenciado por el abogado todopoderoso Víctor Stinfale y All Boys) sino que provocó un desbalanceo en una categoría que beneficia cada vez más a los equipos de Buenos Aires y sus alrededores.

En el torneo que está próximo a comenzar, 20 de los 32 equipos participantes forman parte del círculo íntimo conformado por CABA, el conurbano y el interior de la provincia de Buenos Aires. El resto representa solamente a ocho provincias, casi la tercera parte del país, lo que marca una desproporción ilógica y que parece no importarle a nadie.

La reforma que tuvo la Primera B Nacional, a la que maquillaron y le sacaron sólo la letra B, de federalismo no tiene nada. “Vamos a armar las zonas de manera que sean los más parejas posibles y que todos los equipos tengan la misma cantidad de kilómetros recorridos”, fue el mensaje que salió de la sede de calle Viamonte 1.366 y que sedujo los oídos de todos los dirigentes de la categoría; los del interior incluidos.

La brecha en kilómetros es abismal entre los equipos de Buenos Aires con los del interior. De hecho, San Martín viajará muchos más en comparación, por ejemplo, con Belgrano; uno de sus grandes rivales en la lucha por uno de los ascensos. Ni hablar comparado con Tigre, que tendrá varios juegos a la vuelta de su casa.

Los dirigidos por Favio Orsi y Sergio Gómez recorrerán 17.585 kilómetros en todo el campeonato, repartidos en dos tramos. Durante las primeras 15 fechas que se disputarán antes del receso de fin de año, el “Santo” viajará 10.545 kilómetros; mientras que en la segunda parte del campeonato esa cifra bajará; ya que recorrerá 7.040 kilómetros.

En muchos casos, los viajes de San Martín deberán ser en dos tramos. Por ejemplo, para visitar a Sarmiento o a Santamarina, por citar algunos ejemplos, deberá volar hasta el aeroparque “Jorge Newbery” y de ahí recorrer el tramo entre CABA y la ciudad en cuestión, en ómnibus. En fin…

En el caso de Belgrano, la cosa cambia un poco. Su mayor cercanía con Buenos Aires lo favorece y sólo deberá transitar 10.655 kilómetros. El único viaje “largo” es a Puerto Madryn para jugar con Guillermo Brown. Otro caso para citar es el de San Martín de San Juan. Los dirigidos por Darío Forestello están situados al oeste en el mapa, bien a contramano del resto de los equipos y deberán cruzar toda la geografía nacional en varias oportunidades. En total, los sanjuaninos viajarán 15.163 kilómetros.

En este tema, los más perjudicados son Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Guillermo Brown de Puerto Madryn, los puntos más alejados en el mapa de la Primera Nacional. Los jujeños viajarán 20.638 kilómetros; mientras que los chubutenses, 20.911.

El caso que marca la disparidad que existe entre los equipos bonaerenses con los del interior del país es el de Tigre. El “Matador” es uno de los grandes candidatos a ser protagonista del certamen y sólo transitará 5.751 kilómetros a lo largo de su paso por esta Primera Nacional. Sí, sólo viajará a Junín, Mendoza, Jujuy, Tandil, Córdoba, Tucumán, Campana y Rafaela. Las 22 fechas restantes las jugará, o en su casa, o a pocas cuadras de distancia del Monumental de Victoria.

Así, AFA continúa amando lo que se le antoja avalada por una representatividad elitista y excluyente, mientras el interior participa en silencio. ¿Podrán, dentro el campo, los clubes del interior torcerle el brazo a la clase acomodada, vecina de la avenida General Paz?

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