El subjefe de Policía pide castigos duros para los que dejen animales sueltos

El subjefe de Policía pide castigos duros para los que dejen animales sueltos

La legislación tucumana no prevé multas para los dueños de los animales secuestrados. Se paga apenas un monto para cubrir los gastos.

PELIGRO EN EL PARAÍSO. Los caballos cruzan la ruta 307; de fondo se abre imponente el valle de Tafí y la vista se extiende hasta El Infiernillo. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL.- PELIGRO EN EL PARAÍSO. Los caballos cruzan la ruta 307; de fondo se abre imponente el valle de Tafí y la vista se extiende hasta El Infiernillo. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL.-
02 Agosto 2019

Sabés que quedan unas cuantas curvas por delante y vas a dejar el cerro para ingresar a La Angostura. Más adelante se abrirá el valle imponente. Es de noche y las miles y miles de lucecitas de El Mollar y de Tafí se confundirán con las estrellas. Será difícil adivinar dónde termina la tierra y dónde empieza el cielo. La ilusión de cada viaje al valle te acompaña en el auto mientras encarás una recta. Adelante tuyo va otro auto. De golpe, los faros rojos de sus frenos se encienden y parecen incendiar la negrura nocturna. Una frenada, un volantazo y a la banquina. Vos lográs bajar la velocidad y tus luces iluminan dos vacas y un ternero que cruzan parsimoniosos la ruta 307. El auto que te precedía quedó detenido junto al camino.

Si bien la descripción anterior es ficticia, puede adecuarse a las situaciones que vivieron alguna vez conductores que circulan por las rutas tucumanas. Sucede que la presencia de animales sueltos es constante desde hace años. Y, a pesar de las quejas, los accidentes y las muertes da la impresión de que la situación no cambia. Si bien hay zonas más complicadas que otras, como la ruta que conduce a los valles, el problema se reproduce en distintos puntos de la provincia.

Los controles parecen insuficientes para terminar con el riesgo que representan los caballos y las vacas, entre otras especies, para los conductores. La Policía posee sólo un camión para trasladar los animales secuestrados a la sede de Caballería, en la capital. De todos modos, el subjefe de la fuerza, comisario José Rolando Gómez, destacó que los operativos se realizan de manera conjunta entre Caballería, la Patrulla Rural y la Policía Vial.

“Es un trabajo conjunto, dado que las tres divisiones tienen incumbencia en el tema. Esta situación se agudiza en invierno en la zona de los Valles. Como no hay pasturas, los animales que se encuentran en las zonas altas bajan en busca de alimentos”, explicó el funcionario policial durante una entrevista en LA GACETA Central, el informativo televisivo del mediodía de nuestro diario.

En lo que va del año ya se produjeron siete accidentes viales causados por animales sueltos en las rutas. Uno de los que más impacto generó en la sociedad fue el que ocurrió el 16 de julio, cuando dos personas murieron en un choque múltiple que causó un caballo que se cruzó en la ruta 9, a la altura de Choromoro.

Pocos recursos

La escasez de camiones para controlar los animales sueltos dificulta el trabajo de los policías tucumanos desde, al menos, 2005, cuando la Legislatura evaluaba autorizar la compra de dos camiones jaulas. Casi 15 años después, el 70% de los secuestros de animales sueltos es fruto del trabajo de la unidad de Caballería y su único camión.

En otras provincias de la región, como Catamarca, Santiago del Estero y Salta, la situación es diferente: se secuestran muchos más animales, las multas son altas y los recursos, mayores. Por ejemplo, en Santiago, la Policía cuenta con seis camiones para realizar esta tarea.

Ahora bien: si hay un solo camión jaula que está basado en la capital ¿cómo se previenen accidentes con animales sueltos en lugares tan distantes como Tafí del Valle, Raco, San Pedro de Colalao, Estación Aráoz o Escaba, por sólo nombrar algunos?

“En esos casos, le compete a la comisaría jurisdiccional”, afirmó el comisario Gómez. “Los policías se constituyen en el lugar del hecho, secuestran el animal y lo llevan a la comisaría. Luego se llama a Caballería para que mande el camión jaula y ese animal es trasladado a la base de esa división”, detalló el subjefe de la fuerza de seguridad.

¿Y qué pena le cabe al dueño de ese animal? “La ley provincial 3.487 no establece el monto de la multa. Entonces, cuando se presenta el propietario y demuestra que es el dueño de animal, se le hace un sumario en el que se consignan los gastos de traslado y de manutención. Es un monto mínimo que va de los $ 1.000 a los $ 1.500”, explicó Gómez.

El subjefe de la Policía considera que es necesario actualizar la legislación. “El monto es mínimo, no representa un castigo. Si se modificara la situación, el propietario se cuidaría de perder el animal”, agregó.

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