Cartas de lectores
Avenida Solano Vera Avenida Solano Vera
03 Agosto 2019

- Peligro en la Solano Vera

El motivo de esta carta es solicitarle al intendente de Yerba Buena que disponga la presencia de personal de tránsito a lo largo de la avenida Solano Vera, ya que es una arteria muy concurrida y con riesgo de que se produzcan accidentes de tránsito. Hay horarios en los que constituye una locura poder circular. Soy consciente de que se están haciendo arreglos en la calzada y no se puede afectar el tránsito, pero hay que ordenar la circulación vehicular. Algunas veces, los colectivos estacionan en las paradas en forma inadecuada y dejan la parte trasera de las unidades de tal manera que obstruyen el paso de los autos, y en otros casos ni se acercan al cordón de la vereda. Además, las calles laterales que desembocan en la Sola Vera están rotas o con basura amontonada, por lo que no se las pueden utilizar para descomprimir la circulación de la artera mencionada.

Ariel Latina

Pasaje Salcedo sin número
Lules

- Recuerdo de Dionisio Paz

Adhiero emocionado a la carta de mi amigo “Pilolo” Amenábar del 31/7. Dionisio Paz fue, un par de años antes, también nuestro tutor en 5° y 6° grado. Nos llevó de la mano a conocer, sentir y honrar la vida. Después de Ábalos y su “Shunko”, fueron Güiraldes, Cervantes, Sábato, García Márquez, Whitman y otros quienes potenciaron nuestra imaginación para siempre. Esto se hizo acompañado por un grupo excepcional de maestros. Quiero, entre otros, recordar a José María Bruguera, Néstor Grau, Raúl Mansilla, Manolo Serrano, Ricardo Casterán, Roberto García, Santos Legname, Héctor Salas, “Pirucha” García Álvarez, Alfredo Bru, Eduardo Astudillo, Aldo Mercado, “Anqueca” Berho, Jaime Feminía, Germán Torrens y otros. Entre todos lograron que ciencia, arte, humanidades y deporte fueran un todo que llenaba nuestras cabezas de conocimientos y sensaciones que nos potenciaron hacia el futuro. El Gymnasium Universitario nos ofreció una etapa de felicidad y plenitud difícil de alcanzar. Ocho años después tuvimos que irnos para seguir cada uno con nuestros destinos. Me fui como quien se desangra.

Fernando Fajre

Pedro Maderuelo 300 

Yerba Buena


- San Cayetano

“Pueblo chico, infierno grande”, expresa el dicho popular. Mi barrio, de a poco, se fue convirtiendo en un Triángulo de las Bermudas, enmarcado por el maldito canal. La tapa que se le pusieron es albergue y refugio de malvivientes que, día y noche, te asaltan. Caminando nadie pasa; al otro lado te atajan los tapiales del Colegio San Cayetano y enfrente un doble cerramiento: la avenida Wenceslao Posse y el Canal Irineo Leguizamo. Lamentablemente, nuestro sector, desde principios de año, figuró en la página policial de LA GACETA. Crímenes, suicidios, asesinatos, arrebatos, asaltos y tiroteos, son ya cotidianos. A estas desgracias le debemos sumar nuestro “agosto anticipado”: hubo, aproximadamente, unos 20 velorios en estos días, y como se dice en el campo “La Pelada” se llevó al que estaba mal parado, sin distinción ni respetando la edad. Se dieron casos como el del abuelo en la funeraria y la nieta en su fiesta de 15 años, o el que llevó al cementerio a su esposa y cuando volvió, falleció su madre. Con unos vecinos amigos prometimos que, si se cortaba la racha, nos bañaremos con “ruda”. Por lo pronto, el 7 es el día de nuestro santo patrono, San Cayetano; rezaremos y pediremos por paz, pan, trabajo y vida.

Francisco Amable Díaz

Pedro G. Sal 1.180 - Barrio 20 de Junio
San Miguel de Tucumán


- ¡La muerte de la muerte!

En una entrevista publicada por el diario El País de España, Roger Kornberg, premio Nobel de Química, pronostica, a no largo plazo y lo mismo que muchos otros científicos de nota, “la muerte de la muerte” a causa de los avances científicos, así como, desde luego, el fin de las enfermedades y del envejecimiento. El anuncio plantea una serie de sugerentes incógnitas que me permito trasladar a la comunidad: ¿Permitirá la poderosa industria farmacéutica que se plasmen y divulguen a precios moderados esos avances, a pesar de tamaños beneficios? ¿Habrá llegado, entonces, el momento en que desaparezca también aquel problema, el más grave que aquejaba a la humanidad, según Albert Einstein: la imbecilidad humana, a la que le asignaba dimensiones infinitas? ¿Se cumplirá la utopía de Tomás Moro, de un socialismo no autoritario a nivel mundial? ¿Podrá extirparse el gen de la codicia, si es que existe, mediante tratamientos microscópicos, dejando prevalecer al de la razón? ¿Desaparecerán otras atrofias, como el miedo a lo desconocido y la tendencia a la masificación? ¿Qué pasará con los políticos al uso nostro y el poder económico? Lo que resulta, quizás, más significativo es que el pronóstico parece abarcar el fin de las religiones, en la medida en que supone la abolición del cielo y el infierno, hecho que no deja de tener su lado bueno, porque le permitiría a la gente abocarse, por fin, a resolver por sí misma los problemas concretos que le aquejan, en vez de dejarlos en manos de un ser que hasta el presente no ha demostrado tener la menor inquietud por solucionarlos.

