02 Agosto 2019
El vicepremier y ministro del Interior italiano, Matteo Salvini (foto), ratificó ayer con un exabrupto su política de “puertos cerrados” y su negativa al desembarco en su país de las naves que salven náufragos en el Mediterráneo.
“Basta, me hinché las pelotas. Si entran en aguas italianas, los barcos serán requisados y subiremos a bordo”, avisó Salvini al ser consultado en el canal SkyTg24 por la situación de un barco de la ONG alemana Sea-Eye que se dirige a la isla italiana de Lampedusa con 40 inmigrantes a bordo tras ser rescatados frente a Libia. “Tomaremos posesión de esos barcos”, anunció Salvini al confirmar que no abrirá los puertos a las embarcaciones que salven vidas en el Mediterráneo.
Salvini criticó que Sea-Eye, con su barco Alan Kurdi, “rechazó el puerto de Trípoli asignado por la guardia costera libia. Aquí vamos de nuevo, una ONG alemana a la que no le importan las autoridades internacionales. No me rindo”, agregó. (Télam)
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