Clímaco de la Peña


- Nostalgia de invierno

A veces, las noches de invierno me ponen nostálgico. Y recuerdo más a mi padre. La enorme figura suya que anida en mi memoria, viene desde los primeros años de mi vida. Cuando a la mañana me mandaba a estar atento a la puerta de casa para recibirle LA GACETA a don Borquez, el canillita del barrio. Y cayendo la tarde, a esperar al “noticiero”, el vendedor del diario Noticias, un señor que pese a una herida o enfermedad que tenía en un pie, que lo tenía vendado todos los días, hacía su recorrido todas las noches caminando y anunciando su paso con voz potente. A mi padre le gustaba estar informado, devoraba los diarios. Y yo, a su lado, curioseaba todo lo que él leía y lo acribillaba a preguntas sobre lo que no entendía. Así, me convertí un poco en “el niño prodigio de la casa”, porque al finalizar el primer grado, con sólo seis años, ya sabía leer y escribir correctamente. En ese tiempo no había Jardín de Infantes todavía, pero yo ya me había preparado para el ingreso a la escolaridad primaria leyendo y preguntando sobre lo que se escribía en los diarios. Luego llegó la televisión (1966) y mi padre no se perdía los noticieros. Aún recuerdo y me río de los momentos en los que aparecían los políticos ante las cámaras. Apenas comenzaban a hablar, ya mi padre decía: “Calláte vos, dejá de mentir, mentiroso”. Y si era una mujer política, de avanzada edad, decía: “Dejá de mentir vos también y andá a agarrar el rosario”. Pese a que ya hace casi dos décadas de su partida de este mundo, su humor aún permanece vivo en todos nuestros familiares, amigos y conocidos que alguna vez lo trataron. Y para cerrar esta evocación, contaré otro suceso, repetido diariamente. Cuando él se encontraba viendo una película en la televisión, yo, curioso desde el vientre de mi madre, dejaba de jugar para acercarme y preguntarle: “¿qué estás viendo, papá?”. “Una película”, me contestaba. “¿Cómo se llama?”, insistía yo. “La vuelta del hombre descalzo”, me respondía. “¿Y de qué se trata?”, preguntaba yo nuevamente. “El actor lo salta al choro por la espalda, lo voltea del caballo y lo atrapa”, me contestaba. Y como veía películas de cowboys, yo finalizaba diciendo: “Ah”. Y me iba a seguir jugando. Ahora pienso… aunque siempre me respondía amablemente, tal vez lo cansaba con tantas preguntas.

Daniel E. Chávez


- Inmuebles demolidos

Ante la lamentable situación de nuestro patrimonio arquitectónico, que está siendo demolido de a poco, sería bueno realizar una ordenanza con el fin de que los terrenos que quedan, una vez demolidos, puedan convertirse en espacios verdes hasta que los propietarios construyan nuevamente, en especial en aquellos terrenos que, de una forma u otra, pertenecen al Estado. De esta forma, nuestra ciudad ganaría espacios verdes transitorios ante tanto cemento, creando espacios agradables y no veredas angostas, con frentes de chapa empapelados y terrenos sucios. Dos propiedades que me permito sugerir son la reciente demolida en San Martín al 700, perteneciente a la Caja Popular de Ahorros de Tucumán, la cual no tiene un proyecto de utilizarlo en el corto plazo. Un espacio verde en plena city, en una cuadra tan fría y con muy poco sol, le daría vida. Y la otra, si es que se concreta, es la demolición del Buen Pastor, en Salta esquina Mendoza; también sería un excelente espacio ganado a la ciudad, aunque sea transitorio. Desde ya, ruego a los funcionarios involucrados que a pesar de ser de distintos gobiernos, dejen las mezquindades en interés de toda la ciudadanía.

Enrique Bach
Fundación Hacer [email protected]


- Aguas desperdiciadas

Según estudios, una canilla que gotea agua termina desperdiciando por día alrededor de 75 litros de líquido. ¿Cuál será el caudal que se desperdicia diariamente, en las pérdidas de agua potable que hay en la avenida República del Líbano al 1.700? Hace más de 10 meses que está roto un caño y la pérdida continua de agua terminará por hundir el pavimento y ocasiona baches, además de acumulación de agua, barro y musgos en las veredas. Mientras que en la calzada el tránsito se ha vuelto muy peligroso, sobre todo para el ascenso y descenso del colectivo. Pensar en el padecimiento de tantos barrios que no tienen agua potable y aquí se desperdicia sin fin.

Marta Susana Villafañe


Las cartas para esta sección deben tener un máximo de 200 palabras, en caso contrario serán sintetizadas. Deberán ser entregadas en Mendoza 654 o en cualquiera de nuestras corresponsalías haciendo constar nombre y domicilio del remitente. El portador deberá concurrir con su documento de identidad. También podrán ser enviadas por e-mail a: [email protected],  consignando domicilio real y N° de teléfono y de documento de identidad. LA GACETA se reserva el derecho de publicación.

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